"Cada temporada fue como un libro"

| Balance. Los creadores de "Lost" hablan sobre cómo concibieron la serie y el final del domingo

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The New York Times | LORNE MANLY

Luego de seis enredadas temporadas protagonizadas por náufragos que viajan en el tiempo, sucesos misteriosos en una isla tropical, y discusiones sobre razón y fe, Lost llega a su fin este domingo en Estados Unidos y el martes se verá por AXN en Uruguay. Apenas unas horas antes de que los directores y productores Damon Lindelof y Carlton Cuse terminen el montaje de las dos horas y media del último capítulo, la casa que Disney les dio para trabajar tiene cierto aire triste. Lograron terminar la serie como querían convenciendo al canal ABC para hacer este remate incluso cuando el programa tiene buen índice de rating.

-Ustedes resolvieron hacer como David Chase, el creador de "Los Soprano" y no contestar preguntas sobre el final ni de los grandes temas de la serie. ¿Por qué?

-Cuse: Hicimos lo mismo en años anteriores, cuando no hablábamos tampoco luego de cada final de temporada para dejar que el público digiriera todo y llegara a sus propias conclusiones. Creemos que sería muy presuntuoso y también frustrante decirles "No, lo que piensan está mal porque esto es lo que Damon y Carlton dicen". Para nosotros una de las mejores cosas de este programa es que hay un montón de ambigüedad intencional, cosa que permite mucho debate y discusión.

-El programa maneja muchos temas de peso, como la oposición entre el destino y el libre albedrío, la del bien contra el mal, la razón contra la fe. ¿Cuáles eran los más importantes para ustedes?

-Lindelof: Si hay una palabra a la que hemos vuelto con frecuencia es "redención". Es la idea de que todos tienen algo de lo que redimirse y que esa redención no viene de otro lugar que no sea del interior de cada uno. Pero para lograr esto sólo se puede hacer a través de la comunidad. Este tema empezó a aparecer y conectarse en el capítulo Vivir juntos, morir separados, de la primera temporada, cuando veías a estas personas como lobos solitarios viajando juntos en un avión, incluso aquellos que iban en pareja, como Sun y Jin. Así que decidimos juntarlos y hacer que a través de sus experiencias colectivas puedan redimirse.

Siempre dije que estos personajes tienen grandes fallas, pero cuando miras sus historias pasadas también ves que todos son víctimas. Kate era una víctima antes de matar a su padre. Los padres de Sawyer se mataron y él lo vio escondido bajo la cama. El padre de Jack era un alcohólico que lo despreciaba cuando niño. Sayid era manipulado por el gobierno estadounidense para torturar. A Locke le robaron el riñón. La idea a la que intentamos volver siempre es que a los personajes les pasó algo malo, son víctimas y por eso se comportan mal, pero se deben hacer responsables y darse la oportunidad de redimirse junto a otros.

-Estos temas son grandes y tienen un anfitrión no demasiado hospitalario, que es una serie de televisión exhibida por una gran cadena. ¿Cómo los pudieron manejar y a la vez lidiar con los límites de una cadena televisiva?

-Cuse: Creo que es porque siempre ponemos el factor entretenimiento primero. Si bien esas ideas son muy importantes para nosotros, intentamos de verdad no ser pretenciosos. Lo que hacemos es tomar al enemigo de los formatos de las cadenas de televisión, la división de los capítulos en actos, y lo usamos a nuestro favor. Tenemos seis cortes comerciales en un capítulo de Lost, y el objetivo es partir la historia de tal forma en que cada bloque sea emocionante. Y así es que terminamos teniendo muchas escenas intensas, giros sorpresivos y otras revelaciones. Creo que así es como Dickens resolvía el final de cada capítulo cuando publicaba sus novelas por episodios en los diarios.

-Una crítica que se le ha hecho al programa es que utiliza nombres de filósofos como Hume, Rousseau, Locke y otros y que a veces parece como si todo armase barullo, dándole una apariencia intelectual al programa cuando lo que hacen esos personajes no tiene relación con los filósofos reales.

-Lindelof: Una cosa que es totalmente nuestra es que, de varias formas, Lost es una mezcla de nuestras historias favoritas, ya sea lo que leíamos de la Biblia en la escuela, Narnia, Star Wars o los libros de John Steinbeck. Carlton y yo tomamos clases de filosofía cuando estábamos en el colegio y por eso hablamos del tema con frecuencia, así que cuando algunas ideas comenzaron a aparecer en el programa quisimos mostrarle al público que estos filósofos están en nuestras mentes como narradores.

-La pregunta que más escucho entre lectores y amigos es qué tanto sabían los creadores y guionistas sobre la resolución.

-Lindelof: Para contestar esa pregunta tienes que dividir en dos etapas la construcción de la mitología de la serie. La primera etapa era aquella en la que no sabíamos cuánto iba a durar el programa. Sentíamos ciertas náuseas durante la etapa que incluyó la segunda y tercera temporada, porque en ellas sólo podíamos hacer cosas intermedias. Tuvimos largas conversaciones sobre los elementos mitológicos de la isla, sobre el porqué este lugar no podía ser descubierto y también sobre lo que haríamos luego con los viajes en el tiempo. Y, sobre todo, hablábamos sobre Los Otros, su relación con el personaje de Jacob, sobre quién podía ser él y cuál era su relación con la isla. Hablábamos sobre quién terminaría con quién, quién moriría y quién viviría, quién se sacrificaría. Pero ninguna de esas ideas podía ser implementada y ni siquiera conversada seriamente hasta no negociar la fecha para el fin de la serie. La última escena del programa es algo que inventamos muy temprano en la primera temporada. Pero el último programa en su totalidad es una amalgama de ideas que comenzaron con nuestras conversaciones sobre la mitología de la isla en la primera temporada, cuando se emitió el capítulo piloto y descubrimos que los picos de rating nos daban la pauta de que esto iba a durar mucho tiempo. Al final de cada temporada teníamos estos minicampamentos de guionistas durante un mes en los que pensábamos con más detalle qué estructura le íbamos a dar a la siguiente temporada. Y al igual que ocurre cuando se construye una casa, aquí se dieron muchos cambios. Probamos muchas relaciones entre los personajes, como la de Sawyer y Juliet, que nos daba inseguridad cuando nos la planteamos como idea, pero que funcionó cuando la vimos en pantalla.

-En la última temporada redoblaron el tema de la ciencia ficción con el viaje en el tiempo. Este año le han puesto un giro más bien religioso. ¿Por qué?

-Cuse: Tratamos de ver cada temporada del programa como un libro. El del año pasado fue el del viaje en el tiempo, con una historia que tuvo comienzo, medio y final. Esta temporada es sobre todo espiritual. Consideramos que el objetivo de esta última temporada era darle al programa un cierre y por eso, cuando discutimos sobre cómo debería terminar el viaje de estos personajes, vimos que era un viaje espiritual.

-¿Qué es lo que intentan lograr este año con la historia que ocurre en el mundo paralelo, esa existencia paralela que aparentemente fue causada por la explosión de la bomba de hidrógeno al final de la temporada pasada?

-Cuse: Responder esa pregunta sería arruinar el programa. Y también es de esas preguntas que creemos que dará pie a un saludable e interesante debate cuando el programa termine. Habrá una conclusión para la historia paralela, pero provocará discusiones.

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