Es uruguayo y artista autodidacta, estará en la Bienal de arte de Florencia y presentará escultura en La Barra

Diego Kröger, el artista nacido en Montevideo y que ha explorado distintas técnicas y materiales, será el único expositor uruguayo en la Bienal de Florencia que se realizará en la ciudad italiana.

Diego Kröger realizando la obra "Éxodos".
Diego Kröger realizando la obra "Éxodos".
Foto: Difusión.

Es artista autodidacta, ha explorado la pintura, escultura, fundición y hasta impresión 3D, y sus obras se encuentran en museos y galerías de Uruguay, Brasil, Venezuela, Estados Unidos e Israel.

Esta semana, el uruguayo Diego Kröger será uno de los 600 artistas que se presenten en la XV edición de Bienal de arte y diseño de Florencia que se realizará del 18 a 26 de octubre en la ciudad italiana y que contará con expositores de 84 países. Kröger, que presenta su obra Éxodo, será el único uruguayo en esta edición.

“Trabajo diferentes materiales, desde siempre”, resume el artista nacido en Montevideo en 1958 que reside en Maldonado y desde hace 15 años trabaja la escultura en mármol y en granito, lo que ha dado pie a otros materiales y técnicas. “Al ser curioso, siempre estoy tratando de innovar, y empecé a manejar todo casi a la vez. Así voy entretejiendo diferentes técnicas y materiales. Esa es la idea que tengo de mi arte”, dice Kröger a El País antes de salir para su taller.

Diego Kröger en su taller.
Diego Kröger en su taller.
Foto: Difusión.

Es fanático de la pesca (en su foto de Whatsapp sostiene un dorado), dice que ese deporte le sirve como descanso mental, y también de los procesos analógicos, aunque no reniega de lo digital. “Con lo digital me falta la aspereza de la piedra, el zumbido de las máquinas, para sentir que estoy cambiando una forma en una piedra, el barro o el mármol”, dice. Además, entiende que no haber tenido estudios formales, ha sido fundamental para su proceso creativo. “El arte se lleva adentro, no se estudia. Lo que se estudia es la técnica, la aplicación de los diferentes materiales para crear lo que uno siente”.

“Y ser autodidacta te da la libertad de no tener que seguir a nadie”, dice.

Por eso entiende que el azar y el error son importantes para crecer. “Cuando uno está trabajando, se equivoca muchísimo, y donde aparece el error, busco la solución, lo que dispara diferentes caminos. Porque buscando solucionar un error insignificante en la obra, cuando querés acordar estás haciendo algo que nunca hubieras imaginado. Terminás haciendo una serie de 40 obras por haberte equivocado en una. Así es el arte, te va llevando y te vas encontrando contigo mismo”.

Kröger presentará su serie Éxodo, compuesta por aves de gran tamaño a punto de tomar vuelo, mientras dejan en el suelo varios huevos. Hace mucho que trabaja ese tipo de figuras que surgieron a raíz de encontrar pedazos de ramas de árboles, a las que fue transformando en esas aves, para luego pasarlas al bronce.

“La idea de Éxodo surge por lo que fui sintiendo y viendo: nuestro planeta está cada vez más castigado, más dolido. Me imaginé qué podía pasar si un día este planeta no existiera. Me imaginaba esas aves, esos seres tratando de abandonar ese lugar tóxico para buscar otro lugar donde vivir. Es una obra que es algo bajón, pero que da una esperanza, porque estamos avisando que esto, un día, puede llegar a pasar”, dice Kröger.

Imagen de la obra "Éxodos" de Diego Kröger.
Imagen de la obra "Éxodos" de Diego Kröger.
Foto: Difusión.

—El huevo aparece mucho en su obra y está presente en Éxodo. ¿Qué significado tiene para usted?
—Entre esos huevos que están en ese nido, uno es nuestro planeta. Hay varios ya verdosos, como oxidados por el tiempo, y aparte de ser origen de todos los seres vivos, uso el huevo como un grito de esperanza, como que todavía tenemos un planeta que puede nacer bien.

—Sus obras están en museos y galerías, como el Ayuntamiento de Madrid y el museo Ralli en Israel. Ahora es el único uruguayo en la Bienal de Florencia. ¿Hay nervios por presentarte allí?
—Me presenté sabiendo que es difícil que te elijan. Al final me aceptaron, les gustó la obra y es la primera vez que inauguro un espacio en Europa. Y cuando viajás a la cuna del arte, porque eso es Italia, siento un poco de nervios. Además, quiero saber qué dice la gente del viejo continente sobre el arte sudamericano. Porque Uruguay está muy lejos del mundo, de lo que pasa en Europa, en Estados Unidos y los centros de arte mundial. Y acercarte a donde se mueve el arte, donde hay gente que comprende, me pone muy contento. Porque no es un lugar de turismo, es un lugar al que va la gente a mirar arte porque entiende y le gusta.

—¿Qué expectativas tiene de su participación?
—Quiero que la gente se interese por mostrar esta obra en otro lado, yo estoy muy abierto a todo eso. Tengo esperanzas de que haya alguien que le guste hacer algo en algún otro lado.

Diego Kröger en su taller.
Diego Kröger en su taller.
Foto: Difusión.

—Decía que ya está allá toda la obra. ¿Cómo fue el proceso para armar una instalación con la magnitud de Éxodo?
—Tuve que armarlo todo acá. Hice un simil del lugar en mi taller, así que voy tranquilo porque sé que quedó bien. Viajo y tengo un par de días para armar todo. Las piezas son grandes, son unos doce pájaros colocados de diferentes formas y posiciones.

—Decía que estaba yendo al taller. ¿Trabaja en un nuevo proyecto?
—Voy de mañana un rato, de tarde otro rato y trabajo en muchas cosas a la vez. Ahora estoy preparando varios proyectos porque siempre estoy haciendo algo. Uno es la escultura de un surfista de casi cinco metros de altura, que va a estar en la desembocadura de La Barra, donde se juntan los surfistas. La Intendencia de Maldonado la va a instalar el mes que viene. Y los primeros días de enero voy a estar en el Centro de Convenciones de Punta del Este con algunas obras que ya mostré en Montevideo y tuvieron aceptación. Y como siempre estoy en la Galería Los caracoles, en José Ignacio, donde tengo un espacio desde hace un tiempo.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar