Redacción El País
“La sostenibilidad tiene que ser negocio”, afirmó el sociólogo Martín Lescano en el evento ‘Presentación de Resultados: Hacia la Sostenibilidad de las Mipymes. Marco Jurídico, Desarrollo de Mercado y Financiamiento Sostenible’. Y sí, sobre todo para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), apostar por lo sostenible se vuelve más seductor cuando el valor que aporta es tangible y los beneficios, evidentes.
De esto se trata el estudio cuyos resultados fueron presentados el pasado 17 de julio en el marco de Inspyrame UE 2.0, una iniciativa financiada por la Unión Europea e impulsada por la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay y la Eurocámara. El equipo de consultores —integrado por Lescano, Anabela Aldaz, Diego Pereira, Josefina Silvarredonda y Florencia Fernández— comentaron acerca de las recomendaciones de mejoras de políticas públicas de apoyo a mipymes con una mirada sostenible.
Desafíos y oportunidades para las mipymes sostenibles en Uruguay
En primer lugar, Aldaz señaló que Uruguay no cuenta con una regulación que obligue a todas las empresas a reportar información no financiera. “La Unión Europea sí tiene estas directivas, pero acá, salvo en el caso de las empresas BIC (Sociedades de Beneficio e Interés Colectivo), no se exige hacer reportes de sostenibilidad”, expuso en el evento.
En la misma línea, Lescano explicó que reportar estas cuestiones sirve “para vender más, acceder a financiamiento sostenible y adelantarse a regulaciones o a ser beneficiarios de ciertas normativas”. Y añadió: “A veces no se trata de vender más, sino de no quedarse afuera del mercado”.
El equipo también analizó aspectos vinculados al financiamiento. Al respecto, Aldaz sostuvo: “Con los criterios regulatorios actuales, muchas mipymes que van por el lado de la innovación y la sostenibilidad no están accediendo a créditos”.
De hecho, el economista Pereira resaltó que el principal obstáculo de crecimiento que estas empresas perciben es la falta de acceso al financiamiento. Sin embargo, apuntó que en el ecosistema financiero lo que falta no es liquidez, sino canalizarla hacia “créditos productivos”.
“En Uruguay hay un mercado potencial de crecimiento de crédito a mipymes de US$ 6.000 millones”, agregó.
Entonces, ¿cuál es el problema? Según dijo, las instituciones financieras insisten en que “las mipymes son muy riesgosas” y, en consecuencia, les piden “mucha información y análisis para mitigar ese riesgo”. Además, señaló que “demoran mucho en darles el crédito”. Todo esto lleva a que los emprendedores opten por tomar créditos con proveedores, amigos o familiares.
“La pregunta que me hago es si realmente hay más riesgo en las mipymes que en el sector del consumo, donde tenemos gran parte de la población embargada. Y me atrevo a decir que no, que en las mipymes es muchísimo menor”, aseguró.
Una solución es la digitalización del sector financiero. “En Europa, casi todas las mipymes se financian a través de plataformas y lo hacen en dos días. Pero acá hay fuertes factores reglamentarios que impiden estas opciones modernas”, indicó el economista, y sugirió que habría que empezar por incentivar este tipo de alternativas. Así lo indica el informe: “Promover la creación de empresas financieras que incorporen innovaciones en los modelos de negocios. Será necesario flexibilizar y adaptar las normas que regulan las actividades de instituciones y plataformas electrónicas de crédito”.
Otro punto importante según Aldaz es que existen muchas herramientas de apoyo a mipymes, pero están “desperdigadas y subutilizadas”. “No existe una ventanilla única, no se conocen y por lo tanto no se accede a ellas”, enfatizó. En este sentido, recomendó su centralización, articulación y difusión, así como acompañar a los emprendedores en el proceso “porque muchas veces la burocracia y la cantidad de trámites desestimula el camino”.
Vea el informe completo.
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