Glosario sostenible: conceptos clave para entender el mundo de la sostenibilidad

Agenda 2030, biocombustibles y calentamiento global son algunas de las definiciones que se incluyen en esta primera edición del glosario. En esta primera edición, vamos de la A a la C.

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Desarrollo sostenible
Hombre con cubos de madera sobre sostenibilidad.
Foto: Freepik.

La definición de sostenibilidad parece sencilla: satisfacer las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.No obstante, una vez que uno se adentra en el mundo del desarrollo sostenible, aparecen muchísimos términos más y es importante comprender su significado.

A continuación, la primera edición de un glosario que iremos completando mes a mes. En este caso, abarcamos las letras A, B y C.

Agenda 2030

Se trata de un plan de acción adoptado en 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas “a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia”, según indican en la página web del organismo. La Agenda contiene 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas que abarcan temáticas económicas, sociales y ambientales.

Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas
Objetivos de Desarrollo Sostenible
Naciones Unidas

Al firmar esta resolución, los 193 estados miembros de Naciones Unidas se comprometieron a “movilizar los medios necesarios” para alcanzar dichos objetivos. Así lo indicaron en el documento: “Estamos resueltos a poner fin a la pobreza y el hambre en todo el mundo de aquí a 2030, a combatir las desigualdades dentro de los países y entre ellos, a construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas, a proteger los derechos humanos y promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, y a garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales”.

Los ODS incluyen erradicar el hambre y garantizar la seguridad alimentaria, brindar educación de calidad, asegurar el acceso al agua y la energía, promover el crecimiento económico sostenido y tomar medidas urgentes contra el cambio climático, entre otros.

Biocombustibles

Así se llama al combustible obtenido mediante el tratamiento físico o químico de fuentes naturales, como material vegetal o residuos orgánicos, que surgió con el fin de ofrecer alternativas sostenibles y reducir los efectos del cambio climático. Los más comunes son el bioetanol, fabricado a partir de la fermentación de los azúcares de plantas como el maíz o la caña de azúcar, y el biodiésel, derivado de grasas como el aceite vegetal, la grasa animal y la grasa de cocina reciclada, indica National Geographic en su página web.

Auto estacionado en una estación de servicio
Foto: Freepik

Existen biocombustibles de primera, segunda y tercera generación. Los primeros –según la empresa de soluciones medioambientales Carbon Neutral Plus– tienen su origen en cultivos como el maíz, la soja y el aceite de palma, es decir, materias primas que podrían utilizarse para producir alimentos. Los segundos, por el contrario, están hechos a partir de residuos como el rastrojo de maíz, aserrín y grasas animales, pero su procesamiento es más complejo y costoso.

Por último, están los de tercera generación, que se producen a partir de microalgas y cianobacterias, y si bien tienen aún más ventajas para el medioambiente, son aún más costosos.

Biodegradable

Un material biodegradable es aquel que puede ser descompuesto por organismos vivos como bacterias, hongos y algas. Este proceso puede darse en suelo, agua o condiciones de compostaje, y el tiempo que lleve depende de factores como la humedad, la cantidad de oxígeno disponible y la temperatura, de acuerdo al área de sostenibilidad y banca responsable de BBVA.

Ilustración de una plantación sostenible
Ilustración de una plantación sostenible.
Imagen de rawpixel.com en Freepik

Algunos ejemplos de materiales biodegradables son la madera, la lana, el cartón y el papel.

Calentamiento global

En los últimos años, la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera ha aumentado de forma exponencial y, como resultado, el planeta está calentándose a un ritmo acelerado. Este aumento de las temperaturas medias es lo que se conoce como calentamiento global.

Las chimeneas de una fábrica. Foto: Archivo El País.

Desde el siglo XIX, las actividades humanas han sido el principal motor del calentamiento global, debido principalmente a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas. Esto genera emisiones de gases de efecto invernadero que actúan como una manta que envuelve a la Tierra, atrapando el calor del sol y elevando las temperaturas.

Según Naciones Unidas, actualmente la temperatura media de la Tierra es 1,1 °C más elevada que a finales del siglo XIX, antes de la revolución industrial. La última década (2011-2020) fue la más cálida registrada. “Científicos y revisores gubernamentales coincidieron en que limitar el aumento de la temperatura global a no más de 1,5 °C nos ayudaría a evitar los peores impactos climáticos y a mantener un clima habitable”, aseguró la entidad.

Cambio climático

Si bien calentamiento global y cambio climático suelen utilizarse indistintamente, lo cierto es que el primer término es tan solo una parte del segundo. El cambio climático incluye al calentamiento global y sus efectos secundarios.

Sequía
Pequeña planta en un suelo seco.
Foto: Freepik.

El clima está cambiando tan rápidamente que muchos seres vivos no pueden adaptarse. Según la Fundación Aquae, algunas de las consecuencias del calentamiento global son: deshielo de los polos, aumento del nivel del mar, extinción de especies, acidificación de los océanos, incendios cada vez más frecuentes y peligrosos, y sequías y precipitaciones cada vez más extremas. Todo esto es cambio climático.

Lo anterior puede afectar la salud humana y de los demás seres vivos, perjudicar el cultivo de alimentos, el acceso a vivienda, la seguridad y el trabajo, indicó Naciones Unidas. De hecho, condiciones como el aumento del nivel del mar y la intrusión de agua salada han resultado en la reubicación de comunidades enteras y las sequías prolongadas pueden crear un riesgo de hambruna. La entidad subrayó: “Se prevé que en el futuro aumente el número de «refugiados climáticos»”.

Carbono neutralidad

De acuerdo al Parlamento Europeo, la carbono neutralidad implica emitir “la misma cantidad de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera de la que se retira por distintas vías, lo que deja un balance cero, también denominado huella cero de carbono”.

La forma más directa de lograrlo es no liberar más CO2 del que pueden absorber las plantas de forma natural a través del proceso de fotosíntesis.

Vista de los árboles de un bosque verde con CO2
Vista de los árboles de un bosque verde con CO2

No obstante, la carbono neutralidad puede alcanzarse mediante compensaciones, es decir, “equilibrando las emisiones emitidas en un sector determinado mediante la reducción de CO2 en otro lugar”, expone el organismo.

Contaminación ambiental

Es la presencia de elementos nocivos en el medioambiente que perjudican la salud del planeta y de los seres vivos que lo habitan.

Existen al menos siete tipos de contaminación ambiental:

  1. Contaminación atmosférica: partículas y gases que dañan la atmósfera
  2. Contaminación hídrica: afecta ríos, fuentes de agua subterránea, lagos y mares, entre otros
  3. Contaminación del suelo: degradación de la calidad del suelo
  4. contaminación acústica: exceso de sonidos
  5. Contaminación lumínica: exceso de luz artificial
  6. Contaminación visual: alteración del paisaje
  7. Contaminación térmica: ligada al calentamiento global

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