EFE
El secretario ejecutivo de la ONU para cambio climático, Simon Stiell, alertó este miércoles en Londres de que los próximos dos años serán "esenciales" para salvar el planeta y consideró que el G20 (las economías más grandes del mundo) debe estar en "el centro de la solución" ante la crisis climática.
En un discurso en el Real Instituto de Asuntos Internacionales, más conocido como Chatham House, Stiell apuntó, entre otros factores, que si bien los planes nacionales para el clima o contribuciones -los llamados NDCs- "apenas recortarán las emisiones para 2030, aún hay una posibilidad de lograr hacer que los gases de efecto invernadero caigan, con una nueva generación de planes climáticos nacionales". "Pero necesitamos esos planes más fuertes ahora", añadió.
Aunque indica que cada país debe entregar un nuevo plan, "la realidad es que las emisiones de los países del G20 suponen alrededor del 80 % de las emisiones globales", con lo que el liderazgo del G20 "debe estar en el centro de la solución, como lo estuvo durante la gran crisis financiera".
En su discurso, titulado precisamente "dos años para salvar el mundo", también opina que "todos los ciudadanos de todos los países tienen una oportunidad de ser parte de esta transición y cada voz marcará la diferencia".
Stiell subraya que recortar la contaminación de los combustibles fósiles redundará en una "mejor salud y enormes ahorros para gobiernos y hogares por igual".
También alerta de que a menos que se logre tener bajo control la crisis climática, ninguna otra tarea considerada 'crucial' -como finalizar la pobreza, el hambre, poner término a las pandemias o mejorar la educación- será posible.
Según el secretario ejecutivo de la ONU, la próxima generación de planes nacionales para el clima debe ser de planes de inversión para economías sostenibles y fuertes.
Financiación climática
Stiell abordó en su intervención el tema de la financiación climática y consideró que ha llegado el momento de mover el dinero procedente de la energía y la infraestructura del pasado hacia un futuro más limpio y más resiliente y asegurarse de que se benefician los países más pobres y vulnerables.
En su intervención, el secretario ejecutivo también enfatizó que es más importante que nunca que haya una cooperación todavía más estrecha entre instituciones internacionales y alertó de que los llamados Encuentros de Primavera -organizados por el Fondo Monetario Internacional (FMI)- "no son un ensayo" y que evitar una catástrofe económica impulsada por el clima es central.
Stiell subrayó el "papel absolutamente crucial" del G7, presidido este año por Italia, y afirmó que "redunda enteramente en los intereses de cada país del G7 adoptar medidas sobre el clima más osadas tanto en casa como fuera, incluyendo sobre financiación climática".
También indicó que el mundo necesita que el G20 "esté a la altura del momento" y, en ese sentido, consideró que "toda la fuerza financiera que el G20 desplegó durante la crisis financiera global debería desplegarse de nuevo y ser dirigida a rebajar las emisiones y construir resiliencia".
Brasil, que será organizador de la COP30, tiene un papel vital que jugar para arrancar las ambiciosas medidas que se necesitan, dijo.