Redacción El País.
La actriz Selva Pérez ingresó sorpresivamente a Gran Hermano. En sus primeros días, revolucionó la casa con su energía avasallante, lo que le generó también varios conflictos.

De 50 años, Pérez es una artista de largo recorrido en la comedia teatral uruguaya, pero cuya carrera dio un vuelco en la pandemia y gracias a las redes sociales. El cierre de los teatros determinó que Pérez se lanzara a publicar videos cómicos sobre su vida cotidiana. Así, los seguidores conocieron a “Bicho”, su paciente marido mientras ella comparte su día a día “enchufada a 220”.

Foto: captura

En una entrevista para Sábado Show de mayo de 2024, Pérez confesó que se consideraba una “actriz poco convocada”, tanto en teatro como en TV. “A veces pienso si no será que me ven muy loca y no me llaman porque creen que puedo llegar a distorsionar algo”, dijo en un fragmento inédito de la nota.

Durante el diálogo, Pérez también se refirió a una vieja polémica que la involucró cuando otra actriz, Brenda Accinelli, llamó a que no contraten a Pérez porque sería votante de los partidos tradicionales y no del Frente Amplio.

“Ni la nombremos, no resucitamos muertos”, dijo sobre Accinelli, quien se cobró gran notoriedad por haber tenido un hijo con el actor Federico Luppi, a quien reclamó varias veces por la pensión alimenticia.

Pérez negó haber sido militante de ningún partido. “Yo soy actriz, de política que hablen los que saben. Lo que quiero es lo que quiere todo el mundo, vivir bien y que al país le vaya mejor”, comentó.

Además, la actriz viene de algunas polémicas derivadas de su participación el año pasado en el programa de streaming Sacate la careta. Criticó en su momento el look de Sofía Rodríguez. “Nunca me ríe del cuerpo de ella”, dijo y se puso como ejemplo. “Soy la primera en reírme de la gordura. No lo recomiendo, pero soy gorda y tengo poco pelo. Soy así y me amo así”.

Selva Pérez onfesó que hizo dietas (“como toda gorda”) pero nunca logró adelgazar. “Me gusta comer”.

Madre de dos hijos (de 27 y de 24), Selva Pérez reconoció que en su infancia y juventud era delgada. “Yo era un palo. Pesaba 50 kilos. Con mi primer embarazo engordé 26 kilos y con el segundo engordé otros 20 y pico y ya no bajé nunca más. Al contrario. Se ve que la maternidad me cambió el metabolismo”.

En julio pasado, la uruguaya subió su casting donde se proponía para integrarse a la casa de Gran Hermano. “Estoy casada hace muchos años, ya no quiero pensar en eso. Mismo marido, mismo novio desde los 16 años”, dijo a cámara y se declaró como necesitada de “colágeno”.

“Lo único que hago es comer, engordar y tomar café. GH me puede dar colágeno. Necesito gente joven. Estoy dispuesta a todo en GH”, dijo.

“Lo que me preocupa un poco es la parte del baño”, añadió fiel a su estilo irónico..

“Puedo ser muy útil. Sé mucho de administración del hogar: cuánto arroz comprar y , cuánto papel higiénico, sobre todo. Después, estoy abierta a que alguien guste de mí, yo voy a gustar de varios y que ocurra la magia”, complementó.