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Robert Moré estrenó obra con su perro y se anima a un pronóstico para las elecciones: "Va a ganar Carolina"

El actor protagoniza "Fugaces colores" junto a su mascota, un enorme bóxer de nombre García. Sin perder su perfil político partidario, el artista declara que votará en las internas y anticipa cuál cree que será el resultado.

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Robert Moré y su bóxer García.
Robert Moré y su bóxer García.
Foto: Francisco Flores

Dicen que no hay que actuar con mascotas porque se roban el protagonismo, pero fiel a su irreverencia el actor Robert Moré desafía la creencia popular y se sube al escenario con García, un enorme bóxer que lo acompaña hace 10 años. El perro es protagonista a la par de él de la obra Fugaces colores en el Teatro Alianza. “No está entrenado pero tiene reacciones con las que pareciera que sabe lo que tiene que hacer”, explica su dueño. Además recuerda su salida de Polémica en el Bar y se mete en la campaña electoral: “Carolina Cosse va a ser la próxima presidenta”.

-¿Cómo surge la idea de hacer una obra junto a tu bóxer García?

-Esta nueva obra surgió a partir de un cuento de Jaime Clara sobre un hombre que no se podía mover. Margarita García Telesca lo adaptó como una obra que presenta la historia de tipo que llega a la casa y habla con el perro, como cualquier persona que vive sola. Fue entonces que pensamos en hacer algo con García: no solo que haya una mascota en la obra, sino que forma parte del relato. El perro es protagonista.

-¿Ensayó la obra con vos?

-Fue a todos los ensayos. La gente del teatro al comienzo estaba sorprendida. Me preguntaban si estaba entrenado y la verdad es que no sabe ni dar la pata. Sin embargo tiene reacciones en las que pareciera que sabe lo que tiene que hacer. Lo importante es evitar que vaya con la gente, pero al haber una tarima y estar todo oscuro, lo mantengo conmigo. Los que van saben que no tienen que llamarlo.

-¿En la vida real vos vivís solo y hablás con tu perro?

-Yo vivo solo. Tengo la tenencia compartida de mis hijos, pero soy padre soltero de García. Antes de salir le digo “ya vengo” y cuando vuelvo le pregunto si cuidó la casa. Hay mucha gente sola que no tiene con quien hablar, entonces la mascota se transforma en un ser que no solo da cariño sino que también presta atención.

-¿Cuál es el rol que ocupa en tu vida?

-Siempre ocupó un rol importantísimo. Yo quería que mis hijos se criaran con un perro porque te obliga a manejarte afectivamente de otra manera. Cuando llegó, mi hijo tenía tres años y era muy cerrado. Apenas le llevamos al perro cambió de la noche a la mañana. Yo soy de integrarlo a todo, hago los mandados con él. Uruguay está siendo cada vez más petfriendly entonces se puede ir cada vez a más lugares con el perro.

Robert Moré y su bóxer García.
Robert Moré y su bóxer García.
Foto: Francisco Flores

-Estuviste por Italia hace unas semanas, ¿cómo fue esa experiencia?

-Fui de paseo invitado por una amiga con la que tengo un vínculo emocional. Es uruguaya pero vive hace 25 años allá. Fui a visitarla y aproveché para recorrer. Estuve por La Lombardía y recorrí el Norte. Era como estar adentro de una película italiana todo el tiempo.

-¿Qué fue lo que más te sorprendió en el viaje?

-Que son fríos como la puta madre. No existe abrazarse con un amigo para saludarlo por su cumpleaños ni caerle de sorpresa a alguien. Me ignoraron totalmente. Me presentaban por cumplido y me decían “ciao” pero enseguida quedaba borrado. Cuando fuimos al estadio le preguntamos como a ocho personas por dónde era la entrada y ni nos contestaban. Por otro lado tienen una pizza increíble. La diferencia es sideral: la mejor pizza de Uruguay es la peor de allá. Y los precios son muy baratos. Vas al supermercado, ves algo a 25 euros y enseguida uno piensa “en Uruguay esto por menos de mil pesos no lo consigo“. Todo es más barato, la ropa, la comida. Además de que todo es de mejor calidad.

-¿Y el lugar que más te gustó?

-Arona. Es una especie de Punta del Este sobre un lago. Es un lugar hermoso al que le mantuvieron todas las casas viejas y abajo hicieron todos comercios nuevos como paseo de compras que son todos iguales.

-¿Cómo surgió la relación con esta chica?

-Vino a Uruguay y fue con amigos al teatro a través de un conocido. Después me escribió para decirme que le había gustado la obra, yo le respondí y fuimos a tomar un café. Ella viene cada tanto a Uruguay y la idea es que venga más seguido. Está pensando en volver a vivir a Uruguay.

-¿Cómo está tu relación con la televisión?

-En punto muerto. Es muy difícil ver futuro para un actor en la televisión abierta. Hice una ronda de llamados buscando trabajo porque me gusta el medio televisivo. Ayuda a que se conozca el trabajo de uno. No presenté ningún proyecto porque gente de adentro me dice que no hay lugar para proyectos nuevos, sino que hay que tratar de sumarse a algo que esté. El tema es que de los proyectos que están sacan gente.

-¿Te sirvió de algo el perfil de militante de izquierda que diste a conocer popularmente a partir de tu participación en Polémica en el bar?

-No sé, pero el artista tiene que manifestarse. No puede ocultar su postura, incluso en lo político partidario. Es sano que lo diga. Aunque es cierto que la sociedad no está preparada para eso. Por eso pasa que critican a (Diego) Delgrossi por ser colorado. ¿A quién se le ocurre que alguien lo puede ir a ver por el partido con el que simpatiza? La gente va a verlo porque es un gran actor.

-Pero Delgrossi no critica al Frente Amplio con la vehemencia que vos atacás a los partidos de la coalición de gobierno.

-Delgrossi es un caballero de la vieja guardia. Yo tuve líos con varios políticos, incluso con algunos que se dicen de izquierda. Tuve uno con (Esteban) Valenti que terminó en la Justicia con un pedido de disculpas de mi parte para evitar ir a juicio. No sé si no lo ganaba, pero me recomendaron hacer eso. Ninguno de los dos puede seguir hablando del tema pero él al otro día salió a nombrarme.

-¿Manifestarte políticamente te ha jugado en contra con respecto a tu trabajo en teatro?

-Tiene una connotación negativa. Alguien puede decir “no le voy a comprar una entrada a este zurdo”. Son los menos y son unos cabezas de termo. Pero la grieta existe. Si el tren de UPM lo propone la izquierda, para todo el Frente Amplio va a estar bien, y si lo propone la coalición, para toda la coalición va a estar bien. Y van a acusar al otro. Se ha transformado todo en un Peñarol-Nacional que no admite discusión. El intercambio de ideas se ha ido empobreciendo. Está bueno intercambiar ideas, y a mí gusta el debate acalorado, pero lo otro empobrece la sociedad.

-¿Y alguna vez no has promovido este tipo de enfrentamientos que no contribuyen al intercambio de ideas sino más bien a ese empobrecimiento que señalás?

-Claro. Me di cuenta a partir de darme contra la pared. Entre tener la razón o tener paz, yo siempre prefería tener la razón. Me gusta discutir y soy muy apasionado, al punto que alguna vez por interno tuve que aclarar “mirá que estaba provocando”.

-Dijiste que de Polémica en el Bar te echaron “por zurdo”, ¿realmente pensás eso?

-En broma dije en el programa Doping Positivo que me habían echado por zurdo después de haberme peleado con Federico Leicht, un personaje siniestro que es pareja de alguien del canal. Pero sería ruin de mi parte decir que me echaron por todo eso. Era el momento de cambiar el panel. Me sacaron a mí y a (Juan Miguel) Carzolio.

-¿Vas a votar en las internas?

- Sí, a Carolina (Cosse). Ella ha dado muestras de saber gobernar y trabajó para los que más lo necesitan. Como mujer en política tiene unos codos de acero. Le tengo confianza. Yo creo que va a ganar la interna y va a ser la próxima presidenta.

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