Redacción El País.
La carrera de Fanny Nuñez por la música y por la vida es atípica. De padres uruguayos, nació en el Estado de Miranda (Venezuela) y desde entonces ha ido y venido entre el sur y el norte de Latinoamérica, empujada por sus sueños de artista y también de reina de belleza e influenciada por los paisajes sonoros de cada región. Así nació una música de fusión única en su voz y sus composiciones, entre el tango, la chacarera o el joropo venezolano.
Con la producción del destacado músico y productor uruguayo Álvaro Pérez, Núñez está a mitad de camino del proyecto musical más importante de su carrera. “La Mirandina” (tal el nombre del disco) incluye más de 20 canciones, de las que algunas se conoce un adelanto y representan una abanico de ritmos y estilos pocas veces escuchado.
“He hecho varios discos, pero La Mirandina es el proyecto solista, para adultos, más importante hasta ahora”, asegura la artista.
Afincada en Uruguay desde hace dos décadas, Núñez hizo también su camino de 10 años detrás del proyecto musical infantil Ángeles bajitos, con gran suceso entre los niños. Además, persiguió su sueño de Miss Venezuela, un recorrido que inició en su país pero que la decepcionó cuando se la condicionó a la realización de cirugías estéticas. “Mi desacuerdo fue por no favorecer a la belleza natural, e incurrir en cirugías estéticas innecesarias”, comenta.
De todos modos, su perfil de Miss ha vuelto recientemente cuando fue seleccionada como Reina de las Américas en Cancún (2023) y lideró con esa corona la campaña por Centro Horizonte de Uruguay. También participó de la edición 2024 de Miss Universo Uruguay como la participante de más edad y más historia del certamen.
Además, la comunicadora - artista - modelo lideró una campaña social “La belleza somos todas” más allá de los estereotipos, incluso hizo un himno de la campaña y entre los colaboradores se encuentra a Eduardo Larvanois, Edi Mouriño y también Nelson Silvera, con quien actualmente está trabajando en un EP “Tangos de Cristal” versiones de tangos legendarios desde Manager Producciones.
En la vida, Fanny Núñez atravesó por una dura enfermedad oncológica. “Los médicos dicen que estoy viva de milagro”, comenta. Residente en Parque del Plata, con un acento indefinido, a mitad de camino entre sus dos corazones, Fanny Núñez, madre y artista de 45 años, siempre sonriente, cuenta su historia, llena de sonidos.
-¿Cuáles fueron los orígenes de “La Mirandina”?
-Con Álvaro (Pérez), el productor, habíamos trabajado en varios discos y generamos un muy buen equipo. Además, yo tenía la idea de en algún momento poder contar sobre mis raíces, sobre Uruguay, sobre Venezuela y fusionar artísticamente los sonidos de mi vida. Nací en el estado Miranda de Venezuela, pero en mi casa se escuchó siempre música uruguaya. Mis padres pertenecieron a esa camada de uruguayos que emigró a Venezuela en la época de la dictadura. Parte de mi infancia fue allá. Luego nos vinimos y vivimos en Salinas, donde estaban mis abuelos, pero al nacer mi hermana volvimos, esta vez a Isla Margarita. Allí empezó otra etapa de mi vida hasta que como familia regresamos nuevamente. En Uruguay empecé a estudiar periodismo y me vino la loca por ser Miss Venezuela…
-¿Y volviste una vez más?
-Sí, me fui sola a hacer la preparación que es muy exhaustiva. Me sirvió mucho todo lo que aprendí en esa etapa. Estuve más de un año preparándome y representando a Isla Margarita. Pero en cierto momento se presentaron diferencias. Se me planteó para avanzar una serie de cirugías estéticas. Siempre pregoné por el concepto de “belleza real” y resolví bajarme. En ese momento, (Hugo) Chávez estaba ya en poder y se nos empezó a complicar a los venezolanos para irnos del país. Finalmente, pude comprobar que tenía doble nacionalidad y que mi familia estaba acá. Desde 2003 que estoy instalada en Uruguay.
-¿En Uruguay comienza tu inclinación por la música?
-No, con la música empecé a los 9 años haciendo folclore en Venezuela, donde estuve en distintas agrupaciones escolares y liceales. Fui creciendo y llegué a integrar agrupaciones profesionales e inclusive tuve una experiencia de reality musical en el canal Venevisión. El regreso oficial a la música se produjo en Uruguay, en 2003, cuando conformamos una agrupación acústica que se llamó Concuerdas y Kintok. Hicimos presentaciones en las embajadas de Venezuela y de Colombia, tuvimos muchas instancias de actuación. Estuvimos también con la orquesta sinfónica juvenil en la Sala Zitarrosa. Esos fueron los primeros escenarios que pisé profesionalmente en Uruguay y a partir de ese momento, fueron surgiendo otras oportunidades. Participé de varios concursos, como “Voces de mi país”, que lidera Marlene Otero y lo gané en dos instancias.
-¿En qué momento y cómo surgió la faceta de cantante para niños?
-En 2013. Me había instalado en Parque de Plata y me convocaron de un Caif de la zona para actuar en un festival. Hasta ese momento no me había planteado el género infantil pero me lancé al agua. Fueron saliendo las primeras canciones y tuvieron un gran suceso. En una actuación que hicimos en el Country Club de Atlántida LIFA, empecé a cantar y cuando quise acordar, estaba lleno de niños saltando y coreando las canciones. Así nació Ángeles Bajitos que empezó a caminar como una agrupación juvenil e infantil con hasta 30 integrantes en el elenco. Hicimos mucho teatro musical al presentar tres o cuatro obras de mi autoría. Sacamos tres discos y la propuesta se mantuvo durante 10 años.
-Ahora estás en una nueva etapa solista…
-Así es. Ya con Álvaro Pérez como productor musical, sacamos los discos infantiles y también “Como podemos” y “Sonrisas y lágrimas”, que son dos discos un poco más personales. Los temas de esta nueva etapa tuvieron mucha repercusión pero luego me tocó pasar por un quebranto de salud bastante serio y debí hacer una pausa. Ahora renazco como el ave “fannyx”, como me gusta decir. Con “La Mirandina” busco contar mi historia y la de mi familia. En el proceso perdí a mi mamá, hace unos meses, lo que hizo más intenso este disco. Me refugié en el disco para no caer porque fue un golpe muy duro. Le escribí una canción a ella, a su historia cargada de resiliencia. También le escribo a Uruguay, a Venezuela, a mi hijo, a los amigos…
-¿Qué dirías sobre La Mirandina en materia de géneros musicales?
-Es una fusión de las raíces latinoamericanas. Trato de viajar por distintos estilos. Con Álvaro nos estamos atreviendo a hacer algo diferente, que implica mancomunar esas raíces de la música, por un lado Uruguay, con nuestras guitarras folclóricas, el tango de la ciudad, con los sonidos del norte: Venezuela o Colombia. De repente, una canción puede llevarte por todos esos lugares. Quizás suena muy alocado, pero lo logramos y ha gustado. Si bien por ahora no hay un corte de difusión disponible, han escuchado otras personas las fusiones y funcionan muy bien al oído. Estamos muy contentos.
-Hay un tema que sí está en plataformas dedicado a Roberto “Polaco” Goyeneche…
-Siempre me gustó el tango y la figura del Polaco me resultaba absolutamente inspiradora. En reuniones familiares, me animaba a cantar tangos y mis abuelos me animaban a que me dedicara a ese género. En cierto momento me dije: “Voy a componer un tango y se lo voy a dedicar al polaco”. Así lo hice pero la canción quedó guardada en un cajón. Hasta hace unos meses… En el marco de una corresponsalía que tengo con Mundo Visión, realicé un documental sobre su vida. En febrero pasado viajamos a Buenos Aires y le conté a su hijo que le había escrito una canción porque yo lo llegué a conocer en Saavedra. La casa del Polaco es como un museo y “El Polaquito” no deja entrar a todos el mundo allí. Con nosotros se generó una muy buena relación y nos invitó. Se produjo un documental hermoso, coronado con el interés del Polaquito en conocer mi canción. De regreso a Uruguay, le mandé la letra a capella y le encantó. “Fanny, yo no sé cómo le vas a hacer pero yo te quiero cantando para el centenario de papá en el Obelisco de la 9 de julio en Buenos Aires para el 29 de enero 2026”. La verdad que no sé qué voy a hacer pero espero estar allí. Ahora hemos grabado el tema y ya está disponible en Spotify. El Polaquito se emocionó al escucharla e incluso me pidió permiso para incluir la letra de mi canción en un libro de poesía que está escribiendo en homenaje al padre. Para mí fue un honor la propuesta y por supuesto que acepté. A comienzos de setiembre la canción “Eterno polaquito”, de mi autoría y la de Álvaro Pérez, fue premiada en la Academia Nacional del tango de Buenos Aires con el galardón Goyeneche 2025. Además, “El Polaquito” me regaló uno de esos típicos corbatines que usaba Goyeneche, un tesoro que me traje por supuesto para Uruguay.
-Tu perfil de reina de belleza también ha continuado…
-Sí, tuve el honor de haber sido coronada como Reina de las Américas en Cancún (2023) y lideró con esa corona la campaña por Centro Horizonte de Uruguay. Fue una experiencia maravillosa. En 2024 me presenté a Miss Uruguay, no con aspiraciones de ganar pero sí de dejar un mensaje vinculado a la resiliencia y a perseguir los sueños, sin importar las dificultades y la edad. Por suerte pude hacerlo.
-¿Tienes otro reinado en materia musical?
-Sí, en el nombramiento como Reina de la música y el folclore me lo hicieron oficialmente desde la organización internacional Reina de las Américas, el pasado marzo en Medellín, Colombia, a quienes les compuse el himno de la institución. Me dieron un galardón como la Voz y letras de oro de las Américas, embajadora de la cultura. El eslogan del disco incluirá ese nombramiento: “La Mirandina” Reina de la música y el folclore. De la mano de toda la promoción internacional está el Grupo Corporativo Mundo Visión junto a su directora Kenia Cedeño. También es importante para este disco el apoyo de Lazcoz Producciones Argentina; su productora me cedió un tema de su autoría en letra de María Alejandra Lazcoz y música de Antonio Gabriel Izquierdo. Es la única versión de otro autor que habrá en el disco de La Mirandina y con arreglos actuales de Álvaro Pérez. Ese tema se ha lanzado este viernes y sonará en todas las radios de Argentina, además de estar en todas las plataformas digitales y tiendas virtuales, esperamos sea un éxito en Uruguay igualmente. La vida es hoy es un tema alegre que también invita a reflexionar.
-Quizás por tu propia vida binacional u otras vicisitudes con las que te encontraste, da la sensación de que en el camino te encontraste con varios obstáculos…
-Creo que a todos los artistas les pasa, que deben superar adversidades. No siempre todo es color de rosa en la vida. La clave es la fortaleza de quienes se atreven a continuar y rendir tributo a la resiliencia. Creo que este disco demuestra eso. No sé si va a ser el último, espero que no, pero sí es el primero con tanta intensidad a todo nivel. Estoy logrando un sueño que hace mucho quería, hacer eso, mancomunar esas dos raíces que tanto me apañan, que me protegen y que me resumen: estas canciones y ritmos que suenan en el disco, esto soy yo.