Pablo Arnoletti habla por primera vez de su separación de una famosa argentina: "Me rompió el corazón"

A Pablo Arnoletti ya no solo lo reconocen en la calle como el baterista de la banda juvenil que inauguró el género de la cumbia pop. El integrante de Márama se convirtió este año en uno de los grandes protagonistas del reality show más visto de la televisión local. Ingresó a la carpa de Bake Off Famosos (Canal 4) como una de las jóvenes promesas de la competencia y al poco tiempo su carisma y habilidades para la cocina lo llevaron a ser uno de los principales candiadatos a ganar el certamen.

Justo después de grabar un nuevo videoclip en el Palacio Taranco de Ciudad Vieja con el grupo que encabeza Agustín Casanova, Arnoletti habla con El País sobre su experiencia en el programa y se refiere a “rumores” con excompañeras del ciclo. Además, el músico habla por primera vez de la ruptura con la influencer Martu Morales. “Es la primera vez que me rompen el corazón”, confiesa.

-Sos una de las revelaciones de Bake Off Uruguay, ¿cómo te sentís en esta faceta?

-Muy bien. Cocino desde que soy chico porque viejos trabajaban y yo me hacía de comer. Ahora me estoy divirtiendo mucho con todo lo que pasa con el programa. Es una experiencia inolvidable.

-Es la primera vez que participás en un reality de estas características.

-No sabía cómo era. Mientras grababa era un desafío día a día desde lo emocional, dormía poco y practicaba muchas recetas. Ahora que el programa está al aire la gente me felicita. Eso me hace sentir bien y siento que le llego a otro público.

Foto: Leo Mainé

-¿Cómo manejaste las emociones en la carpa del programa?

-Me quebré dos veces. En la vida cotidiana me cuesta llorar, pero en el programa hubo dos veces que no me contuve. Venía con una carga personal grande por problemas amorosos. Hubo un día que me estresé por un desafío que no salió bien y terminé haciendo catarsis y soltando todo junto. Mis compañeros me apoyaron mucho.

-Te referís a tu ruptura con la influencer Martu Morales, ¿te costó mucho sobrellevar esa situación?

-Algunos días sí. Mi aprendizaje es que todos nos tenemos que ir de esta vida con el corazón roto alguna vez. Nunca me había pasado. Sobreviví a eso, conocí nuevas cosas de mí y me siento más fuerte que antes. Vi un lado amoroso mío muy lindo que no sabía que tenía. Y aprendí que hay que ser más cuidadoso con respecto a quién confiar y a quién darle el corazón. No voy a cometer el mismo error dos veces. No quisiera repetir patrones que me pasaron en esta relación. Igual ahora estoy lejos de pensar en enamorarme. Tengo un balde puesto y no quiero prestarle mi corazón a nadie más.

-¿Cuánto afectó que la relación fuera pública?

-Afectó porque cuando nos separamos a la otra persona se le ocurrió hacer videos victimizándose o queriéndome dejar mal cuando yo no lo merecía. En redes recibí algunos comentarios negativos innecesarios. Lo otro que me complicó es que a las semanas de haberme separado la gente me decía “te veo enamorado” y yo tenía que estar explicando que ya no estaba en pareja. Me llevo un montón de anécdotas y aprendí a cuidarme un poco más a mí. Di mucho por esa relación y haciendo un balance me doy cuenta de que no lo merecía.

-¿No fallaste en nada?

-No, sé que no fallé. Sé todo lo que di. Borrón y cuenta nueva.

Foto: Leo Mainé

-En Bake Off se te asoció a Anto Lima, ¿cómo es tu relación con ella?

-¡Qué mujer linda, Anto! Aprendí a quererla muchísimo. Es una montaña rusa de sentimientos. Pegamos muy buena onda y seguimos hablando hasta hoy.

-¿Tuvieron intimidad?

-No llegamos a eso. No tuve la suerte (risas). Pero hubo un lindo vínculo. Ella siempre trata de picarla. Tuvo hasta rumores de romance hasta con Fede Paz.

-¿Te gusta esa pareja?

-Parece una pareja despareja. Anto es volátil y más joven. Fede es un tipo más centrado. No pegan mucho, aunque los opuestos se pueden atraer.

-Por otra parte Evitta Luna de Bake Off dijo que vos no le "das bola", ¿es así?

-Es todo mentira. En todo caso es al revés. Ella no me da bola a mí. Yo le escribo todo el tiempo. Estamos en contacto porque generamos un lindo vínculo, pero cada vez que viajo a Buenos Aires ella tiene otros planes o quedamos en salir y después me deja en banda.

-El año pasado trascendió que habías tenido una “pareja abierta” con Lucila “La Tora” Villar de Gran Hermano, ¿cómo fue sostener ese formato de relación?

-Muy bien. La quiero a Lu. Es muy trabajadora y se merece todo el éxito que tiene. Se separó de Maxi (Appap) y contó que atravesó cosas difíciles, que no se merece porque es una excelente persona. Salimos por un año y teníamos una relación abierta, estaba todo muy marcado.

-¿Vos fuiste el que quiso abrir la pareja?

-Al principio ella no quería y yo fui amoldando la situación. Yo sabía que no estaba como para comprometerme. Venía con muchas giras y tiempo afuera, así que no me imaginaba sosteniendo una relación monogámica. Le dije con honestidad que no me sentía capaz y le pedí que me diera tiempo. Manejarnos de esa forma fue positivo. Cuando quiera proyectarme, pensar a futuro y formar una familia, no lo haría bajo el esquema de una pareja abierta, pero para esa etapa de la vida en la que estaba viajando mucho y no me sentía en condiciones de comprometerme creo que fue lo mejor. La idea es no lastimar a nadie y no lastimarse a uno mismo.

-Has trabajado en televisión incluso antes que en la música, ¿dirías que es tu verdadera vocación?

-Me encantan los medios. Le copié a Lu (Villar) la idea de armar una pizarra con mis metas para este año y una de ellas era hacer televisión. Me gustó mucho esta experiencia y quiero que se vuelva a dar el año que viene. De todos modos la música también me encanta. El folclore de salir de gira es increíble: te pasa a buscar la camioneta, te subís al barco, al avión, tenés el camarín, compartís con otros artistas y el momento de estar en el escenario con gente que canta tus canciones es una experiencia única. Lo haría toda la vida.

-¿Te imaginás tocando en Márama por muchos años más?

-Cuando empezamos pensábamos que íbamos a durar dos veranos. Ya vamos 11 años tocando y ahora imaginamos que capaz que terminamos siendo como Los Fatales que llevan más de 30 años haciendo shows. Mientras Agus (Casanova) siga con voz creo que vamos a poder seguir.

-¿Están preparando un nuevo “tema del verano”?

-Vamos a sacar varios temas del verano con artistas uruguayos y argentinos muy conocidos. Algunos van a sorprender. Estamos preparando remixes de temas que existen y otros inéditos. Lo del tema del verano es difícil porque todos los artistas sacan cinco temas en un mes para que alguno pegue en verano. Márama tiene sus clásicos como Loquita y Bronceado que sabemos que siguen sonando en todos los boliches.

-¿Nunca te saturó la banda?

-Sí, cuando surgió lo de la separación a fines de 2017. Yo ya tenía ganas de que se rompiera. Todavía era muy chico todavía, hacíamos muchos shows y me estaba perdiendo cumpleaños y navidades. Sentía que no era lo que quería para mi vida y me acuerdo que al último show ni siquiera fui porque no tenía ganas de viajar.

-¿Y qué cambió cuando volvieron en 2021?

-La banda se profesionalizó. Hoy tenemos un límite de shows por noche y por semana. Tenemos vacaciones. Me puedo tomar una fecha, y todo eso hace que sea un trabajo más ameno y que pueda perdurar en el tiempo. Ahora yo también lo valoro más y no lo suelto ni en pedo.

-La banda dejó de tocar varios años a raíz del conflicto que tuvieron Agustín Casanova y Fer Vázquez, en el vos tomaste partido por el primero, ¿cómo quedó tu relación con Fernando?

-Lo que pasó fue que Fer nos afectó a todos. Fue él quien nos dejó sin shows y me dejó sin trabajo. No podía tomar partido por él. Las cosas se dieron naturalmente así. Me dio pena porque en su momento éramos todos amigos. Y me da lástima que él la haya pasado mal. Ahora sé que le va bien y cuando lo veo nos saludamos y nos quedamos charlando.

-¿Nunca llegaste a discutir con él?

-La única discusión que tuve con él fue cuando empezábamos en Márama y teníamos un show en el cumpleaños de 15 de su prima. Se enojó porque fui a tocar de chancletas y casi terminamos a las piñas. Pero después nunca más discutimos. En el momento del quiebre era todo entre abogados, nunca nos vimos. Nos cruzamos tres años después en una fiesta de casualidad, nos abrazamos y nos pusimos a charlar. En el medio nunca nos mandamos ni un mensaje.

-¿Con Emilia Mernes mantenés el contacto? Ella formaba parte del mismo grupo de trabajo cuando encabezaba Rombai y era pareja de Fer Vázquez.

-Me la encontré este año y le dije que estaba feliz por todo lo que está pasando con ella. Así como existe la frase "después de un Julián Serrano viene un Dybala", se podría decir "después de un Fer Vázquez hay un Duki" (risas). Encontró una identidad muy fuerte y como artista la está rompiendo. Ella también me preguntó por la banda. Siempre fue una persona muy humilde. Viene de un pueblo del interior con una familia con muchos valores. Eso la ayuda a mantener los pies en la tierra.

-¿Hiciste mucho dinero en la época de máximo furor de Márama?

-La gente por verte en la televisión piensa que sos millonario. Yo no moneticé nada de mi cara en los alfajores ni en las cuadernolas. Por eso también hubo muchos problemas legales con Márama. Éramos muy jóvenes y pasábamos por alto ciertas cosas. Hoy tenemos una productora que nos cuida como EQ, son nuestros consejeros y todo es distinto. Y si bien no hice miles y miles de dólares, desde los 17 años que no le pido plata a mis padres y me pude comprar un auto y mi casa. Son pocos los que a los 18 años pueden acceder a esas cosas a partir de su propio esfuerzo. Eso me enorgullece mucho.