—Recientemente, tomaste la decisión de dejar el canal “La sexta”, donde trabajabas en Madrid, ¿Por qué?

—Quería cambiar, creo que de alguna forma ya había hecho todo lo que me gustaba acá en la tele. Me picó la curiosidad por hacer algo fuera del clásico periodismo de informativos, que es en lo que me concentré toda mi vida. No es la primera vez que salgo de mi zona de confort, y si me preguntas si asusta, sí, asusta, pero siempre creo que los cambios te permiten crecer. Ya me pasó cuando dejé Telenoche, en Canal 4, ahí estaba presentando el informativo central y fue una decisión arriesgada. Después me sumé a Subrayado, en Canal 10 y fui parte del equipo fundador del programa De Taquito, en Radio Universal, pero me salió la oportunidad de venirme a España a estudiar y también tuve que dejar esos dos medios. Es una mezcla entre asumir riesgos y aprovechar oportunidades para evolucionar y crecer en todo sentido. Hoy estoy en una fase de exploración a nivel profesional y estoy supercontenta.

—¿Qué te dejó la experiencia de trabajar en ese canal en España?

—Primero, me dejó unos amigos increíbles, lo más importante. Pero además, me dio mil herramientas para encarar el trabajo de otra forma, quizás más ágil, acelerado, pero también más minucioso y exacto. Fueron cinco años en la Sexta, en los informativos de fin de semana, con programas especiales, jornadas electorales y una pandemia que nos obligó a todos a trabajar de sol a sol, con últimas horas, reportajes e investigaciones que no voy a olvidar.

—¿Cuáles son tus próximos desafíos?

—Ya estoy trabajando como PR Manager para BMI, una compañía de Standard Industries, fabricante líder en Europa de soluciones constructivas. Es otra faceta de la comunicación en la que no me había desarrollado profesionalmente, más empresarial. Para mí es un desafío enorme emprender este camino en una multinacional donde tengo mucho para aprender y aportar a nivel profesional.

—Llevás varios años fuera de Uruguay, ¿proyectás en algún momento regresar?

—Sí, ya son seis años, y para mí es como si hubiera sido ayer. Me hicieron varias propuestas para volver a la TV a lo largo de estos años, pero mi carrera hoy está en España con este nuevo desafío laboral. No me suelo proyectar a largo plazo, porque me gusta más que la vida me vaya sorprendiendo. Aunque está claro que amo Uruguay, es mi país, tengo a toda mi familia y a mis amigos ahí. Es un destino anual de ‘diciembre-enero’ que nunca paso por alto.

—¿Qué diferencias encontraste en la forma de hacer periodismo televisivo en España respecto a tus experiencias en Uruguay?

—Creo que la gran diferencia fue tener tiempo para investigar. Al menos en el equipo de fin de semana de la Sexta Noticias nos daban dos días para trabajar en dos reportajes que cada uno proponía. No hay nada mejor para un periodista que ahondar en asuntos que a uno le interesan o le llaman la atención. Y si para eso hay tiempo para averiguar, grabar, y editar un informe completo, mejor. Sin embargo, en Uruguay un periodista puede hacer en un día, dos o tres reportajes y también los vivos del informativo. Esto te da mucha cancha, porque tocás y manejás todos los temas, pero claro, tampoco tenés tiempo suficiente para profundizar.

—En lo personal, estás en los comienzos de una historia amorosa con Jaume, un joven catalán. Ya has hecho una presentación en redes sociales. ¿Cómo se conocieron?

—La verdad es que fue todo inesperado y lindo a la vez. Lo conocí en marzo, una semana después de llegar a Madrid de mi último viaje a Uruguay. Y desde que nos cruzamos, por más que él esté trabajando aún en Barcelona y yo en Madrid, no dejamos de vernos cada semana. Cuando hay ganas, no existen las excusas, sino los billetes de tren en este caso.

—¿Qué tienen en común y qué proyecto comparten?

—Tenemos muchas cosas en común y todo eso es lo que nos une más. Tenemos la misma edad, somos muy familieros, nos apasiona viajar, amamos lo que hacemos profesionalmente y manejamos el mismo humor. Además, nos encantan los deportes. A tal punto que me hizo volver a jugar al tenis, que practiqué mucho de chica, ¡pero no agarraba una raqueta desde hace 20 años! Y algo fundamental: ama cocinar y yo amo comer. Así que todas cosas buenas.