Redacción El País
La actriz ex Decalegrón y Hogar dulce hogar atraviesa por una nueva etapa en su carrera. Dejó atrás los papeles de comedia, con toques de mujer sexy, para personificar papeles de peso en el drama. Apronta el estreno de Fedra el próximo viernes 27, un obra basada en la tragedia Hipólito de Eurípides. Alessandra Moncalvo habla de la conversión artística y del impacto del fallecimiento de su hermana.
-Venís de una temporada con la obra Ibsen ha muerto y ahora se viene el estreno de Fedra, ¿qué caracteriza a este espectáculo?
-Fedra es una obra de Guillermo Heras con la dirección de Fernando Rodriguez Compare. Es una reescritura de la tragedia de Eurípides, Hipólito. Cuenta la historia de amor trágico entre Fedra y el hijo de su marido. Lo hacemos en un formato melodrama, que es algo nuevo para mí y poco habitual en Uruguay. Implica la exageración de los sentimientos y de la expresividad, a la manera de una telenovela turca o venezolana en su momento. Estamos muy entusiasmados con eso. Al mismo tiempo, Fedra es un homenaje al radioteatro y está ambientada en la Argentina de los años 50. Desde el punto de vista del contenido, reivindica el lugar de la mujer y la presión social para que no pueda estar con quien quiere.
-¿Es el mismo grupo de Ibsen?
-Prácticamente sí. Trabajamos muy bien y nos amoldamos el uno al otro.
-El estreno está previsto para el próximo 27 de setiembre…
-Sí, estrenamos en el mismo espacio que Ibsen, la Asociación de Estudiantes y Profesionales Católicos. Nos encanta trabajar ahí porque no es un teatro, sino una casona antigua que crea un clima único con el público. Estamos en la última etapa de ensayos y muy contentos. Iremos viernes, sábados y domingos por lo menos hasta las elecciones. Las entradas están disponibles por Acceso Fácil.
-Fuiste parte de Decalegrón (Canal 10), también de Hogar dulce hogar y además, integraste elenco de varias comedias teatrales. ¿Ahora hay un cambio de perfil en tu faceta artística?
-Sí, lo busqué también. Me interesa mucho el drama, sin desmerecer la comedia. Además, siempre fui buscada para un determinado tipo de personaje con un toque sexy. En Decalegrón era la novia del mecánico, en Hogar dulce Hogar era la empleada doméstica que había sido prostituta. Actué en otra ficción televisiva, Correr en el riesgo, donde también me tocó el papel de prostituta. Ya me cansaba un poco. En este caso, Fedra es una mujer madura, que tiene su sensualidad y emplea sus encantos para enamorar a un chiquilín. Hay sensualidad, pero desde otro lugar. Yo me siento muy cómoda, muy feliz en ese tipo de personajes, más allá de que disfruté mucho de hacer humor.
-¿Conservás amistades de los tiempos de Decalegrón?
-No diría amistad, pero sí tenemos buen vínculo. Cada tanto nos vemos con Petru (Valensky) o con Graciela Rodríguez. Fue una época muy linda, de mucho aprendizaje, en la que se trabajaba muy bien. A veces se dice que el ambiente era machista y lo era. Pero la sociedad toda era (más) machista. Una misma era machista sin darse cuenta. Pero más allá de todo eso, éramos muy respetadas. Los responsables del programa, grandes actores de la comedia uruguaya, fueron todos muy caballeros y muy buena gente en el trato.
-Al mismo tiempo sos corredora de seguros. ¿Desarrollaste las dos carreras en paralelo?
-Sí. Empecé con la actuación pero luego, por impulso de mi madre que trabajó toda la vida en el Banco de Seguros, hice el curso de corredora y me dedico a las dos actividades.
-¿La maternidad es una materia pendiente en tu vida?
-No pude tener hijos porque perdí las trompas en dos embarazos ectópicos que tuve. De todos modos, tengo a mi sobrino que hoy tiene 23 años pero ha vivido prácticamente desde siempre conmigo. Estoy hace 19 años en pareja con Germán De Giobbi, que es el coordinador del Sacude, en Casavalle. Estoy orgullosa de él. Lo conocí en un boliche, al que habíamos ido con unas amigas. Empezamos a bailar y en su momento me frené porque es profesor de educación física y además, era guardavidas. Me dije: “A este se lo van a cargar muchas mujeres” y yo soy recelosa. Pero cuando me dijo que tenía dos hijos chicos y vi lo excelente padre que era y que es, me terminó de seducir. Sigo siendo celosa pero él solo me transmite seguridad.
-Hace seis años sufriste la pérdida de tu hermana Cynthia.
-Sí, ella falleció a los 47 años. Una muerte súbita de un infarto. Yo la encontré y no se pudo hacer nada. No tenía antecedentes de enfermedades cardíacas. Ella era modelo, tenía emprendimientos gastronómicos, todo lo hacía bien. Últimamente trabajaba mucho en Buenos Aires y por su hijo, su madre, estaba desde hace tiempo viviendo conmigo. Su partida fue algo que nos marcó como familia. La extraño todos los días pero al mismo tiempo estamos comunicadas todos los días.
-¿Como fueron tus inicios en la actuación?
-Raros. Porque en mi casa no había actores y además, soy bastante tímida. Con los años he ido perdiendo la timidez, mi esencia es tímida. Después que entro en confianza me largo. No sé por qué pero siempre me gustó el teatro. Mi mamá me llevaba con mis hermanas a ver todo todo de obras. Hice ballet de niña y llegué a dar la prueba de ingreso al Sodre pero la perdí. En casa jugábamos a hacer teatro y representar personajes. Un día mi madre comentó de unos talleres de teatros para empleados o hijos de empleados del Banco de Seguros que estaban a cargo de Washington Sassi. Me anoté y de ahí no paré más.
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