Redacción El País
Jorge Lenoble acaba de completar un récord difícil de igualar: completó siete maratones en los últimos siete meses. Aunque su prioridad no es el tiempo, llegó a la meta en París, Montevideo, Rosario, Punta del Este, Rio de Janeiro, Buenos Aires y Florianópolis. Corredor amateur desde hace 25 años, el comunicador se propuso este desafío con el que celebró los 50 años de edad. En materia de comunicación, el contador sigue animando eventos y políticamente respalda y está colaborando con el diputado blanco Pedro Jisdonian.

-¿Cómo nació tu inclinación por el running?

-Surgió de casualidad. En el año 1998 yo estaba trabajando en el programa de verano Todo Punta, de Canal 4, que conducía Leonardo Greco y Patricia Betancourt. A mí me tocaba hacer notas deportivas, des espectáculos y moda. Ese año el canal transmitía la clásica carrera San Fernando y el productor Juanjo Cerdeña me propone correrla y de paso hacer notas. Mi primera respuesta fue negativa porque nunca había corrido una 10K como esa. Pero como siempre había hecho deporte, me insistió y me animé a correrla. Lo hice y llegué bien a la nota. Desde entonces, seguí corriendo y entrenando. Me enamoré de ese deporte.

-¿Cuál fue la primera maratón?

-La maratón de Montevideo 2022. Salí pensando en hacer media maratón, es decir, 21 kilómetros. Pero al llegar esa meta en la zona del Prado vi que me quedaba aire y me animé a seguir. Era mi sueño completar una maratón y la oportunidad era esa. Por suerte seguí y completé los 42 kilómetros. Es un deporte maravilloso porque te desafía a alcanzar las metas y nadie puede hacerlo por vos. En fútbol u otros deportes colectivos, uno puedo no alcanzar los objetivos o tener un desempeño malo, pero si el resto de los compañeros son buenos, podés salir campeón del mundo. En este caso, solo vos podés lograr el objetivo.

-Este año te planteaste un desafío récord: cuando se recomienda no hacer más de dos maratones en un año, has completado siete en siete meses…

-Se fue dando. En abril cumplí el sueño de correr la maratón más grande del mundo, que es la de París. Se corre desde hace 126 años, solo interrumpida dos veces. Me inscribí en setiembre del año pasado y entrené todo el verano para la carrera y allá fui para el gran desafío. Es una carrera de la que participan 100.000 personas y por suerte la completé. Al mes siguiente, en mayo, se corría la maratón de Montevideo. Yo no puedo viajar a París y no estar en la carrera de mi ciudad. Así que también hice la de Montevideo. Después hice Buenos Aires, Rosario, Río de Janeiro y la última fue el 5 de noviembre en Florianópolis.

-¿El cuerpo no te ha pasado factura?

-No. Se ve que tengo una genética privilegiada. Me han preguntado si no me resentí de la cadera o las rodillas pero la verdad es que no.

-¿Qué tiempos estás metiendo?

-El tiempo no es mi prioridad. Aún así me he ido superando: la maratón de Buenos Aires la completé en 4:40 minutos. No es un mal tiempo y más en mi caso que voy tranquilo, grabando o sacando fotos en algunos tramos porque mi prioridad es completar las carreras. Eso me permitió una actividad tan intensa. Si hubiera corrido con una postura más exigente con el tiempo, el desgaste habría sido otro.

-¿Cuáles son ahora tus desafíos?

-Tengo el proyecto para el año que viene correr alguna de las maratones “majors”, que son Boston, Chicago, Nueva York, Londres y Tokio. Entreno todos lo días al correr 8 o 10 kilómetros. Mientras tanto sigo trabajando como contador y resigno tiempo para otras cosas. Tengo que descansar bien y alimentarme bien.

-¿En amores cuál es tu situación?

-Ahora estoy soltero y tranquilo. El deporte también limita algunas cosas. No podés acostarte a las 3:00 de la mañana y al otro día hacer una maratón. La disciplina es muy importante para entrenar, comer y descansar bien.

-¿Estás trabajando en política?

-Estoy trabajando con el diputado blanco Pedro Jisdonian, que me parece un gran valor, joven de la política. Apoyamos la candidatura de Álvaro Delgado para que sea el futuro presidente. Para mí es un verdadero honor y un placer estar con ellos.