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Gaspar Valverde: "Karina fue muy valiente en salir de la depresión y contarlo"

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Gaspar Valverde. Foto: Leo Mainé

NOTA DE TAPA

El comunicador celebra el éxito de Polémica en el bar y habla de la crisis amorosa que atravesó su matrimonio con Karina Vignola: “Fue muy difícil”.

Gaspar Valverde. Foto: Leo Mainé
Gaspar Valverde. Foto: Leo Mainé

-Estuviste en la gestación de la versión uruguaya de Polémica en el bar, ¿cómo fue ese proceso?

-Álvaro Navia es amigo mío desde hace años. Hemos compartido eventos y tenemos una muy linda relación. Él me llamó para preguntarme qué posibilidad veía de traer Polémica en el bar a Uruguay. En principio yo dudaba porque es muy argentino el programa, un clásico de la TV de allá. Pero viajamos a Buenos Aires y conocimos el formato junto con los gerentes de Canal 10 y finalmente la idea prosperó. Ahora estamos contentísimos porque se ha transformado en un éxito; la gente lo mira y siempre genera cosas. Así es Polémica y estamos felices de la vida de haber sido mediadores para traerlo.

-El programa ha tenido varios momentos picantes, sea con invitados como entre los miembros del equipo. ¿Cómo lo vivís desde adentro?

-En realidad al programa yo lo disfruto. Meto mis mechas y hago humor. No soy una persona que se meta en la confrontación. Patricia (Madrid), Sergio (Puglia) y Alberto (Sonsol) tienen perfiles más confrontativos. Lo mío es poner paños fríos o mediar un poco. Con Jorge Carlos (Piñeyrúa) y Nico Lussich compartimos un poco esa tarea. Es verdad que vivieron momentos tensos y es parte del juego del programa. Aquel invitado que viene a Polémica sabe o debería saber que va a un lugar donde lo pueden incomodar con alguna pregunta o algún comentario. El que acude al programa tiene que hay estar preparado para eso. Nuestra experiencia es que la gran mayoría de los invitados lo aceptan y se van contentos, más allá de algún caso.

-¿Desde el comienzo se habló que tu rol sea ese o se fue construyendo con los programas?

-Desde el arranque ha sido así. No soy periodista y no soy una persona confrontativa. Siempre me he manejado en el entretenimiento y trato de hacerle la segunda al Piñe y divertirnos un poco. Obviamente he opinado cuando me parece que tengo algo que aporta al debate o cuando me surgen preguntas pertinentes, pero siempre desde un lugar de comunicador. No soy un periodista incisivo.

-El domingo 18 se generó un momento tenso con una discusión entre Jorge Díaz y Alberto Sonsol. Incluso el fiscal dijo al aire que se iba...

-Sí, el fiscal se enojó un poco. Creo que la pregunta de Alberto era correcta. Capaz que la forma le molestó un poco al jerarca. Fue entendible que se haya molestado. Charlamos en la pausa y quedó todo bien. No llegó a mayores.

-Tu perfil no es confrontativo pero se trata de un programa que genera opiniones diferentes en las redes. ¿Te afectan los comentarios críticos?

-No. Una semana hay gente que nos dice que somos del Frente y a la otra, somos pro gobierno. Eso es lo bueno. No nos pueden encasillar fácilmente porque no somos alcahuetes de nadie. De todos modos, hoy las redes son un infierno de haters. Prácticamente ya ni leo comentarios porque son hirientes. Mis compañeros tomaron la misma actitud. No se puede responder a personas que no tienen intenciones de dialogar, sino de ensuciar y hacer daño.

-¿Qué diferencia esta versión de Polémica de la argentina?

-El argentino tiene más que ver con la idiosincrasia de ellos: en todo hay más estruendo, gritan, bailan, cantan. Nosotros la llevamos un poco más tranqui, lo que no implica que en otro momento pueda cambiar. El formato es muy amplio y permite muchas cosas. Un día podemos llevar música o tener más segmentos de humor. Hoy falta Álvaro (Navia), que sale por Skype, pero no es lo mismo que tener al personaje en piso para jugar con los invitados y con nosotros. Eso va a cambiar en breve porque Álvarito se viene a vivir a Uruguay, al menos por un tiempo. Estando acá va a participar más del programa y a volcar ideas que funcionan en Argentina y que podrían extrapolarse a Uruguay. Así que el programa está para crecer mucho más. En el verano seguramente veremos otro tipo de Polémica.

-¿Hay más proyectos vinculados a la productora de Sofovich?

-Sí, Gustavo Sofovich maneja muchos formatos que fueron creados por su papá. Tiene una muy buena relación con Álvaro y conmigo, con el Canal y con la productora Zur. Quizás hay posibilidad de adaptar algún otro. Se habló de La peluquería de Don Mateo, que es otro clásico. Estamos viendo. Es una linda posibilidad.

-¿Cuánto cambió al programa la pandemia?

-Hicimos cambios en la escenografía y la temática se centró en el Covid. Al principio con las elecciones, hablamos mucho de política y luego de coronavirus. Poco pudimos salir de ahí porque eran los temas que marcaban la agenda.

Gaspar junto a Karina y sus hijas Alina y
Gaspar junto a Karina y sus hijas Luana (12) y Alina (9).

-Este año especial ha sido especial para ustedes por la crisis de pareja con Karina Vignola. ¿cómo lo viviste?

-Fue difícil. No es fácil cuando tenés que abandonar la casa de la familia. Estuvimos unos meses separados y después volví a casa y entendimos que nos amábamos y que tenemos una hermosa familia. Obviamente tuvimos diferencias, como todas las parejas, pero bueno, el amor y todo lo que vivimos en estos 13 años, puso las cosas en su lugar. Estamos muy bien. Muchas veces los matrimonios se desgastan, mucho más cuando trabajás en lo mismo y juntos por mucho tiempo. Pero bajamos a tierra, nos tranquilizamos y todo volvió a resurgir mejor que antes. Volvimos a ser la pareja que éramos. De la crisis el vínculo salió fortalecido. Cada uno razonó y hoy un día la familia está más fortalecida.

-Ella habló de su quebranto de salud vinculado a la depresión y dijo que habías sido un puntal en lo más duro de la crisis...

-Sí, tuvimos que estar espalda con espalda. Ella también fue muy valiente en salir de esa situación y después en contarlo. Siempre me mantuve al margen de hablar de esto, pero ella lo exteriorizó. Hoy muchas personas que se sienten identificadas con la problemática se comunican con ella. Está bueno ayudar y que las experiencias duras sirvan para evitárselas a otros. Estamos buscando la forma para que ella pueda volcar sus experiencias de manera constructiva para todos.

-¿Cuál es la clave para acompañar? Porque a veces la persona depresiva rechaza la ayuda...

-Al principio ella me rechazaba. Estar deprimido es un tema de gran complejidad. Pero cuando tocó fondo había que estar y estuve y estaré siempre. Es la madre de mis hijos, es una gran mujer, es mi amiga y una gran madre. Por eso me metí a fondo con ella. Por suerte ahora está 100 puntos. Con ganas de disfrutar y de salir adelante. Después de la tormenta, salió el sol.

-¿Cómo atravesaron por el proceso las hijas Luana (12) y Alina (9)?


-Traté de mantenerlas al margen y de darles un poco de aire. Por suerte están muy bien. Son niñas felices y con un espíritu espectacular. Son muy amorosas. Estoy orgulloso de las dos: Luana fue escolta de la bandera de Artigas. A Alina le va muy bien y tiene muchos amigos. Son dos soles.

-¿En lo personal y lo laboral te cambió en algo los planes la pandemia?

-Lo que cambió para todos los comunicadores fue la ausencia de eventos o fiestas. Más allá de la zafra que se vendría ahora y que va a faltar, a lo largo del año siempre había un evento o dos para animar y que implicaban un ingreso. Pero trato de ver lo positivo. A Polémica le va muy bien y también este año lanzamos una aplicación (You Got It) de servicios que está creciendo. Estamos negociando para llevarla a Argentina también.

-Llevás más de 25 años en los medios, ¿es difícil obtener estabilidad en el ambiente?

-Año a año hay que aggionarse. Vivir de los medios es hermoso, trabajar para el público es mi vocación pero tiene una inestabilidad importante. Por momentos te puede ir bien, y en otros, mal o más o menos. Ahora, por suerte, la experiencia de Polémica es muy buena. Es muy lindo recibir los mensajes que llegan por WhatsApp y que ponemos en las salidas y entradas de tandas. Aparecen videos de muchos niños y de todo el país. Celebro que la familia se reúna para ver Polémica en el bar. Nos encanta que para muchos sea una cita obligada de viernes y de domingo. Obviamente habrá días en que no les gusta tal invitado o las opiniones de este o aquel panelista. Pero en líneas generales es un programa de culto para la gente.

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