Acá estoy, siempre tratando de hacer cosas”, dice Julián Jaime. “Si te vas quedando quieto te gana la depre y te vas alejando de todo. Siempre hay que estar activo, te prolonga la vida también”, agrega el conductor de La noche del fútbol que se emite por la señal Nuevo Siglo TV y que el mes pasado celebró sus 10 años. Sobre su carrera, el fútbol y el mejor entrenador, es esta charla.

—Fuiste jugador, director técnico y ahora te encargás de hablar y entrevistar a entrenadores en La noche del fútbol. ¿Cómo llegás a los medios?
—Hace 10 años que estamos con La noche del fútbol, entre la radio y la televisión. Me acuerdo que había estado como un año invitándome Ariel Alsina para ir al programa y no me interesaba. Un día me pidió una mano, fui y le empecé a tomar el gustito a la radio para hablar de fútbol, de lo que a uno le apasiona. En un momento se me metió en la cabeza tener mi programa pero para hablar con entrenadores exclusivamente.

—¿Por qué hablar solo con entrenadores?
—Porque muchas veces la gente no sabe cómo piensan, cómo ven el fútbol, sus ideas. Así la gente los empieza a conocer más. Cuando empecé con La noche del fútbol, en 2013, no había programa a los que vayan masivamente entrenadores; yo tengo tres o cuatro todas las semanas. Iban pero como invitados un rato y para afuera, y nosotros hacemos el programa entre entrenadores y analizando el fútbol. Cada uno con su visión y su forma de ver y entender el juego. No buscando ni chusmerío ni temas políticos, ni estar con si el entrenador trabaja o no. Analizamos lo que vemos.

Foto: Difusión.

—De esa forma la gente no solo recibe si se jugó bien o mal.
—Claro, porque el fútbol hoy ha evolucionado muchísimo. Hay mucha ciencia en el deporte, pero nosotros estamos en Uruguay, y salvo la Selección, los demás equipos estamos lejos. En el mundo que hay otros niveles económicos, estructurales y de organización, pero acá, si bien hemos crecido, estamos bastante lejos de lo que es el fútbol de verdad. En el fútbol uruguayo hay un paso previo al entrenar un equipo, sea de la A, de la B o de la divisional que sea; te tenés que situar en la liga que vas a competir y en el club que estás. Y después hay un paso posterior, cuando pasa el tiempo que ahí sí se le puede agregar eso que hay en el mundo: psicología, asistentes sociales, mediciones. Podés agregarle todas esas cosas pero no tenés que distraerte de lo otro, la cancha, la pelota, la mentalización, hacerles ver una proyección y que tengan metas y objetivos. Todo eso es un paso previo a cuando estás en una liga mayor, cuando te insertás en el profesionalismo real. Esas cosas pasan acá, y a veces se saltean los pasos del aprendizaje, del día a día en el entrenamiento, porque la técnica se mejora en la cancha con la pelota. No hay psicólogo ni asistente social, ni estructura que te haga mejorar la técnica si no la trabajás con la pelota en la cancha. Y veo que a veces esas cosas se saltean en el fútbol nuestro. Amen de que los futbolistas se van muy rápido. Patean dos veces bien la pelota y ya se los llevan.

—¿Es complicado imponer un programa de fútbol en un país que habla tanto de ese deporte?
—Es complicado. Lo que hay que tener es mucho amor propio, hay que creer en lo que uno está haciendo o piensa hacer, y sobreponerte a los distintos vaivenes. Porque no es fácil vender en cable, después hay factores: tener un grupo empresarial atrás, que no lo tenemos, después como no sos hijo de, sobrino de, nieto de, te cuesta también. Pero uno empujando, no bajando la guardia y moviéndose de alguna manera y mejorando semana a semana. Me doy cuenta que hoy lo manejo diferente al programa a cuando empecé. Como soy entrenador, me gusta desarrollar una idea, pero si sos el conductor no podés desarrollar tu idea porque tenés cuatro o cinco participantes más a los que les tenés que abrir el abanico. Eso lo fui aprendiendo. Puedo estar en un panel y ahí sí desarrollar mi idea del tema que se esté tratando, pero como conductor tenés que tocar y abrir. Entonces se hace difícil, pero mucha gente que conozco me ha ayudado y la venimos piloteando.

Foto: Difusión.

—¿Cómo es eso que no estabas seguro de pasar a la televisión?
—Íbamos a empezar el programa de radio en 2011, y ya estaba pensando en la tele, pero los muchachos jóvenes no creían que íbamos a llegar. Pasó el tiempo y cuando llego a la tele me dicen: tenías razón. Antes de ir a la tele, en 2014, hago un piloto con Mauricio Larriera, y la gente de Nuevo Siglo me dice: estás para largar. Como era tema de fútbol no habían baches, pero pasamos tres años para empezar el programa. Tuve una reunión en Nuevo Siglo pero me ofrecían media hora, era imposible, no es por salir en televisión sino porque así no podía hacer el programa que quería, distinto a lo que había. Media hora es un saludo y ya nos tenemos que ir. Pedí dos horas, empezamos haciendo una hora, y si estaba todo bien lo llevábamos a dos horas. En ese momento no me animé a largarlo porque sentí que faltaba algo, y lo postergué. Al final me decidí a hacerlo, nos complicó un poco la pandemia pero acá estamos.

—En este tiempo has entrevistado a todos los entrenadores.
—Sí, en estos años he podido hacer un mano a mano con el maestro Tabárez, con “el cabezón” Ruggieri, con “gambetita” Latorre, Carrasco con quien somos amigos que nació en la radio, Mauricio Larriera, Marcelo Méndez cuando recién empezaba en la B con Progreso, Alfredo Arias. Hemos hecho nota con entrenadores de Peñarol, Nacional, de la Selección, de juveniles, con técnicos de la C, de la B, entrenadores con trabajo, sin trabajo. Invitamos a todos porque cuando te recibís de entrenador no dice que es para la C, para la B, la A, para la pelear el descenso o un equipo grande. Sos entrenador.

Foto: Difusión.

—¿Es verdad que el programa trae suerte?
—Mirá, Álvaro Gutiérrez estuvo una noche invitado y en una pausa del programa lo llamaron para dirigir Nacional, la primera vez. Alfredo Arias estaba en el programa y al día siguiente tenía que ganar su partido frente al Tanque en Florida cuando fue campeón con Wanderers; lo mismo Leo Ramos cuando fue campeón uruguayo con Danubio. Los entrenadores pasan por todos los programas, pero tengo esa satisfacción de que han ido al programa en momentos cuando no eran tenidos en cuenta. Eso me da mucha alegría.

—El programa tiene mucha presencia en las redes sociales.
—Sí, el año pasado conocí a Luciana Agazarián que me ha ayudado espectacularmente. Es una genia con una proyección y futuro enorme como productora. En lo que tiene que ver con los videos que ella sube, me doy cuenta que es importantísimo el trabajo que hace ella.

Foto: Difusión.

—Sin ánimos de meterte en un brete, ¿Quién es hoy el mejor entrenador del Uruguay?
—Creo que lo que viene mostrando, desde hace un buen tiempo y mantiene la regularidad en cuanto a su comportamiento conceptual y el rendimiento, para mí Jorge Bava ha dado muestras de ser un entrenador que está para seguir de largo.