Por Nicolás Lauber
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Es uruguayo pero gracias a una beca se fue con 15 años a terminar la secundaria en Gales donde fue compañero de la princesa de Bélgica. Actualmente estudia periodismo en una universidad de Canadá y a la distancia continúa con su carrera en la música. Uriel, más conocido como Uri no ha parado de crecer desde que comenzó a lanzar canciones cuando armó una banda de cumbia para tratar de conquistar a una chica. En esta entrevista con Sábado Show, Uri habla del camino recorrido, el agradecimiento a Miranda! y sus próximos proyectos.

—¿Cómo llegás a Gales?
—Es una beca cuyo concepto es que cada estudiante sea de un país distinto para poder representar tu cultura. Me presenté hice debates y proyectos y todavía me pregunto cómo gané yo. El colegio de Gales era muy bueno, tenía de compañera de clase a la princesa de Bélgica, y eso me dio la oportunidad de aplicar a Canadá.

—¿Estudiás periodismo?
—Sí. A veces me cuestiono si es lo que tengo que hacer, pero acá estamos. Me cuestiono la carrera en sí, no es que no se precise la preparación, pero siento que hoy en día no va tanto de la mano de la parte académica sino que se valoran otras cosas.

Foto: Gentileza

—¿Siempre estuviste ligado a la música?
—A los 15 años me gustaba una piba y como no soy bueno para hablar con las personas que me gustan le dije a mis amigos para hacer una banda de cumbia. Hice una banda bien bizarra en la época Márama que era un copia y pega, mala y sacamos tres o cuatro temas. Después surgió el tema de Gales y me fui. Por suerte una de las clases que tomaba era teoría de la música y me quedaba horas leyendo porque no sabía. Llegué a un nivel donde entendía la teoría, vuelvo a Uruguay y me dije: quiero hacer música. Como un boludo en vez de intentar hacer la música que me parece que está buena, saqué cumbia otra vez y después me di cuenta que no era para mí. No es mi estilo de música ni lo que me representa, y busqué otro camino. Me pregunté ¿cuál es el objetivo?, si querés trascender o hacer arte. Hay que encontrar ese balance, porque para trascender podés hacer una letra y melodía muy comercial, pero ni eso funciona ya, no hay una fórmula como hace unos años.

—¿En 2020 comenzaste tu carrera solista?
—Sí, hice un remix con 18 Kilates, de labia, porque les escribía por Instagram y me respondían. La letra era muy mala y no sumaba nada, entonces mi vieja me dijo que estaba para más y que me pusiera a escribir una letra y un ritmo que estén buenos. Me senté con un productor y le dije: vamos a hacer algo rockero medio indie que se escucha en Estados Unidos y todavía a Uruguay no llegó. Empezamos con esa onda y cuando terminamos el tema me di cuenta que tenía que ir por ese lado.

—En dos años y poco lograste colaboración con Miranda!, ahora tenés una canción con Cruzando el charco. ¿Cómo llegaste a Miranda!?
—Fue loco porque saqué la colaboración con Miranda! cuando no tenía ningún tema sacado, porque había borrado los videos de cumbia. Me acuerdo que estaba entrenando en la casa de un amigo, le muestro el tema y me dice: es muy Miranda!; nos pusimos a buscar a la manager en Instagram, la encontramos, me hice pasar por mi manager, toda una cosa medio rara y me escribe: se lo voy a mostrar a Ale. Suerte que era en la etapa de la pandemia, cuando ellos no estaban haciendo shows, entonces estaban tranquilos. Pensé que no me iban a dar bola, a las tres semanas le pregunto si estaba todo bien y si tenía novedades y me dice: a Ale le gustó, estamos todos a fin de hacer la colaboración, pasame el número de tu manager y coordinamos el tema de porcentaje. En ese momento no tenía idea de nada. Empezamos con toda la parte burocrática de la música y por suerte un amigo me dio una mano. A Miranda! les tengo que agradecer con mi vida porque desde entonces se me abrieron puertas. Me hizo saltar cinco o seis pasos en la carrera y cuando los vi en persona se los agradecí.

—¿Después de esa colaboración se hizo más fácil?
—Es que musicalmente hablando, he crecido bastante, pero mi talento más grande es intentar moverme y encontrar cosas. Un día me sigue Francisco, el cantante de Cruzando el charco y me dice que está bueno el tema de Miranda!. Enseguida le dije que tenía un tema para mostrarle, y así salió.

Foto: Gentileza

—¿Y ahora en qué se piensa?
—En sacar nuevas canciones. También estoy trabajando para sacar un álbum en abril. Ya lo terminé y ahora está en la etapa de remasterizar. Mi idea con la prensa del álbum es poner carteles en la ciudad con invitaciones a un funeral, una locación y una fecha, y hacer un concierto en vivo. Estamos trabajando en el álbum para que haya algo que diga: esta es mi música.

—¿Es complicado encontrar esa identidad?
—Me deja tranquilo que no quiero ser un artista de reguetón, esos que son extremadamente masivos y tienen números grandes. Yo quiero reversionar el rock, esa onda de La Vela Puerca, Los Redondios o Tan Biónica que es como una religión y es algo que se ha perdido. Quiero que el rock encuentre eso de vuelta, me encantaría ser la nueva cara del rock y que me escuche hasta el sesentón que escuchaba a los Redondos y al de veinte que escucha a Duki. Sé que es complicado, es un trabajo diario pero la visión la tengo, ahora solo tengo que poder plasmarlo en lo musical.

—Ya está el camino y la idea.
—Sí, y por suerte trabajo con Rodri que es mi mano derecha y quien me calma la ansiedad porque quiere hacer cosas todo el tiempo y a veces se termina chocando contra la pared, y a su vez me pone en foco y consiguió colaboraciones. Tenerlo al lado me da paz que no encontraba. Y como él apareció gracias a la canción con Miranda!, a la banda le debo todo.