Katherin Shymitzk lleva más de 20 años en España, donde se ha dedicado al rubro inmobiliario y hoy es ejecutiva en una empresa de electrodomésticos. Como tantos, se fue en el Uruguay de la crisis económica pero dejó aquí la estela de su trabajo en los medios de comunicación: “la rubia de Canal 5”, como se la conocía por entonces, fue una intrépida notera en el magazine 2010 y acompañó a Sergio Puglia en el primer programa matinal que hizo el chef y comunicador: TVEO a Diario.

“Con Sergio teníamos al aire una relación de amor - odio. Chocábamos porque él era muy serio y estructurado y yo aparecía en el programa como un torbellino, algo propio de mi inconsciencia juvenil. Quería llevarme el mundo por delante”, recuerda desde Madrid Katherin Shymitzk. “Yo lo veía como un igual en el programa y creo que eso le molestaba, con razón. Porque claramente yo era una joven inconsciente y él ya era Sergio Puglia, con una gran trayectoria”, añade.

“Hoy tenemos una preciosa amistad”, asegura y comenta que se han encontrado en viajes que el comunicador ha hecho a Europa o ella a Uruguay.

Los conductores fueron socios de pantalla en el año 2000, cuando ella tenía 22 años y el canal estatal vivió un sacudón bajo la presidencia de Jorge Batlle y la dirección de Juan Carlos Doyenart, quien era un hombre identificado con la izquierda. “Era una locura porque fue la primera vez que Canal 5 tenía un director de otro partido al del gobierno. La apuesta era por profesionalizar al canal oficial”, recuerda la comunicadora.

Entre las innovaciones de Doyenart, surgió la idea de un magazine diario con Sergio Puglia, Sofía Herrán y una joven Shymitzk, quien ya era parte del canal por el programa de variedades 2010. El ciclo se estrenó en 1997 y debía su nombre futurista para la época en que estaba dedicado a los jóvenes: “la rubia” hacía notas en eventos deportivos, fiestas y eventos. En Punta del Este le hizo una memorable entrevista a Julio Iglesias, quien puso la condición (hoy cuasi delictiva) de que le daba la nota si Shymitzk se sentaba en su falda. Porque no había sillas disponibles.

“Hoy eso sería una denuncia por acoso. Pero Julio Iglesias era muy especial y yo era lo más lanzada. Le hice la nota sentada en su falda y salió espectacular”, comenta la comunicadora.

Katherin Shymitzk se formó en comunicación como parte de la primera generación de la carrera en la Universidad de la República.

“Yo era muy inconsciente, entonces me metía a hacer todo tipo de preguntas a quien fuera, desde el presidente, senadores o cantantes”, asegura sobre sus comienzos. Ese desparpajo le valió un trabajo en la TV chilena, donde llamó la atención.

Foto: Archivo.

Cuando Doyenart fue reemplazado en la dirección de Canal 5 empezaron los problemas. Al nuevo director, Ramiro Rodríguez Villamil, no le gustaba su perfil. Aunque el programa TVEO a diario marcaba muy bien y hasta generaba cierta incomodidad en la competencia con las propuestas privadas, las nuevas autoridades decidieron aplicar modificaciones.

“Me llamó un día (el director) para decirme: “Queremos que te tomes un mes o dos de descanso”. Yo siempre fue ingenua pero enseguida me di cuenta. “¿Me estás echando?”, le dije. A partir de ahí se sinceró y me dijo que no le gustaba mi perfil para el programa y algo que me acuerdo como si fuera hoy. “Imaginate que vos, una mujer rubia que sale todas las mañanas con esa energía, como que choca mucho a la típica mujer uruguaya”. Ahora lo cuento como algo gracioso pero en su momento me dolió mucho”, revela Shymitzk.

Si bien Rodríguez Villamil le planteó que dejara de inmediato el programa, luego de una negociación aceptó que “la rubia de Canal 5” se despidiera de la pantalla al día siguiente.

“Me acuerdo que el día de la despedida había todo un séquito de gente de la dirección en el estudio. Yo estaba nerviosa pero me despedí tranquila, agradecí a mis compañeros y me fui”, dice. En su lugar, tiempo después, llegó Ana Nahúm. El programa siguió creciendo y fue clave para que poco después Puglia fuera convocado por Canal 10, donde brilla hasta la actualidad.

Foto: Archivo (Darwin Borrelli).

Exilio. Si bien Shymitzk tenía la posibilidad de seguir con el programa 2010, que era producido por ella misma y su hermana, la salida de TVEO a diario la afectó. Además, la mayor parte de su familia había emigrado a España en momentos en que todos en el país tenían algún familiar o amigo que había optado por hacer las maletas y seguir con su vida fuera de fronteras. La crisis de 2002 asomaba en el horizonte.

La comunicadora se terminó de decidir cuando fue convocada por las autoridades de la época de Islas Canarias. Durante una visita a Uruguay la habían visto trabajar en Canal 5 y le propusieron la realización de programas en tierra canaria. Allá se fue Shymitzk con su camarógrafo e hizo varios programas de 2010 pero en versión española. Este ciclo se terminó cuando cambió el gobierno de Canarias y se quedó sin respaldo.

Entre volver a Uruguay y quedarse en España dedicada a otra actividad, Katherin Shymitzk optó por quedarse. Con dinero de sus ahorros “montó” (no dice abrió o fundó) una inmobiliaria. Le fue bien pero siempre mantuvo coqueteos con su vocación de comunicadora: participó en programas de radio y de TV en España y hasta la actualidad tiene lazos con medios en Uruguay. Es, por ejemplo, la corresponsal en Madrid del programa Estado de situación, en Radio Oriental.

En lo personal, tenía 32 años cuando a través de una aplicación de citas conoció a su actual pareja. Tuvieron un hijo. “Hasta ese momento no había tenido tiempo de formar una familia”, comenta.

Después de la inmobiliaria siguió una carrera ejecutiva en varias empresas. En la actualidad forma parte de Thermomix, la compañía de electrodomésticos, donde se desempeña como jefa de ventas.

Lo último que hizo en materia televisiva fue el proyecto Uruguayos, ¿dónde fueron a parar? Grabó varios capítulos con historias de vida de uruguayos migrantes. Con la intermediación de Sergio Puglia, lo presentó en Canal 10 pero en ese momento Saeta estaba en plena producción de Uruguayos en el mundo, un formato similar con la conducción Aureliano “Nano” Folle.

En materia laboral y familiar, Katherin Shymitzk tiene su vida hecha en España, pero sigue extrañando Uruguay. “Es como dice la canción: no soy de aquí, ni soy de allá”, asegura.

“Extraño los ambientes, los aromas… la comida. Si bien la cocina mediterránea es muy buena, me encantan los platos uruguayos. Eso de comer en el típico carrito de chorizo e ir al estadio. Me muero por una tarde así”.