Redacción El País
Se había alejado de la industria teatral hacía cinco años. Había dejado atrás sus estudios de comedia musical y los espectáculos que integró en Montevideo y Madrid para trabajar como estilista en el negocio de su familia. Pero una propuesta le dio un giro inesperado a su vida. Un amigo le sugirió audicionar para La Caja Mágica, espectáculo de Disney en Buenos Aires, y partir rumbo al casting significó un camino de ida.
Nick Martínez, actor y cantante montevideano de 28 años, fue seleccionado para la obra y así se reencontró con su pasión profesional. Instalado en la capital argentina, siguió trabajando con Disney y el destino le dio tiempo después la oportunidad de integrar el elenco de La Sirenita en el teatro Gran Rex, que batió todos los records de taquilla. "Nos vio más gente que a la obra de Casados con Hijos", asegura orgulloso quien le dio vida a una de las siniestras anguilas que acompañan a la villana Úrsula
El telón del espectáculo submarino bajó y el artista ya se encuentra audicionando para sumar nuevas experiencias en el circuito del teatro porteño. En diálogo con El País, Martínez mira para atrás y habla de sus vivencias como parte del fenómeno que fue furor en vacaciones de julio. Además, saca a la luz algunos tragos amargos del show business, como su fallido paso por el reality La Voz Uruguay de Canal 10. "No la pasé para nada bien", revela.
-Después de hacer comedia musical durante varios años, quedaste en un casting en 2023 para trabajar en un espectáculo de Disney en Buenos Aires, ¿cómo recordás aquel salto?
-Un amigo me dijo que había un proyecto de Disney para audicionar en Buenos Aires. Fui y cuando me dijeron que había quedado me tuve que mudar para allá. Me encontré de vuelta con el arte después de cinco años de estar alejado del teatro. Instalarme en Buenos Aires implicaba dejar el negocio familiar en el que trabajaba e irme del país por tercera vez. Pero todo funcionó bien. En Argentina tuve un recibimiento de compañeros que nunca había tenido. El espectáculo se llamaba La Caja Mágica y me permitió quedar en contacto con Disney.
-¿A partir de ese trabajo te convocaron este año para estar en La Sirenita este año?
-Sí, este año me llamaron para audicionar para La Sirenita. Me dijeron que preparara el personaje de Eric, aunque yo me imaginaba que no daba para ese rol. Estudié un montón y audicioné en el Gran Rex. A los dos días me llamaron para decirme que no daba con el perfil, pero que me querían tener en cuenta para otro personaje. A las dos semanas me volvieron a llamar y quedé para el personaje de la anguila.
-¿Cómo fue esa experiencia?
-Fue un trabajazo. Armaron la fórmula perfecta entre el equipo de producción, la dirección, la puesta en escena, un elenco en el que había figuras como Osvaldo Laport, José María Listorti, Evelyn Botto, Pablo Turturiello y la elección de Albana Fuentes como protagonista. Ninguno de nosotros estaba preparado para lo que terminó siendo. Fue récord en todo sentido. Vendimos más entradas que la obra de Casados con Hijos y no hubo una sola función en la que la gente no se parara a aplaudir.
-Además de hacer de anguila, eras el suplente de Pablo Turturiello, que era el príncipe, y tuviste que desempeñar ese rol en una función.
-Lo más difícil fue el doble trabajo de aprender lo que tenía que hacer yo y a su vez estar con un ojo viendo lo que hacía Pablo porque cualquier día me podía tocar a mí. Por contrato se me había ofrecido un personaje y a la vez se me había dado un trabajo de cover que se paga aparte.
-¿Cómo reaccionaste el día que te dijeron que Pablo no podía ir a la función?
-El día anterior Pablo me dijo que se sentía raro de la voz y que estuviera atento. Al día siguiente yo estaba dando clase y me llegó un mensaje de la producción para decirme “hoy salís en el lugar de Pablo”. Lo primero que hicimos fue revisar el vestuario y hablar mucho con Albana (Fuentes). Por más que yo tuviera aprendido el papel, hay muchas cositas que le van poniendo los actores y ellos ya tenían mucha complicidad entre sí. Yo estaba tranquilo que lo había preparado y sabía que si me moría de ansiedad no lo iba a hacer bien. Igual uno no está exento de cometer errores y claro que tuve algunos, pero es una posibilidad que se da una sola vez y hay que disfrutarla. También pasa que todo el elenco ayuda y están todos a disposición. Todos fueron muy buenos compañeros.
-¿Cómo fue la convivencia con tantas figuras importantes que imagino que admirabas?
-Pocas veces en la vida uno tiene la posibilidad de trabajar con figuras con Laport o Listorti. Y en el back yo tenía la opción de charlar con ellos. Con Osvaldo compartí mucho tiempo y me di cuenta de que es lo que quiero ser el día de mañana cuando siga trabajando de esto: quiero esta humildad, esta buena onda y este compañerismo. Con la que pasé más tiempo fue Evelyn, que era mi mamá en la obra y nos llevamos bárbaro. Todo lo que hacía era con ella.
-Se dice que está saliendo con Fede Bal, sería como tu padrastro entonces.
-Te juro que no tengo idea de eso. Hablé hace un par de semanas y hablamos de otra gente con la que ella estuvo, pero jamás me habló de él. Yo no miro televisión y no lo conozco tanto.
-Mirtha Legrand fue a ver el espectáculo, ¿cómo recordás esa noche?
-Hubo todo un protocolo especial. Primero entra el público y quedan los lugares de Mirtha vacíos para cuando ingresa ella. En ese momento se pone su canción. Al final Listorti la invita a decir unas palabras y ella dice que le encantó el espectáculo y le recordó a su infancia. No me saqué una foto, pero me alcanza con que me haya visto trabajar. Nos sacamos con varios famosos que fueron al meet and greet, como Edinson Cavani.
-Había seis uruguayos en el elenco, ¿identificás alguna característica en común?
-Entendemos más lo que implica estar parados en el escenario del Gran Rex. Hay un tema de asumir el peso que tiene irnos del país y estar trabajando en otro lugar. Valoramos más la situación que estamos viviendo.
-¿Te afecta haberte tenido que ir de Uruguay para realizarte profesionalmente?
-Mi proyecto final en el secundario era si se podía vivir de arte en Uruguay. Yo creo que sí, pero una cosa es vivir el arte y otra vivir de ser un artista en escena. Ahí las posibilidades son limitadas. Hay que dar clases o buscarle una vuelta. Yo creo que es posible, pero también pasa que al ser una industria tan limitada se generan unas vibras que no son las ideales.
-¿En qué sentido?
-Como es una industria tan chica hay más roces en cuanto a quién se queda con cada papel. Es más difícil abrir la cabeza y eso limita a nivel artístico.
-¿Recordás una mala experiencia?
-A mí lo que más me frustró fue no quedar en el espectáculo Despertar de Primavera, para el que audicioné cuando se hizo en Uruguay. Yo había hecho El Club del Hit y toda mi generación había audicionado para este nuevo espectáculo. No quedar fue un gran tortazo. En el momento me dolió y me terminé yendo a trabajar a España. Al final se hicieron solo dos funciones y la bajaron porque no funcionó. Con el tiempo me di cuenta de que tal vez no era el momento. Las primeras veces que te dicen que no son las más difíciles de tragar. Si me toca volver a trabajar en Uruguay lo haría feliz, y además ahora estoy más preparado para enfrentarlo.
-Estuviste en La Voz Uruguay, ¿cómo fue esa experiencia?
-No la pasé para nada bien. Soy muy sensible para esos formatos y no aguanto lo que implica exponerse. Me acuerdo que me llamaron para audicionar en la primera temporada. Fui a la preaudición y me preguntaron mucho de mi vida personal. Cuando me enteré que quedé hice móviles en varios teatros, me hicieron varias entrevistas y grabé varios testimonios. Me di cuenta de que les interesaba mi perfil porque sentía que me daban mucha importancia. Grabamos la parte de la entrevista con mi familia y Natalia Oreiro y al otro día se grababa mi “audición a ciegas”. Sin embargo, me avisaron que Natalia tenía Covid y cuando me hicieron el test a mí también me dio positivo.
-¿Natalia Oreiro te contagió de Covid?
-Creo que sí, aunque capaz que fue otra persona. El tema es que nos agarramos Covid la última semana que se grababan las audiciones y como no pude ir a grabar me sacaron sin mucha explicación. Yo había ido a notas y había grabado un montón de cosas para el programa. Ellos usaron esas imágenes, pero me dejaron afuera sin poder grabar la audición. Nunca llegué a participar del programa y todo el material que usaron no fue remunerado ni estuvo autorizado.
-¿No te llamaron para la temporada siguiente?
-Sí, pero fue distinto. En la previa me di cuenta de que les interesaban más otros perfiles porque ya no me daban la importancia de la vez anterior. Hice la audición a ciegas y a la ronda siguiente me pusieron a competir contra una chica con una canción que era de mujer. No fui para nada favorecido y mi actuación fue malísima. No volvería a exponerme en un formato que no cuida al artista. Al menos yo no me sentí cuidado cuando participé en La Voz Uruguay. Si lo hubiera grabado después de estar en Argentina probablemente hubiera hablado en el momento.
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