"Dimensión Cuir": el espectáculo de cultura Ballroom que vuelve al Solís para celebrar el mes de la diversidad

Pady Jeff y Sabrina González hablan del espectáculo interdisciplinario que regresa a la Zavala Muniz del Solís que combina música, danza, actuación y artes visuales, y narra la cultura del Ballroom.

Imagen de "Dimensión Cuir".
Imagen de "Dimensión Cuir".
Foto: Santiago Pérez.

A días de llegar al Teatro Solís, Pady Jeff y Sabrina González, parte de Dimensión Cuir hablan de este espectáculo que combina música, danza, actuación y artes visuales para narrar la historia y fuerza de la cultura ballroom. Este 10 y 11 de setiembre, en el mes de la diversidad, Dimension Cuir vuelve a la Zavala Muniz.

La charla con Pady Jeff, drag queen referente en Uruguay, y Sabrina González, madre de la House of Glama e integrante del elenco, deja en claro que lo que se verá sobre el escenario del Solís no es solo una obra artística, sino también un gesto político y cultural.

“Estamos con los últimos preparativos, con bastante ansiedad, pero bien encaminado todo. Es un momento de mucha expectativa, de nervios lindos y de trabajo intenso”, cuenta Jeff sobre los días previos al estreno de la cuarta edición de Dimensión Cuir en el Solís.

Imagen promocional de "Dimensión Cuir".
Imagen promocional de "Dimensión Cuir".
Foto: @_fotomartenuy, @shazigorraph.uy

El proyecto nació bajo el nombre de Dimensión Polenta, impulsado por la House of Polenta, y con el tiempo se transformó y adoptó una nueva identidad: Dimensión Cuir. Hoy llega a su cuarta edición consecutiva en el Solís, consolidándose como un espacio de creación y memoria.

Para Sabrina González, el espectáculo tiene un trasfondo que lo vuelve único: “Hace casi diez años que estoy involucrada en la cultura ballroom, primero como jurada en diferentes eventos, y después como madre de una casa. Dimensión Cuir narra esa historia: la de una cultura que nació en los años 60 y 70 en Harlem como contracultura frente a la discriminación étnico-racial, la homofobia y la hegemonía heteropatriarcal”.

El ballroom, explica, siempre fue un espacio de resistencia y contención. “Reunió a personas que atravesaban desigualdades y riesgos, y generó estrategias de activismo artístico para sobrevivir y encontrarse desde otro lugar. También tiene un costado de reparación histórica: traer esa memoria y ponerla en contexto en una obra es un gesto político muy fuerte”.

Si bien la serie Pose, de Ryan Murphy, disponible en Disney+ y ambientada en los años ochenta en Nueva York, popularizó a nivel global la cultura ballroom, en Uruguay esta comunidad comenzó a tomar forma en 2018. Ese año se realizó la primera Kiki Ball en el país, dando lugar a un movimiento que no dejó de crecer.

Imagen de "Dimensión Cuir".
Imagen de "Dimensión Cuir".
Foto: Santiago Pérez.

“En Uruguay ballroom tiene sus particularidades. Nace con necesidades concretas de nuestra comunidad. Yo soy madre de la House Lulama, que nació en 2019 como la segunda casa del territorio. Hoy ya existe una escena organizada, con casas y también con les 007, que son quienes participan pero no integran una casa específica”, detalla González.

En paralelo, el drag también se expandió y dejó de ser un tabú. “El drag y el ballroom están hermanados. De hecho, ballroom surge en gran medida a partir de un concurso drag donde se discriminaba a personas afro y trans. Crystal LaBeija fue clave en señalar esa injusticia y generar espacios alternativos. Desde entonces, drag y ballroom se cruzan y se potencian”, agrega Jeff.

Llevar esta propuesta al escenario más emblemático del país es, para sus protagonistas, un hecho histórico. “Cuando tenía 19 o 20 años participé de la primera Kiki Ball en el Solís y fue un momento bisagra. Para una feminidad gorda, por ejemplo, era muy difícil imaginarse en un escenario así, porque los espacios artísticos suelen estar marcados por la hegemonía. Hoy poder estar con un elenco completamente disidente, con una obra que trabaja la memoria y la reparación histórica, es muy importante”, recuerda González. Así, Dimensión Cuir rescata categorías propias del ballroom como Runway, Face o Vogue Femme, que conviven en escena con danza contemporánea y artes visuales. Todo se articula desde una lógica de comunidad, porque como señala Pady Jeff: “Es una obra hecha desde y para las disidencias. Es un orgullo enorme poder ocupar estos espacios y narrar nuestras realidades”

“Algo que me enorgullece es que todes quienes participamos en la obra somos parte de la comunidad LGBTQI+. Eso le da una fuerza distinta, porque compartimos vivencias y formas de vivir el arte y la vida”, enfatiza Jeff.

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