César Bianchi revela cómo está hoy su relación con Ignacio Álvarez: "Nos cruzamos y..."

El periodista acaba de lanzar su libro de entrevistas "(Casi) todos son felices" y recuerda su alejamiento de "Santo y Seña" a ocho años de la renuncia.

César Bianchi.
César Bianchi.
Foto: Javier Noceti

Para este verano, César Bianchi se propuso reunir sus mejores entrevistas en un mismo libro. El resultado se llama (Casi) todos son felices y cuenta con revelaciones de destacadas figuras políticas, del espectáculo y del deporte. El periodista habla sobre su nueva publicación y confiesa cuáles fueron los entrevistados que quedaron molestos. Además, a ocho años de su polémica salida de Santo y Seña, lamenta: “No volví a tener oportunidades en la televisión privada".

-¿Cómo hiciste la selección de entrevistas que incluiste en el libro (Casi) todos son felices?

-Quería que fueran entrevistas bien distintas. Elegí algunas por el personaje y otras por la historia que cuentan o por lo reveladoras que fueron sus confesiones. Carlos Silva Valiente, por ejemplo, es un personaje que la gente puede no conocer pero es el presidente del círculo militar. En la entrevista negó la dictadura y que hubiera desaparecidos. Elegí esta nota por lo que dijo y porque representa a un montón de gente que piensa como él (a mí no). La charla con (Fabián) O'Neil me gustó muchísimo. Él se sentía recuperado y menos de un año después termina falleciendo. Nahuel Tuyá contó que tuvo que dejar el fútbol porque se dio cuenta que le hacía mal. Dejó un equipo de primera división y se volvió a San José porque sufría depresión y ataques de pánico.

-¿Qué aprendiste de tus entrevistados?

-Aprendí de política con políticos, de música con músicos, de literatura con escritores. No hay forma de no aprender. Además trato de sacar algo positivo de cada uno. Me pasa muchas veces de entrevistar a alguien que a priori me cae mal o que tengo ciertos prejuicios, pero después si estás hablando una hora con esa persona un poquito te compra. Las entrevistas me permiten dejar atrás esos prejuicios, o al menos entender a la persona con la que estoy hablando.

-¿Se enojó alguno?

-Intento que la otra persona no sienta que estoy haciendo ataques personales sino que estoy trabajando. Pero es cierto que dos por tres se han enojado, sobre todo por los titulares. En esos casos tenés que terminar explicándoles de periodismo.

-¿Quién se enojó más?

-No te puedo decir, pero me acuerdo que Marcos Da Costa se enojó y me negó que había dicho algo que estaba en la grabación. También me ha pasado de artistas que se enojan cuando se les pregunta por política, en especial cuando después los critican en Twitter.

-Cerrás tus entrevistas preguntándole a tus entrevistados si son felices, ¿cómo surge esa inquietud?

-Buscaba algo que le diera un sello personal a las entrevistas y se me ocurrió eso. Algunos me tomaban el pelo por esa pregunta, pero hay mucha gente que empieza a leerlas por el final para ver específicamente esa respuesta. Algunos entrevistados hasta se ofendieron por esa pregunta. Gerardo Caetano se ofendió y me pidió que no se la hiciera. Entendía que era muy personal.

-¿En tu caso cuál sería la respuesta?

-La gran mayoría dice que es feliz aunque no lo sea. Yo hoy soy muy feliz por algunas cosas que se han dado en mi vida. Estoy muy bien emocionalmente. Voy a ser papá por primera vez a los 46 años.

-¿Hubo etapas de tu vida en las que la hayas perdido por completo?

-Por completo no, pero hubo años en los que fui poco feliz. Hoy estoy en paz conmigo.

-¿Cómo te preparás para enfrentar la paternidad?

-Con clases de parto, estando pendiente de mi mujer y viendo todos los videos que me manda. Estoy dispuesto a sorprenderme.

-¿Era algo pendiente?

-Sí, te confieso que era un pendiente desde hace mucho tiempo. Con parejas anteriores había querido y por distintos motivos nunca se había dado. Con mi pareja actual todo fluyó más rápido. Me hubiese gustado ser papá más joven, pero terminé entendiendo esa frase que dice que todo pasa en el momento que tiene que pasar. El momento es ahora.

César Bianchi
César Bianchi
Foto: Javier Noceti

-En el último año volviste a la pantalla de la mano de la versión televisiva de Seré Curioso e integrando el equipo de Buscadores, ¿te hacía falta para sentirte completo profesionalmente?

-Para completarme profesionalmente no. El periodismo más riguroso es el escrito. Si vas a investigaciones periodísticas que terminaron con renuncias de vicepresidentes o ministros fueron trabajos de periodismo escrito. Yo extrañaba el periodismo en televisión porque es un lugar en el que me siento cómodo y en el que creía que tenía mucho para dar. Estoy agradecido con Sergio (Gorzy) por convocarme para Buscadores, y tener mi programa propio es un plus.

-¿Qué te da la televisión?

-Que te vuelvan a saludar en la calle. Ahora me hablan con confianza, me dicen “Checho”. No sé si mucho más. El periodismo que me hace sentir más orgulloso es el escrito.

-Disfrutás que te reconozcan en la calle.

-Está bueno. Es un mimo, un reconocimiento. Pero hasta ahí, no le doy mayor importancia.

-¿En algún momento se manejó la posibilidad de que vuelvas a Santo y Seña?

-No, nunca estuvo sobre la mesa. No he vuelto a tener un acercamiento con Nacho (Álvarez). Nos cruzamos un par de veces y solo nos saludamos.

-¿La forma de la que te fuiste de Santo y Seña fue un obstáculo para volver a la televisión?

-Claramente lo fue. Me costó levantar prejuicios y me sigue costando. Pero miro la parte llena del vaso.

-¿Sentís que te cobraron de más aquel video en el que mantenés un diálogo impropio con un inspector de tránsito?

-No tengo dudas de que la penitencia sigue siendo exagerada para los canales privados. No volví a tener oportunidades laborales en ninguno de ellos. Estuve cerca más de una vez, pero llegaba hasta la orilla y me quedaba ahí.

-¿Hoy querés volver a la televisión abierta?

-Me gustaría. Tengo las condiciones y la carrera como para aportar en la televisión abierta.

—¿Cuáles son tus expectativas para este año electoral?

El sistema político tiene que elevar la vara y discutir los temas en serio. Quisiera que se dejen de pasar facturas constantemente y piensen políticas de Estado de verdad.

—¿Te terminás definiendo en cada elección por alguno de los candidatos?

—No voto en blanco, he votado a todos los partidos. Siempre me hice cargo del voto. En cada campaña elijo más al candidato y a su equipo. He votado al Partido Independiente más de una vez sabiendo que no iba a ganar pero quería fortalecer esa fuerza política en el parlamento.

—¿Ya lo tenés definido esta vez?

—No, estoy entre dos de partidos distintos.

—¿Creés que va a ganar el oficialismo o la oposición?

Creo que va a haber un ballotage entre (Álvaro) Delgado y (Yamandú) Orsi. El oficialismo tiene buenos argumentos de querer continuar, sobre todo por la primera mitad del período, y el Frente también tiene mucho para pegarle al gobierno, especialmente por la segunda mitad. No me llamaría la atención que gane ninguna de las dos opciones.

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