Redacción El País
Se definió como un estudiante bohemio, poco amigo de lo académico, aunque afín a la lectura. A Juan Miguel Carzolio le interesaban la filosofía y el derecho —incluso llegó a entrar a facultad—, y estudió Comunicación, pero no se licenció: le faltó la tesis. Se enfocó en la publicidad, pero en 2002 repartió currículums por doquier, lo llamaron de Radio Sarandí y terminó en Cierre de jornada (hoy Hora de cierre), como asistente de producción.
Dio el salto a la conducción en ese mismo programa en 2010. Una década después le tocó asumir el rol de Nacho Álvarez al frente de Las cosas en su sitio, haciendo dupla con Iliana Da Silva.
También formó parte de Desayunos informales (Teledoce) y Polémica en el bar (Canal 10). Desde este año integra el staff periodístico de Punto de encuentro (Radio Universal), junto a Victoria Rodríguez y Leo Sanguinetti.
Es hincha rabioso de Peñarol, aunque sus momentos más gloriosos en la Liga Universitaria —donde es el goleador histórico con más de 400 tantos— los vivió de la mano de Nacional Universitario. Con ese cuadro se fue de gira por Europa, Estados Unidos y México, donde incluso lo tentaron para jugar profesionalmente.
El martes cumple 45 años y, por ese motivo, te contamos cinco curiosidades que quizás no conocías sobre este periodista.
Se peleó con Nacho Álvarez
El cruce fue en 2023, cuando Carzolio cuestionó con dureza a Nacho Álvarez por sus comentarios al vocero estudiantil Gerónimo Sena en una entrevista en La pecera (Azul FM). “Me dan ganas de chaparte de los pelos como agarro a mi hijo”, le dijo Álvarez y avivó la polémica. Desde Las cosas en su sitio (Radio Sarandí), Carzolio rechazó el tono paternalista y cuestionó que alguien “con una vida adulta y con excesos, como conducir a alta velocidad o consumir sustancias ilegales”, hable así.
Álvarez respondió al aire y fue al hueso: “¿En serio, Juan Miguel, vos me estás hablando a mí de consumir sustancias?”. Aseguró que lo dicho era un ataque personal y que cruzaba límites.
Poco después, en diálogo con El País, Carzolio negó que su comentario fuera personal y afirmó que, de seguir trabajando juntos (fueron compañeros en Sarandí), también le hubiera marcado su desacuerdo. Aclaró también que el tema de los “excesos” lo habían conversado varias veces: “Todos los cometimos en algún momento”.
Perder a su mejor amigo lo marcó
Una tragedia marcó para siempre su vida. Hace unos 23 años perdió a su mejor amigo, Felipe, a causa del cáncer. Hasta hoy lo recuerda con profundo dolor y ternura en la radio, en redes o en los partidos de Peñarol. En 2011, cuando el Tanque Silva erró un penal con Vélez ante el mirasol, sintió su presencia avisándole que no sería gol. “Lo sentí antes”, le confesó a Domingo. Y se ahogó de tanto llorar esa noche que Peñarol pasó a la final de la Copa Libertadores.
“Desde que me levanté no puedo pensar en otra cosa”, dijo al recordarlo al aire en un aniversario de su muerte. “Me marcó para el resto de mi vida. Siempre lo recuerdo con la sonrisa con la que se fue”, confesó esa vez con la voz quebrada.
Pudo ser futbolista profesional
Jugó 25 años en la Liga Universitaria y se convirtió en goleador histórico. Pasó por La Marea (el cuadro de sus amigos, que se fundó en su casa y él bautizó) y San Juan, y vivió la gloria en Nacional Universitario, aunque es hincha rabioso de Peñarol. Fue en una gira con ese cuadro que lo tentaron en México.
“Jugamos cinco días en la altura, me esguincé y jugué el último partido vendado”, contó en Todo Liga sobre esa vez que se le acercaron para ofrecerle jugar a nivel profesional en aquel país. “Era jugármela para algo que había resuelto que no era lo mío. Preferí seguir con mi vida, mi familia y mi carrera acá”, dijo el que viajó por Europa gracias al fútbol y La Liga entre 1999 y 2003. “Tenía 19 años, era impensado”, resumió.
Ser padre lo transformó
En nota con El País, habló abiertamente sobre su experiencia con el consumo problemático de alcohol, una situación que lo afectó más de lo que esperaba. Si bien no llegó a ser una adicción, reconoció que el alcohol fue una forma de evadir dificultades personales. Al advertir el problema, buscó ayuda profesional, inició un tratamiento psiquiátrico y logró controlar su consumo.
“Me gusta hablarlo porque tenemos que empezar a romper tabúes sobre la salud mental y las adicciones”, dijo. Contó que la paternidad cambió su vida profundamente y que apuesta por una relación cercana y abierta con sus hijos para que puedan hablarle sin miedo sobre cualquier tema.
El periodista también se manifestó a favor de la legalización de todas las drogas, argumentando que las políticas represivas han fracasado y que entiende que la educación y el control son caminos más efectivos para enfrentar el consumo problemático.
Casi lo echan del liceo
Confesó en PH (Canal 4) que nunca logró adaptarse al sistema educativo tradicional, y en una nota con Esdrújula TV se definió como un “estudiante bohemio”. Desde chico tuvo mala conducta y estuvo a punto de ser expulsado del liceo por no poder quedarse sentado en clase.
Aunque recuerda con cariño los recreos y los amigos, el salón de clases fue “una tortura”. Se aburría y ahora, con sus hijos en edad escolar, le preocupa si la educación cambió lo suficiente para ofrecerles una experiencia distinta. Cree que el sistema debería enfocarse más en los intereses individuales y en el trabajo en equipo, en lugar de las notas y comparaciones desde tan temprano.
-
Victoria Rodríguez contó que está dando una de las batallas más importantes de su vida: "Lo hago porque..."
Nueva baja en Radio Sarandí: otra figura deja la emisora luego de siete años y así fue su emotiva despedida
Las vacaciones de alta gama de Julio Ríos en el Caribe: descapotable, moto de agua, asado y piscina en la playa