Por Nicolás Lauber
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El mes pasado, la periodista Camila Pírez regresó a Telenoche. De lunes a viernes se encarga de dar las noticias internacionales en el informativo central, y los sábados a la tarde se encarga de la conducción junto a Nicolás González.“De a poquito me estoy adaptando a las rutinas”, comenta Pirez a Sábado Show.“Me sumé al informativo a mediados febrero. Estuve una semana preparándome y conociendo nuevas herramientas para editar, entendiendo la lógica del informativo. Fue una semana de entrenamiento y después ya salí al aire”, agrega.

En esta entrevista con Sábado Show, Pirez habla del volver a su primer canal de televisión, lo aprendido en el ciclo Periodistas: toda la verdad de Canal 5 donde trabajó junto a Jorge Traverso y Alfonso Lessa. También sus planes de boda y la posibilidad de agrandar la familia.

—¿Costó amoldarse al nuevo informativo?
—Sí. Más allá que al lugar lo conocía y a algunas personas también, es un regresar después de casi siete años. Me había ido en 2017 con la idea de seguir estudiando. El equipo de Telenoche ya viene trabajando desde hace meses en cómo encarar el informativo y con varios cambios que querían hacer, entonces fue sumarme a una propuesta encaminada con el desafío de sumar desde mi lado. Es sumar por la experiencia de haber estado allí, de haber incorporado miradas de los lugares en los que estuve, y sobre todo con muchas ganas de aprender.

—Siempre se puede seguir aprendiendo.
—Totalmente. Ahora es adaptarse a los tiempos del informativo. La radio me aporta un montón todos los días y es toda una experiencia pero la dinámica del informativo es otra. Los tiempos, la duración de los tapes, los temas a elegir, y después todo el trabajo en equipo. Porque el trabajo es fruto de lo que hacemos todos, porque al aire hay una persona pero atrás está el equipo de control, la parte de edición, el trabajo con los presentadores. Es todo un engranaje del que una es una partecita porque hay todo un equipo detrás. Entonces en las primeras semanas fui ingresando en todo ese trabajo que es enorme.

—Claramente es mucho más que solo decir las noticias.
—Además de la salida al aire hay que preparar los informes, ver qué es lo que vamos a compartir en el día, qué es lo más destacado. Se hacen reuniones donde una va intercambiando ideas.

—En Telenoche, de lunes a viernes te encargas de las noticias internacionales, lo que no es nuevo para tu carrera.
—Sí, había hecho hace años el informátivo de la Alianza Informativa Latinoamericana en el 4 que era de información internacional que salía bien temprano pero el desafío creció. En las noticias internacionales hay que consultar varios sitios y fuentes de información, estar atentos a las agencias y pensar cómo compartir las noticias. La idea tambien es hacerlas más cercanas, con una mirada humanitaria para continuar con el trabajo que se viene haciendo en la sección y generar nuevos contenidos. Después los sábados es la lógica del informativo: presentar las noticias con Nicolás González con quien nos conocíamos de VTV y de trabajar en coberturas a la calle, así que nos llevamos bien y nos entendemos.

—Estuviste en Periodistas de Canal 5, ¿qué te dejó ese programa?
—Fue una muy buena experiencia. Primero por el trabajo con los colegas y también porque podía proponer informes. Abordamos varios temas desde el área social y varias historias de vida, temas vinculados con la salud. Fue una buena experiencia de abordar temas, encontrar las historias detrás de eso y de poder presentarlas en el espacio y compartirlas con el equipo. También hacía entrevistas de actualidad, así que fue un buen año de aprendizaje. Después surgió esta oportunidad de volver a Telenoche y se dio el cambio, pero fue muy buena la experiencia en Periodistas.

—Volver a Telenoche es regresar a tu primera casa, donde habías llegado antes de terminar la facultad.
—Sí, arranqué como una pasantía mientras estaba estudiando todavía y algo que era por tres meses, me terminé quedando. En la facultad te dan todo lo teórico y algunas prácticas, pero es en el ámbito del trabajo donde te ponés a prueba y también ves si realmente te gusta y si es por ahí tu vocación. Para mí fue el lugar que me dio mis primeras herramientas.

—Ahora te encuentra con más experiencia y más estudios.
—Sigo siendo la misma persona, pero todo pasa por algo. Las distintas etapas, te van aportando distintas cosas como el haber seguido estudiando, el pasar por otros canales y ámbitos, incluso una ONG. Son experiencias que a uno le van dando otro bagaje y ahora, para la vuelta una cuenta con más herramientas, pero sigo siendo la misma, con las mismas ganas de seguir descubriendo cosas nuevas e intercambiando con los demás para seguir construyendo. Creo que todo es por algo, que con cada etapa y lugar, uno va uniendo los puntos y va entendiendo el porqué del recorrido. A mí me sirvió mucho para darme más seguridad, confianza y para ir desarrollando una mirada particular y en equipo. Creo que es desde ahí desde donde las cosas van evolucionando.

—¿Puede ser que te estés por casar?
—Sí, fue dando todo junto (risas). Es algo para la familia y amigos pero hay que organizar. La propuesta vino en octubre, quisimos hacer algo chico pero todo lleva su tiempo y lo estamos tratando de disfrutar. Lo grande lo habíamos decidido antes del cambio de trabajo pero todavía siguen quedando detalles que los voy armando en los ratitos. Lo estamos haciendo de la forma que queremos hacerlo, no quisimos que sea algo demasiado formal, tratando de encontrar las cosas que más nos representan. Hoy las bodas tienen esa carga de las cosas que uno tiene que hacer, pero también es preguntarnos ante cada cosa: ¿queremos hacer esto?, ¿cómo lo queremos hacer?. Es importante disfrutarlo y ser fiel a la pareja, a los que nos gusta. No queremos ni más ni menos. En eso estamos. Por suerte Christian se interesa bastante, no puedo quejarme porque participa del proceso, elige conmigo y eso está bueno. Se organizó un Excel, y nos coordinamos lo que no siempre pasa.

—Así que están bien organizados.
—Sí, porque estamos en las últimas semanas y hay que ver lo que falta. Christian (es argentino y se conocieron cuando Camila estudió en Buenos Aires) es ingeniero y tiene más esa cosa de armar. Yo soy más volada, de hacer las cosas por instinto, encontrar las cosas por lo que me gusta, y él es más organizado, pero nos complementamos. A veces tenemos reuniones para ponernos al tanto de lo que hicimos, casi siempre estoy en falta yo, es terrible. Lo que tiene que ver con ideas, cosas creativas o detalles, lo conversamos y definimos. Lo hemos venido disfrutando desde ese lado, el poder ir eligiendo las cosas que nos representen, ajustado al presupuesto. Tratamos de no estresarnos porque hacemos lo que podemos en la medida que se puede, pero no quisimos darnos ese momento.

—Entonces no te convertiste en una “Bridezilla”.
—¡No! No sé cómo voy a estar en los últimos días, ahora me hago la canchera.

—¿Y ya se piensa en agrandar la familia?
—Por ahora no. Es un proyecto a futuro y lo hemos conversado, pero la verdad es que ahora los dos estamos con un montón de trabajo y enfocados en eso, pero que sea lo que tenga que ser. Más a futuro, sí. Es súper respetable la gente que no quiere. En mi caso fue un proceso de amigarme con el lado más de la maternidad, mi lado más femenino. Fue todo un trabajo de repensarlo muy bien, porque todas las formas son respetables, quienes deciden tener hijos como quienes no. Estoy muy abierta a escuchar todas las posiciones, y es algo que uno va construyendo, porque creo que es válido darse el tiempo, hacerse las preguntas y sobre todo conversarlo en pareja y dedicarle un tiempo.