Si bien Marina Berri es especialista en diccionarios, este alfabeto está atravesado por la narrativa, la crónica, el ensayo, e incluso, por la poesía. Cada letra del cirílico evoca algo de Rusia: desde la literatura clásica y las películas hasta la publicidad y las series de dibujos animados que la autora comparte con sus hijos. Alfabeto ruso es un vagabundeo azaroso por la cultura rusa, en especial por aquellas zonas que no están tan a la mano.
* Alfabeto ruso, de Marina Berri. Criatura Editora, 153 páginas.