María Sara Grippoli: la primera taekwondista uruguaya

Cada paso importa

María Sara Grippoli, primera taekwondista uruguaya en competir en unos Juegos Olímpicos.
María Sara Grippoli, primera taekwondista uruguaya en competir en unos Juegos Olímpicos.

La delegación que representó a Uruguay en París 2024 estuvo integrada por 25 deportistas de élite, anotados en nueve disciplinas.
Entre los representantes más jóvenes se encontraba María Sara Grippoli, abanderada junto a Emiliano Lasa, y la primera taekwondista uruguaya en competir en unos Juegos Olímpicos. Y no solo eso, junto a ella, el taekwondo uruguayo hizo su debut en París 2024. Una meta que se perseguía desde el año 2000. “Habiendo pasado unos cuantos meses, todavía no caigo. Sé que es algo enorme y agradezco haberlo vivido. Sabía que la chance de alcanzar una medalla era difícil, pero en ese momento lo entregué todo. Me llenó de enseñanzas, y quiero llegar de nuevo”.

El taekwondo es un arte marcial coreano cuyas raíces se remontan al año 57 a.C. Por entonces se conocía como taekkyon (pie-mano). Siglos después, en 1973, se fundó la World Taekwondo, y dos años más tarde abrió la primera academia profesional en Uruguay. La aparición olímpica del taekwondo se concretó como una demostración en Seúl 1988, y en Barcelona 1992. Recién en Sídney 2000 se incorporó a dicha competición. María Sara, que el 28 de diciembre cumplió 20 años, todavía no había nacido.

Comenzó su entrenamiento cuando tenía solo cinco. Su padre y su hermana mayor, Alfonsina (22), ya lo practicaban. Ahora hasta Guadalupe (15), la más pequeña de las Grippoli, entrena. Todos comenzaron en la Academia Team Lee, fundada por el Maestro Byung Sup Lee, introductor del Taekwondo en nuestro país. Al presente, además de su primera escuela en Montevideo, esta academia cuenta con sedes en Canelones, Colonia y Maldonado. Su director es Daniel Lee, hijo del fundador, y entrenador de María Sara.

Uno de los recuerdos más nítidos que ella tiene de sus comienzos es precisamente la familiaridad que sentía al entrenar. “Fui una niña más bien tímida en la escuela, pero en taekwondo sentía que era yo. Estaba muy cómoda”. La complejidad en su rutina aumentó, conforme fue superando las metas marcadas. El gran cambio para María Sara llegó a los 12 años, cuando comenzó a entrenar tres veces por semana. Rápidamente entendió que una decisión la llevaba a otra, y que se vive un día a la vez. En 2022 alcanzó la medalla de bronce en los III Juegos Sudamericanos de la Juventud en Rosario, Argentina. Cuando terminó el liceo se enfrentó a otro momento decisivo. Se inscribió en la Facultad de Ingeniería, pero a las pocas semanas viajó a Brasil por entrenamiento. Con el apoyo de su familia priorizó lo deportivo, fue superando etapas y torneos hasta que clasificó para los juegos de París. Uno de los más emotivos que recuerda lo vivió recientemente durante una competición en Paysandú, donde se dio cuenta que es una referente para las nuevas generaciones, y se sintió orgullosa.
“Hay mucha gente que me habla por Instagram, me hacen preguntas. Los niños más chiquitos me piden fotos. Es lindo saber que soy una inspiración también para mis compañeros. Estoy agradecida”.

Los próximos JJ.OO., que serán en Los Ángeles 2028, le parecen lejanos, pero para un deportista de alto rendimiento, la distancia y el tiempo es algo relativo. Ella sabe que quiere estar, sin embargo, se enfoca y se prepara para lo que llegará este mismo año. “Me gusta ir viendo todo a su tiempo. Primero los objetivos a corto plazo, llegar a cada torneo, y desde allí ir avanzando. Todo son momentos, y hay
que ver lo que pasa en cada uno”. Las próximas etapas marcadas para María Sara son los Juegos Panamericanos Junior en Asunción, y luego el Mundial de Taekwondo en Costa Rica.

Por su parte, Conrado González, secretario general de la Federación Uruguaya de Taekwondo, compartió algunos de los objetivos que se han trazado para hacer crecer el deporte en Uruguay, este 2025. Entre ellos se tiene en cuenta el de difundir su práctica no sólo como deporte olímpico, sino también como deporte paralímpico, y por supuesto seguir trabajando con cadetes y juveniles. “Luego de los JJ.OO. llegaron padres con niños que practicaban otros deportes, y que querían hacer taekwondo profesional. La federación tiene que trabajar para hacer posible el sueño de todos esos niños y jóvenes”.

Más en www.taekwondouruguay.uy

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