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El “Peque” Schwartzman se hizo gigante, sacó a Thiem de Roland Garros y avanzó a semis

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Diego Schwartzman eliminó a Dominique Thiem en Roland Garros. Foto: EFE.
YOAN VALAT

EN PARÍS

El tenis argentino vive horas de gloria en Roland Garros: Diego Schwartzman y Nadia Podoroska están entre los cuatro mejores del Grand Slam.

Luego de cinco horas y 10 minutos, Diego Schwartzman (número 14 del mundo) le ganó al austríaco Dominique Thiem en cifras de 7-6, 5-7, 6-7, 7-6 y 6-2 y se metió en las semifinales de Roland Garros, el tercer Grand Slam de la temporada de tenis.

El resultado hizo estremecer a toda Argentina, ya que el tenis albiceleste vivió un martes para el mejor de los recuerdos porque en la rama femenina Nadia Podoroska derrotó a la ucraniana Elina Svitolina por 6-2 y 6-4 para avanzar también a las semifinales en París.

El del “Peque” fue un triunfo magnífico después de perder el segundo y el tercer set. El argentino se rehízo y dejó por el camino nada menos que al número tres del ranking mundial de la ATP para avanzar a las semifinales de Roland Garros por primera vez en su carrera.

Asegurado el top ten del ranking mundial a partir del próximo lunes, Schwartzman espera ahora por el ganador del encuentro que jugarán el español Rafael Nadal y el italiano Jannek Sinner, que se enfrentarán a última hora en la cancha Phillipe Chatrier.

Histórico. Emocionante. Se trata de un martes fabuloso para el tenis argentino, porque unas horas antes, Nadia Podoroska superó a Elina Svitolina y alcanzó la misma instancia en este torneo parisino raleado en tribunas y condicionado por el viento y la lluvia. De hecho, la rosarina estuvo presenciando la gesta de su compatriota desde las tribunas de la Chatrier.

Nadia Podoroska en su épico triunfo en Roland Garros. Foto: EFE.
Nadia Podoroska en su épico triunfo en Roland Garros. Foto: EFE.

Al compás de este triunfo frente al tercero del mundo, el jugador formado en el Náutico Hacoaj se mete de lleno en la carrera por el Masters de Londres, que se jugará del 15 al 22 de noviembre.

"Este partido es muy importante para mí por la calidad de Thiem y porque es mi amigo en el circuito. Creo que al final, esta noche y después de cinco horas, yo merecía ganar. Estoy feliz no solo por las semifinales, sino también por lo que he jugado", comentó Schwartzman, con una sonrisa dibujada y frente a la mirada de su entrenador, Juan Ignacio Chela, secundado por el preparador físico Martiniano Orazi.

Schwartzman, que había alcanzado los cuartos de final en tres ocasiones en Roland Garros 2018 (cayó ante Nadal) y en el US Open, en 2017 y 2019, supo restablecerse en el primer set de un quiebre. El austríaco se adelantó 4-2, pero enseguida el jugador formado en el Náutico Hacoaj se repuso y recuperó su servicio en el game siguiente. Luego, en el tie break, dominó con solvencia y dio un gran primer paso. La diferencia estuvo en los errores no forzados: Thiem cometió 19, mientras que Schwartzman solo 11.

En el segundo set Thiem se adelantó al quebrar en el primer inicial, pero el Peque emparejó al romperle el servicio e igualar 3-3. Schwartzman desperdició una invalorable posibilidad de ponerse en ventaja 6-5: tuvo la chance de colocarse 15-40, pero falló una pelota increíble al lado de la red. Fue allí cuando el argentino entró en un laberinto mental.

Diego Schwartzman y Dominique Thiem en Roland Garros. Foto: EFE.
Diego Schwartzman y Dominique Thiem en Roland Garros. Foto: EFE.

Ya en el game siguiente, en el 15-30 con su saque, dijo: "Es increíble, me quedé enganchado en esa pelota que quedó en la red". Y en el 15-40, repitió: "Es increíble, estoy haciendo todo bien y me quedo por eso" y se señaló la cabeza. Así fue como perdió el parcial y se le escurrió una chance inmejorable para ganar el segundo set.

En el tercero, en medio de una dura puja de largos puntos, Schwartzman continuó con algunos lamentos. "No me sale, no me sale, le pongo garra pero no me sale". Una vez más, el Peque contó con una ocasión inmejorable: un set point para llevarse el parcial 6-4, pero siempre le dio una vida más a Thiem, que como buen N° 3 del mundo escapó de manera brillante de situaciones límite. Y ahí empezó la desesperación de Schwartzman en busca de respuestas e inició un diálogo con su entrenador, Juan Ignacio Chela. "No me digas más 'vamos'. Decime algo que me sirva para el partido".

Y luego de un intercambio de quiebres, el desarrollo condujo a un tie break, en el que Thiem prevaleció imponiendo su saque y su derecha. A esa altura, el partido llegaba a las 3 horas y 20 minutos de duración y le proponía un desafío muy mental a Schwartzman para el cuarto set, luego de haber desaprovechado varias oportunidades para desnivelar que lo terminaron frustrando.

Nadia Podoroska se metió en las semis de Roland Garros. Foto: EFE.
Nadia Podoroska se metió en las semis de Roland Garros. Foto: EFE.

En el cuarto set, una vez más, el Peque dejó pasar el tren: sacaba 5-4 y 40-0, pero un increíble passing shot de derecha del austríaco —uno de los mejores puntos del torneo— lo mantuvo a salvo y terminó emparejando el quiebre para quedar 5-5. La pulseada entre dos grandes amigos de ATP Tour alcanzó su punto máximo, con pelotas pesadas debido a la humedad de la cancha. Y en el tie-break, en esta ocasión, la balanza se inclinó para el argentino.

Así se fueron a un quinto set, en donde se lo vio al Peque mucho más entero físicamente. Paradójicamente, terminó siendo el set más sencillo para Schwartzman, que imaginariamente toma la mano de Nadia Podoroska. Juntos están reescribiendo los libros del tenis argentino.

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