El relato de Aldana Sabatel (28 años), una atleta de Maldonado, estremeció a miles de personas en redes hace más de un año. En un duro mensaje contó cómo sufrió abusos por parte de su entrenador cuando era juvenil, al punto que decidió abandonar la practicar deportiva. Tras su denuncia en redes le llovieron historias similares y la Confederación Atlética del Uruguay (CAU) optó por elaborar un protocolo para prevenir este tipo de situaciones. Hoy, tras más de un año de trabajo personal, hizo la denuncia penal contra el hombre y espera, con pocas esperanzas, una respuesta.

Sabatel empezó con el deporte desde muy chica y tras probar con varios encontró en el running su especialidad. Su talento la conectó con quien fuera su entrenador desde los 14 a los 19 años, ese mismo al que con 28 años denunció por abuso psicológico y sexual.

Las situaciones de violencia empezaron desde joven, relató. Sin embargo, mientras fue adolescente su rendimiento deportivo compensó los malos momentos. Tenía sponsors, ganaba carreras, medallas y bajó algunas marcas nacionales. La debacle vino alrededor de los 18 o 19 años, cuando una serie de lesiones provocaron que su rendimiento decayera. Cambió de entrenador y, finalmente, se desvinculó del deporte. “Si no era “Aldana atleta”, no sabía qué era. Dejé todo y me lancé a la nada”, relató a Ovación.

Las situaciones que vivió en su adolescencia la persiguen, aún, más de 15 años después: trastornos de sueño, inseguridad y problemas de alimentación, además de la culpa de creer que no hizo lo suficiente para alejarse de su abusador.

“Trabajé con él desde los 12 hasta los 19 años, toda mi adolescencia. El abuso psicológico lo vivíamos todos los que entrenamos con él. Nos maltrataba y, a las mujeres, solía decirnos que estábamos gordas. Eso me generó muchos problemas de imagen, me llevó a comer mal para la exigencia que tenía, perdí fuerza y no me salían los entrenamientos”, detalló.

En aquel momento, el sobreentrenamiento por competir sin parar durante alrededor de 18 meses le provocó trastornos del sueño y estuvo sin menstruar por tres años por los desbalances hormonales que tenía su cuerpo por el exceso de deporte.

Pero el abuso no era solo psicológico: “También hubo abuso sexual. Como atleta tenés que hacerte masajes porque las cargas de entrenamiento son duras. Una vez por semana nos hacíamos masajes para aflojar la carga. El que empezó a hacerlos era él, nunca me había hecho con nadie, era una niña. Como me los hacía tan fuertes decía que yo no aguantaba el dolor, entonces me tocaba para que recibiera el masaje. Realmente me tocaba hasta llegar al orgasmo. Yo no tenía idea, porque no conocía nada de mi sexualidad. Tenía 14 años y vivía en mi burbuja de solo ir a entrenar”, rememoró.

Luego que se lanzó a la “nada” tras dejar la carrera universitaria (medicina) y buscar su rumbo, Aldana buscó ayuda de todo tipo para comprender qué era lo que le sucedía y por qué se sentía tan mal.

“Cuando dejé el atletismo encontré en la espiritualidad y el yoga mi espacio para relajarme un poco”, reveló.

Fue precisamente en ese ambiente en el que un nuevo movimiento contra los abusos resonó en ella. “Hace un poco más de dos años en el mundo de yoga empezaron a denunciarse abusos y eso me movilizó mucho. Me removió mi propia situación de abuso dentro del deporte que hasta ese momento negaba”, sostuvo.

Finalmente, un relato que la quebró: “Leí un testimonio, empecé a llorar y a escribir todo lo que me había pasado; llevaba mucho tiempo dentro mío queriendo salir. Lo publiqué, tal cual lo escribí. No tuve que rectificar nada porque lo escribí tal cual”, confesó.

Aquel posteo se viralizó y provocó reacciones: “A raíz de esta publicación que hice me empezaron a llegar muchos mensajes de víctimas dentro del deporte, del mismo entrenador y otros entrenadores”, detalló. Sin embargo, en 2022, cuando Ovación la contactó no quiso hablar. “Necesitaba tiempo para procesarlo”, puntualizó.

“Con los meses me llegaron muchos mensajes, en los que me decían que tenía que denunciar, las cosas no podían quedar así. Sin embargo, lo que me llevó a hacer la denuncia fue que me enteré de otro caso del mismo entrenador, muy grave, que me partió el corazón”, explicó.

Y añadió: “Que ya no fuera solo yo, me angustió porque él sigue dando clases, trabajando como si nada y me parece súper injusto. Como niños abusados no merecíamos cargar todo ese peso, cuando nosotros no hicimos nada malo”.

Tras la denuncia la investigación avanzó pero las novedades no fueron muy alentadoras: “Me citaron, se puso una cautelar para que no se acercara. Se dispuso de psicólogos para las dos partes”, contó.

Foto: Ricardo Figuredo

Sin embargo, una nueva citación en Fiscalía le trajo malas noticias. El Artículo 272 bis del Código Penal establece que “el que por medio de la intimidación, presión psicológica, abuso de poder, amenaza, fuerza o cualquier otra circunstancia coercitiva realice un acto de naturaleza sexual sobre una persona, del mismo o distinto sexo, será castigado con pena de dos a doce años de penitenciaría”. Sin embargo, este delito está dentro del grupo de los del artículo 117 del que prescriben tras diez años.

La respuesta de la Justicia no la conformó: “Me parece bastante sin sentido, porque lleva un montón de tiempo procesar todo y aceptar lo que pasó. Estoy segura de que hay más víctimas y que no lo reconocen”, remarcó.

Ovación se contactó con Martín Hualde, director de la Intendencia de Maldonado, quien reconoció que la persona acusada en el caso trabaja actualmente en la localidad fernandina de San Carlos y que el tema está en manos de la Dirección de Asuntos Legales que determinará cómo proceder.

La Confederación Atlética del Uruguay (CAU) decidió apoyarla en todo momento y puso manos a la obra para atender ese tipo de situaciones. “LA CAU se comunicó conmigo y estuvimos en contacto en ese momento y hasta hace poco tiempo. Se interesaron en cómo avanzaba el caso. También me comentaron de la política y el protocolo que estaban haciendo para casos de abuso”, remarcó Aldana.

Y agregó: “Estuve leyendo el protocolo y desde el primer momento me puse a disposición de lo que yo pueda hacer para ayudar a todos en esta causa”

Pensando en el futuro, Sabatel sostuvo: “Me parece que el atletismo es un ambiente en el que hay muchos hombres y muchas niñas con talento”. “Hace falta la presencia femenina y considero que es algo a trabajar”, concluyó.