Ayer comenzó el último torneo grande de la temporada, el emblemático Open Británico, que se está disputando en el Royal Portrush Golf Club situado en Irlanda del Norte. Es la tercera vez que el Open se disputa en dicho campo, la última había sido en 2019 cuando el Irlandés Shane Lowry consiguió quedarse con el título.
Tras la primera ronda cabe destacar la actuación del español Sergio García, quien terminó con uno bajo el par al igual que su compatriota Jon Rahm. Ambos arrancan el torneo de buena forma para empezar a ponerse en la pelea por el campeonato. Al culminar la primera ronda, Rahm habló con la prensa y dijo: “Jugué bien al golf. En general, estoy muy contento con la ronda. Un día realmente bueno. Acepto el score y me siento con confianza”. Luego agregó que sería muy especial poder ganar el Open, torneo que todavía no ha podido conseguir. De lograrlo sería el único jugador español en la historia en conseguir tres grandes distintos (ya ganó el Masters y el US Open).
El otro que hizo uno bajo el par es Shane Lowry quien por obvias razones es un gran candidato al título. En lo que respecta a la participación latinoamericana, el chileno Joaquin Niemann también comenzó el torneo con uno bajo el par siendo el major entre los latinos. Un gran jugador que todavía no ha podido ganar un torneo grande y que parecería ser solo una cuestión de tiempo para que lo logre. Hasta ahora los líderes con cuatro bajo el par son: el danes Jacob Olesen, el chino Haotong Li, el inglés Matt Fitzpatrick, el sudafricano Christian Bezuidenhoout y el estadounidense Harris English. Pero todos los ojos están puestos en el número uno y “dueño” del golf mundial, Scottie Scheffler.
El norteamericano firmó una gran ronda de tres bajo el par que lo colocan a tan solo un golpe de la punta. Al culminar su primera ronda hizo su análisis: “Estoy tratando de jugar lo suficientemente bien como para ganar el torneo. Lo he dejado bastante claro a lo largo de mi carrera. En cuanto a mis comentarios de esta semana, trato de ser lo más honesto posible. A veces siento que tal vez debería ser un poco menos honesto. Quizás no debería haber dicho lo que dije porque ahora me van a preguntar más al respecto. Pero realmente es solo una cuestión de perspectiva y algunos jugadores se me han acercado y me han dicho que sienten y piensan lo mismo. Si alguien está en desacuerdo conmigo, aún no me lo ha dicho en la cara”.
El jugador de apenas 29 años declaró al comenzar la semana que ganar torneos de golf no es lo que llena su alma. A pesar de su corta edad ya lleva ganados más de 150 millones de dólares en premios. Hace unos meses cambió de coche por primera vez en su vida y subastó con fines benéficos el vehículo familiar con el que su padre lo llevaba a los torneos. El martes dijo: “Es genial ganar torneos, pero la sensación solo dura unos dos minutos y luego volvés a tu vida normal”. Y agregó: “Me encanta poder jugar al golf para ganarme la vida, es una de mis mayores alegrías, ¿pero satisface mis deseos más profundos? Para nada”. Scheffler ya ha logrado tres torneos grandes pero aun no ha podido conquistar el Open Britanico. Esta parece ser una gran oportunidad para que logre el primero.
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