Redacción El País
Río de Janeiro vive un ambiente agitado desde hace días porque la final de la Copa Conmebol Libertadores está cada vez más cerca. Este sábado a partir de las 17:00 horas se enfrentarán Boca Juniors de Argentina y Fluminense de Brasil en el mítico Estadio Maracaná (donde el segundo juega habitualmente de local), por el máximo título continental al que aspiran los sudamericanos.
En la previa de esa gran final, aunque tenían disponibles apenas 20.000 entradas en el estadio, los hinchas de Boca coparon Río de Janeiro: llegarán en total entre 100.000 y 150.000 hinchas xeneizes en la ciudad carioca.
La multitud de argentinos más la ansiedad por la definición de la copa generaron en las jornadas pasadas enfrentamientos con la barra de Fluminense –que fue directo a Copacabana a buscar a los argentinos– y con la policía brasileña. Los primeros incidentes en la playa terminaron desatando una batalla campal, que dejó un importante saldo de heridos y hurtos.
Sin embargo, las aguas se calmaron en Río y durante la jornada de este viernes siguieron llegando simpatizantes xeneizes, que se congregaron una vez más en la playa de Copacabana, donde realizaron una especie de banderazo con humos de colores azul y amarillo.
💙💛💙 BOCA COPÓ COPACABANA. pic.twitter.com/DziiznBjvZ
— Boca Juniors - La12Tuittera (@la12tuittera) November 3, 2023
Si bien a medida que se acerca el partido crece la preocupación entre las autoridades locales, argentinas y de Conmebol por lo que pueda pasar tanto dentro como fuera del estadio, por el momento todo se desarrolla con normalidad y se está monitorendo "hora a hora". Por ahora, el partido sigue tal cual estaba previsto.