ENTREVISTA

Es viernes y Sebastián Abreu, flamante técnico de Paysandú Fútbol Club, se prepara para una jornada que le llevará toda la tarde. El martes dirigió el primer entrenamiento del equipo y es consciente que el mayor desafío que tendrá al frente de la institución pasa por profesionalizar la práctica deportiva.

“La llegada fue en base a amigos en común, que me contactaron para presentarme el proyecto por alguna información que tenían de lo que había sido mi experiencia en Boston River y creían de que bueno era la persona indicada para este puntapié inicial de gerenciamiento en Paysandú Fútbol Club”, contó el Loco a Ovación.

Y agregó: “Cuando me mostraron lo que hoy ya tienen, no solo lo que tienen pensado futuro, sino la realidad actual, entendí que era un desafío lindo y que dentro de la etapa y en la búsqueda estoy, en diferentes aspectos, sería muy productivo”.

El exdelantero puso manos a la obra y rápidamente se trasladó para instalarse en Paysandú para trabajar en la parte futbolística, logística y en la formación de un plantel.

Para conformar la plantilla, el técnico aseguró que procuró enfocarse en hacer un balance entre jugadores jóvenes, de la ciudad, pero también futbolistas con experiencia como el argentino Nicolás Torres, argentino con trayectoria en Tigre; Martín Góngora; o Juan Núñez, quien jugó en Central Español. Parte del diferencial que aportarán estos futbolistas al plantel se verá no solo dentro sino fuera de la cancha.

Sebastián AbreuEntiendo que si querés dedicarle todo a la profesión la única forma de disminuir el margen de error es dedicarle el 100%. Estoy instalado en Paysandú para poder seguir juveniles, ver el fútbol local, los equipos del torneo y evaluar futbolistas de proyección para incorporar al proyecto”

“Entendíamos que se necesitaba también gente con otra experiencia porque eso es parte del crecimiento del jugador. El conocer o compartir vestuario con compañeros que vivieron experiencias de fútbol profesional, ayuda. También el ser consciente que hay que llegar temprano, desayunar, hacer trabajos preventivos y cuestiones del día a día. En ese sentido uno como entrenador necesita, también, de los líderes de vestuario para que te encaminen todo lo que uno trata de predicar”, señaló.

Abreu es consciente que el equipo no tuvo el tiempo de preparación tradicional, pero eso no le quita confianza: “Las ganas, el deseo y, sobre todo, viendo que hay apoyo, uno aspira a que con el transcurso de los partidos vayamos tomando forma y volviéndonos competitivos”, aseguró.

Antes de que Marcelo Broli fuera designado como técnico de la selección uruguaya Sub 20, el nombre de Sebastián Abreu resonó como uno de los candidatos firmes. Sin embargo, el “Loco” dijo que el mismo se descartó como candidato.

“En un momento, cuando se habló, me generó entusiasmo. Después en una evaluación personal y con algunos entrenadores amigos que me conocen, me auto descarté antes de que empezaran las reuniones”, reveló.

Su evaluación fue clara, para evolucionar en el rol de técnico debe tener otro tipo de experiencias: “Estoy en una etapa de crecimiento y madurez como entrenador. Para el desarrollo necesito del día a día, poder planificar una semana para competir. Necesito de la competencia y la adrenalina de enfrentar a un rival y preparar en función de puntos buenos y flacos”, remarcó.

Sebastián AbreuLo que pasó en Bolivia fue que había prevista una operación compleja de uno de mis hijos, ante esto el presidente y dueño del club no lo vio con buenos ojos y decidió modificar al entrenador. Yo quise darle prioridad a lo más importante de la vida que es la familia. Pero fue un aprendizaje y no me arrepiento”

Y agregó: “La Sub 20 no era lo que estaba necesitando hoy, porque tenés a los jugadores tres veces y no compiten en el fin de semana, entonces no es algo para este momento de mi carrera. Estoy formando las bases firmes y sólidas para desarrollarme y que en el futuro sepan por qué tomé esas decisiones”.

Consultado sobre si influyó que su hijo fuera parte del proceso de juveniles de la selección uruguaya para su decisión de no llegar, Abreu fue categórico: “A mi no me modifica. Eso es un poco más de nuestro folklore cotidiano futbolístico, de encontrar siempre el porqué a una situación o buscar la parte crítica sin fundamentos, como ha pasado en otros casos”, enfatizó.

En su evaluación personal, remarcó, que su hijo fuera parte del proceso no le influía porque ya había sido citado.

Sin embargo, aclaró que en caso de tener que dirigirlo y seleccionarlo lo haría sin problema, siempre y cuando estuviera al nivel correspondiente para ocupar ese lugar.

“Si en este recorrido como entrenador tengo que entrenar a uno de mis hijos y no le veo las condiciones tendré que cumplir el rol como profesional. Pero si tiene la posibilidad como me voy a prohibir el placer de tener un buen futbolista que me da lo que quiero y, aparte, mi hijo. Pero siempre entendiendo que lo primero es lo profesional”, concluyó el entrenador.