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Desde Ruglio a Decurnex: las reuniones de Alejandro Domínguez en Uruguay

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Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol. Foto: Francisco Flores.

CONMEBOL

El presidente de Conmebol dijo presente en la inauguración de la Montevideo City Football Academy además, tuvo varias tertulias en Montevideo.

El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, llegó el miércoles a Montevideo y no perdió el tiempo. Ya esa noche mantuvo una primera reunión con los integrantes del Ejecutivo de la AUF.

Ayer emprendió el regreso a Paraguay, pero a pesar de que su estadía fue muy breve le dio para mantener varios encuentros. Algunos de ellos muy importantes.

Es más, en la víspera y después de haber estado presente en la segunda inauguración de la Montevideo City Football Academy participó en una especie de cumbre con las autoridades de la AUF y los presidentes de los dos equipos grandes: Ignacio Ruglio y José Decurnex. También estuvo presente Pedro Bordaberry, quien fue el organizador de la reunión.

Domínguez compartió un almuerzo muy especial. Comió en un conocido restaurante de Carrasco con José Decurnex e Ignacio Ruglio. También estuvieron los neutrales de la AUF Ignacio Alonso, Gastón Tealdi y Eduardo Ache, y Pedro Bordaberry. Mientras que Domínguez estuvo acompañado por otros dos integrantes de la Conmebol.

En el encuentro, que obviamente, fue muy futbolero, se abordaron diversos temas relacionados con la realidad del fútbol sudamericano y también la situación del fútbol uruguayo. Fue una comida muy amena, que se extendió por más de dos horas.

Domínguez quería saber cómo estaban manejando los dos presidentes de los grandes sus clubes, sobre todo cómo había iniciado Ruglio su proceso al frente de Peñarol.

Se interesó en las preocupaciones de ambos presidentes y quiso saber cómo veían el futuro, teniendo en cuenta la pandemia del COVID-19.

En el almuerzo abundaron las carnes a la parrilla y no faltaron los postres. Todo regado con vino para algunos y agua mineral sin gas para otros.

Un detalle: ni Decurnex ni Ruglio tuvieron que pagar y no se enteraron si la cuenta fue para la AUF o la Conmebol. “Después de esa comida nos merecíamos una buena siesta”, le dijo uno de los presentes, bromeando, a Ovación.

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