Corría el año 1999 y un joven Pierre Webó llegaba a Uruguay con la promesa de probarse unas semanas para emigrar al fútbol de España. Hoy, más de 20 años después, vive del fútbol como segundo entrenador en el İstanbul Başakşehir del fútbol turco.

“El mío es un caso dentro de mil millones ¿no?, es una cosa muy rara porque el flujo normal es desde África hacia Europa, entonces ir para Sudamérica luego venir a Europa fue un poco casualidad, pero yo no me arrepiento de nada. Estoy orgulloso siempre he dicho que futbolísticamente nací en Uruguay, yo me siento muy uruguayo”, contó el exdelantero de 41 años a Ovación.

“Tengo muchos vínculos con Uruguay, con muchos jugadores, y mi carrera también siempre estuvo cerca de los uruguayos más que de los cameruneses. Mi mujer me dice a veces: ‘llevas muchos años aquí con nosotros en España pero siempre tienes un acento uruguayo’”, confesó.

En el año 1999, con 17 años, Webó llegó a Tacuarembó donde hizo una primera prueba. Sin embargo, tras ser descartado por el entrenador, su agente lo llevó a probar suerte en Nacional. Sería el comienzo de una era.

“En Montevideo hice la prueba y toda la semana sin noticias. Un día subimos a hacer fútbol con el primer equipo. Hugo de León era el entrenador, me acuerdo de ese jueves, mi representante me dijo: 'todo lo que has hecho la semana, lo tenés a hacer lo tienes que hacer hoy para que el entrenador te vea y que te fichen'”, recordó.

Foto: Archivo

Ni siquiera se puso nervioso, solo pensaba en volver a Camerún. “A la semana me llamaron a hacer el entrenamiento con el primer equipo; cuando llegué alucinaba, tenía a Ruben Sosa al lado mío, que lo coleccionaba en las figuritas de él, cuando estaba en Camerún, ahora lo tenía al lado mío en el vestuario. Fue un momento en el que pensé, qué hago aquí. Después de seis meses que había salido el Camerún estaba debutando con Nacional en la Copa Libertadores en contra de Corinthians. Estaba en una nube”, detalló.

En aquel vestuario compartió con figuras que para él eran ídolos: “Ruben Sosa, Manteca Martínez, que había jugado con (Alphonse Marie) Tchami –histórico jugador de la selección de Camerún– en Boca, o el Polilla (Ruben Da Silva). Para mí era wow, qué hago aquí y la verdad que fueron las cosas muy rápidas”, añadió.

De aquella época recuerda con cariño vivir en el Parque Central, con los futbolistas del interior, tomar el ómnibus en 8 de octubre y la pequeña familia que formaron y con la que tiene contacto hasta el día de hoy.

Esos vínculos lo moldearon y siempre hizo amistad con jugadores charrúas. Incluso, reveló que cuando estaba en España no lo llamaban camerunés, sino uruguayo.

“Tengo un vínculo más cercano con los uruguayos que con los de África o Camerún. Dejé muchos amigos y tengo un hijo. Más que amigos, tengo familia allí, así que estoy agradecido y siempre volveré y Uruguay para mí es parte de mi vida”, indicó.

Además, de estar trabajando por el fútbol africano, Webó está embanderado con el Mundial 2030 que podría tener a Uruguay como una de sus sedes y adelantó que tiene un proyecto con el presidente de Conmebol, Alejandro Domíguez, para conseguirlo.

“¿Qué mejor que jugar en el Parque Central o en el Estadio (Centenario)? Ojalá así sea y para recordar este bonito país ¿no? Porque el fútbol también le ha dado mucho Uruguay, mucha gente lo conoce por sus jugadores y buenos futbolistas, pero que tengan la oportunidad de ir a visitar porque tiene sitios muy bonitos”, sostuvo y aseguró que, para él, Colonia del Sacramento es uno de los pueblos más lindos del mundo.

Foto: Archivo

Repasando su regreso a Nacional para retirarse en 2018 se considera privilegiado por lo que vivió en el Tricolor. “Me hubiese gustado que la segunda vuelta fuese mejor, llegué en un momento donde había muchos problemas en el club. Pero siempre dije que soy un privilegiado, hice la carrera que hice y aunque tuve oportunidad de ir a otro sitio, quise volver ahí para para agradecer a la gente. Nacional para mí es mucho, es más que un club”, subrayó.

“Siempre estaré agradecido y futbolísticamente, siempre lo digo, yo nací en Uruguay y mis padres son de Nacional. Cuando voy a Uruguay y aparte la familia, Uruguay para mí es Nacional”.

Webó se destacó en su carrera con pasajes por el Osasuna, Leganés y Mallorca. Sus recuerdos de aquel momento en España es de jugar al primer nivel

“La experiencia fue fantástica. Primero, llegar a una liga donde en aquel entonces estaba ahí lo mejor del mundo: Ronaldo, Roberto Carlos, (Juan Román) Riquelme y luego llegaron Ronaldinho y compañía”, señaló.

Y agregó: “España me dio la visibilidad mundial, porque por ahí Uruguay estaba un poco más alejado del mundo”.

Foto: Archivo

Jugar con la elite lo puso en la mira del seleccionado camerunés y cuando volvía a su país la gente lo reconocía en la calle.

Haber representado a su país fue un sueño hecho realidad. “Me acuerdo del Mundial 90, tenía siete años, ver a la gente salir a la calle cuando le ganamos a Argentina, gritando y felices. Eso me hizo querer hacer algo por mi país, pero seguí estudiando y era un niño. Mi primo estaba con la selección y jugaba. Cuando llego a España y me citan a la selección, sin haber hecho inferiores en Camerún y con 20 años, llegué ahí y estaba Samuel Eto'o, Geremi Njitap y los cracks. Entonces dije otra vez, qué hago aquí y fue algo muy, muy, muy importante para mi carrera”, explicó.

Foto: Archivo

“Los primeros días recuerdo que temblaba. Me daba vergüenza bajar a comer, hablar en las reuniones, no sabía qué hacer en la selección, cuando me ponía la camiseta me miraba”, rememoró.

Sin embargo, opina que hoy ese orgullo se está perdiendo y que futbolistas con doble nacionalidad como Umtiti o Kylian Mbappé prefieren representar a los países europeos en lugar de sus raíces. Por eso, señaló, siente una envidia sana por Uruguay o Argentina, donde jugadores como Álvaro Rodríguez o Alejandro Garnacho prefirieron representar a los sudamericanos que a España.

Luego de los episodios de racismo contra Vinicius Jr. (Real Madrid) en LaLiga de España, Webó fue uno de los futbolistas que alzó la voz. Él mismo protagonizó un polémico episodio en 2020 racista con uno de los árbitros de un partido entre su actual equipo y el PSG.

“En mi caso fue en París, contra el Paris Saint Germain, en un partido de Champions League y el impacto siempre pasa, estamos en Europa, es la realidad en todo el mundo existe. Es la realidad, pero hay que hacer cosas, yo diría que hay que parar”, subrayó.

Y añadió: “ Lo que hizo Vinicius fue de valiente. No quiero decir, que yo fuese valiente de parar ese partido, en realidad no lo paré, lo hicieron Neymar y Mbappé por cómo reaccioné. Creo que hay que tomar decisiones, pero firmes. Por ejemplo que le cierren al equipo el campo cinco partidos, lo digo por lo que pasó en Valencia por ejemplo, si al equipo lo cierran por cinco partidos y le echa de menos, al próximo que venga a insultar, ya ni siquiera por racismo o xenofobia, sino al racista que quiera insultar, lo van a parar”.

Foto: Archivo

Aunque entiende que el racismo existe en todo el mundo, expresó que “tocarle el bolsillo” a los clubes y las personas podría ser una solución: “Cuando estuve con la UEFA en Suiza y también con la FIFA con mi tema, se los dije. Ahora parece que Vinicius otra vez movió un poco el árbol y yo creo que las cosas van a cambiar. Están en un buen camino”, destacó.

A pesar de haber hecho un máster en UEFA sobre manejo de equipos y haber probado la dirección deportiva, sabe que su destino está detrás de la línea de cal. En julio comenzará a cursar para obtener la licencia PRO y así poder encargarse él mismo como entrenador principal

Hoy está muy bien en Estambul, pero reconoció que tal vez las vueltas de la vida (y del fútbol) puedan llevarlo nuevamente al Tricolor.

De todos modos tiene un ojo puesto en Uruguay, esta vez por interés en jugadores de Peñarol. “Me duele decirlo, pero el 10 de ellos me gusta mucho. Estamos observando algunos jugadores”, confesó y reconoció que los aurinegros vienen haciendo un buen trabajo en juveniles.