Al partido le sobraron 44 minutos. Desde que Peñarol marcó el 2-0 por intermedio de Matías Arezo (pase de Maxi Silvera), Wanderers ya se dio cuenta que no tenía con qué. El Carbonero tuvo la virtud de pegar en momentos que le duelen al rival, porque el 1-0 se dio en una de las últimas del primer tiempo, y gracias a una jugada fortuita en la que Maxi Olivera define y la pelota rebota en Leandro Zazpe para descolocar al arquero.
Los de Daniel Carreño habían sorprendido con una presión alta durante 15 minutos, donde se aproximaron al arco de Brayan Cortés, pero prácticamente sin poder definir, evidenciando por qué es un equipo que tiene de los peores promedios goleadores de la temporada. Peñarol se sobrepuso a ese primer cuarto de hora y fue tomando las riendas del juego, los bloques se adelantaron y el doble “9” empezó a encontrar la pelota con pases filtrados, muchos de ellos provenientes del doble “5” de Eric Remedi -jugó un partidazo- e Ignacio Sosa.
El 3-0 llegó por intermedio de Silvera (pase de Arezo) y la goleada pudo ser superior si Peñarol se lo proponía, pero no siguió con la misma eficacia y el partido permitió los primeros minutos de Alejo Cruz en Liga AUF, el ingreso de Leandro Couture y varias pruebas del entrenador.
En preparación
A falta de nueve puntos por jugar, Peñarol mantiene la ventaja de cinco sobre Nacional. Al aurinegro le queda jugar contra Cerro de visitante (probablemente en el Centenario), ante Defensor Sporting y Montevideo City Torque. Aunque los protagonistas se aferran a lo políticamente correcto, la realidad marca que es improbable que a Peñarol se le escape este Clausura, y factiblemente deba enfrentar a Liverpool para meterse en las finales de la Liga AUF Uruguaya. Ese hecho siempre y cuando no logre arrebatarle la Anual a Nacional, es un escenario que aparece, al menos, como complejo.
Por ello da la sensación de que Diego Aguirre está probando algunas cosas para la definición del certamen. No pasó desapercibido el ingreso de Jesús Trindade en lugar de Pedro Milans en el lateral; si bien el pedrense venía con un nivel irregular, tiene contrato vigente hasta fin de año, más allá de que es sabido que no continuará en el club. Trindade jugó un partido aceptable.
Dos hechos que quedaron demostrados: Sosa y Remedi debe ser el doble “5” titular del Mirasol, y Arezo y Silvera no solo que pueden jugar juntos, sino que se buscan, se entienden y se muestran cómodos en la cancha. Ahora, ¿qué pasará con el retorno de Leo Fernández? Lo más lógico sería la salida de Jaime Báez y continuar con el 4-4-2, porque el extremo volvió a tener una floja actuación, y porque Diego García viene haciendo los merecimientos para seguir en el equipo.
Peñarol se llenó de confianza en su casa y se preparó de la mejor forma para lo que se viene.
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