Sin lugar a dudas que Nacional jugó el mejor partido del año anoche en el Gran Parque Central, a tal punto que no hubo ni un solo jugador que desentonara en su rendimiento y a la hora de elegir una figura cuesta inclinarse por uno. Fue 2-0 del tricolor a Libertad en el comienzo de ambos en el Grupo H de la Libertadores.

En tres minutos Nacional ya había encontrado el lugar de la cancha más propicio para atacar a los paraguayos: la derecha. Ese sector fue una vía libre porque Leandro Lozano y Antonio Galeano se entendieron a las maravillas y generaron riesgo de forma constante. Aunque Ruben Bentancourt marró una ocasión inmejorable de abrir el marcador (3’), las chances de gol fueron cayendo una atrás de la otra, pero en ningún momento el equipo se desesperó viendo cómo la pelota no entraba.

Curiosamente, el primer gol llegó a los 31 minutos con una jugada de derecha a izquierda en la que Gabriel Báez tiró fuerte y encontró en el camino a Lozano para sentenciar el 1-0.

Foto: AFP.

La presencia de Alexis Castro le dio a Nacional dos cosas muy positivas: 1) liberó a Mauricio Pereyra, que jugó suelto de tres cuartos hacia adelante; 2) le brindó más marca al medio, ayudando a cubrir mejor los espacios a Lucas Sanabria, que es impresionante lo que corre en cada encuentro.

Aunque Castro no fue exuberante, sí le dio presencia al mediocampo y es un jugador confiable en el manejo de la pelota; sin arriesgar demasiado, suele buscar siempre al número “10”.

Capítulo aparte para Pereyra, quien ayer fue el capitán ante la ausencia por suspensión de Diego Polenta. Cuando está lúcido, es clave para un buen funcionamiento, porque maneja acertadamente los tiempos y tiene muchísima precisión para meter balones filtrados. Fue inteligente al insistir de jugar por la derecha. También ayudó la movilidad en ofensiva de Gonzalo Carneiro, porque los centrales pierden referencias y eso termina generando más espacios.

Aunque Bentancourt no se destacó y había fallado un par de situaciones de gol, no la erró a los 61’, cuando aprovechó un buen centro de Báez para el 2-0. En esa jugada, la intervención de Pereyra fue determinante.

Nacional debió ganar por una mayor diferencia, más allá de que no hay nada que recriminarle a los futbolistas después de la exposición de fútbol que plasmaron en la cancha, dándole el calor a los hinchas en una tarde - noche donde el frío invernal empezó a asomar.

Fue una forma de ganar necesaria para Álvaro Recoba, porque logró plasmar las horas de trabajo en Los Céspedes, incluso con un par de jugadas de laboratorio que por poco no fueron goles.

El Bolso venció a un rival directo, se ilusiona con pasar de fase y seguir sumando puntos para clasificar al Mundial de Clubes.

Foto: Estefanía Leal.