"Me di cuenta que le erré" y "hay jugadores que no van más": la autocrítica de Peirano tras la goleada clásica

A Ricardo Vairo se le escapa una sonrisa nerviosa cuando ve, de manera inesperada, que un puñado de periodistas arremete contra su auto ni bien se abre el portón de la Ciudad Deportiva Los Céspedes. “No vamos a hablar hoy”, dice, en el primer intento inexitoso por pasar el momento. “Todavía nos falta la reunión con la directiva”, se excusa después para, enseguida, llamar a la calma: “Ya hablamos con la gerencia deportiva, los entrenadores, jugadores. Falta la reunión de directiva y después daremos un comunicado”.

Del otro lado de la ventanilla, aparece relajado, sujetando la manija del lado del acompañante, Flavio Perchman, un hombre que pocas veces parece perder la calma y esta vez prefirió cederle la posta al presidente al terminar una larga jornada de conversaciones. A esa hora ya había algo claro: no resultaba cómodo estar en los zapatos de ninguno de los dos.

En Nacional el día recién comenzaba. El presidente ya se había fumado unos cuantos cigarrillos y junto al vice había tenido una reunión a primera hora con la gerencia deportiva, encabezada por Sebastián Eguren, Pablo Budna y Martín Ligüera, en la que se pusieron en consideración varias conclusiones del resultado adverso del pasado sábado en el clásico.

Hubo disconformidad por el planteo inicial, la conformación del banco de suplentes y cambios que trajeron cola tras el duro 3-0 en contra en el Estadio Campeón del Siglo.

Foto: Estefanía Leal.

De acuerdo a la reconstrucción que realizó Ovación, desde la interna se mostraron convencidos de que Nacional tuvo varios puntos flacos en partidos decisivos y que el DT parecía no haber “aprendido nada” de la final del Torneo Intermedio. “Hay un antes y un después desde lo del sábado”, fue una de las frases categóricas que se deslizó el domingo en la casa de Raúl “Nono” Giuria. Y el mismo mensaje llegó hasta Los Céspedes.

Pese a que la votación dentro del propio oficialismo quedó dividida (3-3), Vairo y Perchman tomaron la sugerencia de Eguren y se sentaron a hablar con Peirano, quien asumió toda la responsabilidad por lo ocurrido: “Me di cuenta que le erré. Hay jugadores que no van más”.

Lo escucharon, le hicieron ver lo que no gustaba de su actuación y le renovaron el voto de confianza, no sin antes preguntarle si estaba “convencido”. Ante la respuesta afirmativa, los dirigentes entendieron que un corte de ciclo ahora podría ser contraproducente para los intereses de ambos: “Lo único que queremos es que gane Nacional”.

De lo que no se abstuvieron fue de las consecuencias, como el linchamiento de páginas partidarias, las primeras que arremetieron contra el DT luego del partido. “Están con las redes acorralando a los dirigentes. En lo personal, voy a esperar un informe del área deportiva sin descartar nada a priori”, visualizó un directivo de la oposición al interiorizarse sobre los hostigamientos.

Foto: Estefanía Leal.

Pasado el mediodía, llegó el turno de la charla con los jugadores, que, a entender de varios dirigentes, hace tiempo que “no dan la talla” en partidos importantes. En buenos términos, les hicieron saber que ya es “hora de que se hagan cargo” y que deberían estar más preocupados por ganar que por ciertas declaraciones públicas.

Mauricio Pereyra, secundado por Sebastián Coates y Luis Mejía, recriminó a Perchman por haberse referido públicamente al contrato de Exequiel Mereles, que está en jaque por diferencias con el empresario Pablo Bentancur y “dejará de jugar en caso de no renovar”, en palabras del vice. Pereyra, sí, el mismo al que los hinchas le cayeron con todo tras una tarde para el olvido por su rendimiento en el último clásico.

En diálogo con integrantes del plantel, Ovación corroboró que, pese al ida y vuelta, la gran mayoría tiene una relación correcta con la dirigencia. El diálogo fue cordial y hubo puntos de acuerdo. Eso sí: resulta difícil negar que fue una mañana atípica y agitada en Los Céspedes.