De la votación que terminó 3-8 a ratificar a Peirano: qué pasó en la directiva de Nacional y lo que dijo Vairo

Un joven de capucha sale del club social de Nacional, mira con desconfianza y se dirige a los periodistas.

—¿Se sabe algo? Por ahora sigue, ¿o no?
—Sí, por ahora sigue.
—La p.... madre.

Mientras tanto, los dirigentes estaban reunidos en la sala de sesiones Don Miguel Restuccia, donde la temperatura bajaba afuera y se elevaba adentro.

Fue un encuentro de casi dos horas, tan particular que cerró con la ratificación del presidente Ricardo Vairo -por sugerencia de Sebastián Eguren- al entrenador de turno Pablo Peirano pese a que, en determinado momento, su continuidad tenía cinco votos en contra y ninguno a favor y parecía que no se iba a dar vuelta el resultado.

Así fue. La votación se cerró con un saldo negativo de 8-3, con críticas encendidas incluso entre varios directivos del propio oficialismo. Entre los que se oponían a la permanencia, se encontraban Raúl “Nono” Giuria, Antonio Palma -ambos fueron de los más vehementes con su opinión- y Alex Saul, mientras que por la oposición se pronunciaron en un sentido similar Javier Gomensoro, Eduardo Ache, Tatiana Villaverde, Alejandro Balbi y Alejandro Irastorza, aunque cuatro de ellos terminaron diciendo “respaldamos al presidente”.

Palma, por su parte, estuvo a punto de retirarse antes de tiempo de la sala, ofuscado por no poder terminar de expresar su visión. Estaba algo incómodo por la situación, según se percibía a lo lejos, por las ventanas.

Foto: Estefanía Leal.

Vairo dio las explicaciones del caso y se escudó en que para la decisión final incidía la “sugerencia del área técnica”, comandada por el mánager general Eguren, quien recomendó darle continuidad al proceso de Peirano.

A esa visión se le sumó la mirada del tesorero Federico Britos, quien expresó: “Yo me quedé contento porque vi la autocrítica de los jugadores y no hay ningún problema”.

Foto: Diego Domínguez.

El vicepresidente Flavio Perchman, algo más distendido, cada tanto se asomaba por la ventana y le pegaba un vistazo a la vereda, desde donde apuntaban todas las cámaras de los canales de televisión hacia él. Casualidad o no, se comprometió a “hablar menos” luego de recibir varios pases de factura por este tema.

A la cita no le faltó la cuota de humor, cuando un dirigente le preguntó a Ache qué había hecho con un entrenador, durante su presidencia, tras sufrir una dura derrota clásica. "Un voleo...", contestó con ironía el economista a lo que su compañero, entre risas, replicó: "¡Lo dicho!".

El futuro de Peirano será “partido a partido”, según se dejó en claro en directiva. Quienes se reunieron con él ayer lo notaron con fuerzas para seguir y, en este caso, no fue necesario contar con el aval de todos los integrantes del oficialismo para que obtuviera el visto bueno.