LIGA ESPAÑOLA

Son 60.000 espectadores los que se ponen de pie. El Wanda Metropolitano se une para formar un grito ensordecedor: “¡Uru-gua-yo!”. Desde el fondo norte la partida de Luis Suárez del campo de juego, después de haber anotado un gol y realizar la asistencia del otro tanto con el que Atlético Madrid le ganó al Barcelona, se despide de otra manera. Entonan con muchas ganas el nuevo cántico de “Criminal del área”.

Y las voces colchoneras se unen para que el ritual sea contagioso. Se suman hinchas y el cántico atrona. “Llegó el uruguayo para meter goles / lucha por nosotros / échale cojones / cargá la pistola / dispara de nuevo /criminal del área / Luis el Pistolero”.

Es la forma en la que agradecen el suceso deportivo que está teniendo el delantero uruguayo en las filas rojiblancas.

Es la manera en la que le reconocen que sigue siendo el rey del área y que su olfato goleador está intacto. Tan vigente como en la temporada pasada, cuando con sus goles el rojiblanco se quedó con el título de LaLiga.

El salteño tuvo un partido espléndido. Asistió a Thomas Lemar para el primer gol y definió con una tranquilidad asombrosa en el segundo, después de la asistencia de Lemar. Y el hincha siente que con Suárez en la cancha siempre hay posibilidades de ganar un partido. Su llegada, gracias al desprecio del FC Barcelona, se ha convertido en la mejor contratación en décadas. Si será así que, en un partido aparentemente dominado por la posesión de pelota del Barcelona, lo más peligroso del partido lo protagonizó el conjunto de Diego Simeone y eso gracias a la calidad de Suárez. Porque anotó un gol, estuvo cerca de meter otro y participó en el tanto que abrió el encuentro.

“Lucho”, como podía esperarse, no festejó el tanto, pidió perdón juntando las palmas de sus manos después de cruzar la pelota al palo derecho del arco de Ter Stegen, pero no perdonó al ex equipo y mucho menos a Ronald Koeman, por más que después del partido quiso bajarle el perfil al gesto de la llamada de teléfono.

Aunque dijo que el gesto del teléfono fue para “la gente que sabe que sigo teniendo el mismo número de teléfono y que lo sigo usando”, es imposible no evocar aquella llamada del 24 de agosto de 2020, cuando en menos de un minuto el técnico holandés, respondiendo al pedido del por entonces presidente Josep Bartomeu, le avisó que no lo iba a tener en cuenta.

Y con su gol al Barcelona no hizo otra cosa que cantar “cartón lleno”. Ahora Suárez ya tiene goles contra todos los equipos que enfrentó por LaLiga española.

Además, su cuenta goleadora por LaLiga española sigue creciendo. Con 147 tantos alcanzados como jugador blaugrana y 25 como rojiblanco, el atacante uruguayo llegó a 172 conquistas por el principal torneo español. Este número lo deja muy cerca del Top 15 entre los artilleros históricos y muy cerca. Le faltan nada más que siete conquistas para meterse en ese selecto grupo.

Y como colchonero, por si fuera poco, estos cuatro tantos que ya tiene por LaLiga 2021/2022 se suman a los 21 que anotó la temporada pasada. De esa forma en 49 cotejos metió 25 gritos de gol y quedó a un tanto de los 26 que convirtió Fernando “Petete” Correa en 110 encuentros con el “Aleti” y a dos conquistas de igualar aquellos 27 que sumó el “Faraón” Diego Godín en 389 partidos.

No deja de ser también un dato interesante el saber que su entrenador, como futbolista del Atlético de Madrid anotó 29 goles. El “Cholo” Simeone alcanzó ese registro en 155 encuentros.

Entonces, por cifras, por el cariño que se ganó de la gente, por el rendimiento, por los goles, daba para estar feliz. Eufórico y divertido. “Contento por la victoria del equipo, que es lo que queremos. Llevo la camiseta del Atlético, siempre es importante ganar. El rival enfrente es especial por lo que viví. Mi trabajo es darme al 100% al Atlético e hice lo que pude”.

“Ya sabía (que iba a pedir perdón), por el cariño, el respeto, por la trayectoria que tuve en el Barça, por el momento que están pasando los compañeros. Es difícil para ellos, por eso, respeto”, añadió.

Y luego, ante la insistencia de si el gesto del teléfono fue para Koeman, remató con una sonrisa pícara: “Para nada, pero si él se lo quiere tomar a pecho…”.

Luis Suárez sigue hablando en la cancha, el público no se marcha. Por el contrario, grita más fuerte. Quiere que el grito de “¡Uru-gua-yo!” se filtre por el micrófono del periodista. Le obsequian su corazón y sus gargantas. Tratas de hacerle entender que en Madrid, a diferencia de lo que ocurrió en Cataluña, se le va a mimar al máximo. Y que a nadie se le va a ocurrir hacer una locura como abrir la puerta del patio del fondo para que un goleador histórico salga por ella.

Ganó Atlético de Madrid, porque al “Pistolero” le quedan muchas balas.