En 2014 Marcelo Broli tenía una idea fija: la de retirarse como futbolista. El mediocampista -que tenía 36 años- se encontraba en Miramar Misiones y una constante molestia en el talón de alquiles lo llevó a comenzar el curso de técnico con el objetivo de estar pronto lo antes posible para esa nueva etapa. No obstante, llegó más rápido de lo esperado. Y todo fue porque un compañero de equipo, Sebastián Pérez, y el preparador físico Federico Elola “le hicieron la cabeza” para que asumiera en el Limburgo de la categoría A de la Liga Universitaria de Deportes (LUD).

Elola tenía dos trabajos: el de preparador físico en Miramar Misiones y el director técnico en Limburgo. Su idea era desarrollarse como preparador físico y decidió dejar de ser entrenador. A su vez, Pérez conocía al Limburgo ya que tenía a muchos amigos que jugaban ahí.

Tras esa situación, Pérez y Elola pensaron en Broli para que fuera el nuevo técnico de Limburgo. “Ahí lo empezamos a convencer”, le contó Pérez a Ovación. No fue un fácil porque recurrieron a “una mentira piadosa”, dijo.

Foto: Gentileza de Sebastián Pérez.

A principios del 2014, Miramar Misiones hizo la pretemporada en Argentina. Pérez y Eola arrancaron con las “maniobras” para persuadir a Broli de que su primer desafío como entrenador fuera en la LUD. “En varias oportunidades le comentamos que Limburgo tenía un ‘cuadrazo’ y que peleaba por el campeonato. Pero ese año no fue así”, afirmó Pérez con una sonrisa.

Broli, a mitad de 2014, se retiró para asumir en Limburgo. “Lo llevamos engañado”, especificó Pérez, porque al final pelearon por no descender.

A su vez, argumentó que una vez que Broli aceptó el desafío de dirigir al Limburgo se “forjó una linda amistad con todos los integrantes del equipo”. Realizaron varios asados y crearon un grupo de WhatsApp que hasta el día de hoy se mantiene con el nombre: “La nariz del Chelo”.

Pérez, que siempre iba a ver al Limburgo, evidenció que disfrutaron y mucho de Broli como entrenador del conjunto de la LUD. “Trasladó mucho de los conocimientos que traía del fútbol profesional y demostró lo buena gente que es a la hora de guiar al grupo, algo que se vio en la selección uruguaya Sub 20 campeona del mundo en Argentina”, puntualizó.

No todo fue color de rosa. Porque Limburgo estuvo lejos de pelear por el campeonato y su lucha fue por evitar el descenso. El gran objetivo de quedarse en la A lo sellaron en la última fecha.

“Teníamos que ganar como sea para poder salvarnos del descenso y lo conseguimos al vencer 3-2 a Old Boys”, relató. “El otro día decíamos entre todos los del equipo: ‘El Chelo lloró con la selección y con nosotros cuando salvó a Limburgo del descenso’”, aseveró Pérez con una gran carcajada.

En ese encuentro definitorio se dio un hecho muy curioso: no llegaban a 11 jugadores. “Encontramos un muchacho y lo pusimos de titular. No tenía idea de lo que estábamos jugando y el Chelo se mató de la risa porque nos salvamos trayendo gente en ‘paracaídas’”, rememoró Pérez.

Foto: Gentileza de Sebastián Pérez.

Una vez que se cumplió el objetivo, Marcelo Broli decidió dejar ese “equipo de amigos” donde generó una gran relación con todos. A raíz de ello, varios integrantes de ese cuadro fueron a saludarlo cuando pasó en el ómnibus con todos los futbolistas campeones del Mundial Sub 20 en Argentina por la esquina de Limburgo y Coimbra.

Al dejar la LUD, Marcelo Broli pasó a formar parte del cuerpo técnico de Marcelo Méndez. Trabajaron juntos en Progreso desde 2016 a 2018 y en Danubio en 2019.

A mitad de 2020, Broli tuvo su primera gran chance: se convirtió en el director técnico de Villa Teresa, que militaba en la Segunda División.

Gonzalo Porras fue dirigido por Broli en el conjunto de Nuevo París. Lo definió como un “entrenador muy sereno, que estudia muchísimo al rival y en todo momento le transmite tranquilidad a los futbolistas”.

“Es muy allegado al jugador y eso quedó demostrado con la selección Sub 20 campeona del mundo porque todos los chicos lo abrazaban y tenían mucha complicidad con él”, recalcó a Ovación.

“Se hace querer por los jugadores ya que se vio cómo los futbolistas de la selección dejaron la vida por él”, añadió Porras, quien fue el primer capitán que eligió Broli como director técnico en el mundo profesional.

El exjugador de Nacional expresó que Broli arribó al equipo con una idea. “Pretendía salir jugando desde el fondo y metía al volante central entre los zagueros para hacer una buena circulación de pelota. Además, siempre iba al frente y salía a buscar los partidos de forma inteligente, porque sabía cuándo se debía apretar, cuándo presionar y en qué lugar”, sostuvo.

Porras “colgó los botines” a fin de 2020 y Broli fue el último director técnico que tuvo. “Fue muy sincero conmigo. Me decía que capaz jugaba por este lado o que el próximo partido iba a arrancar en el banco. Esa sinceridad es muy valorada por el futbolista”, puntualizó.

Foto: Formativas CAP.

En 2021 se dieron varios cambios en Peñarol tras la asunción de Ignacio Ruglio como presidente del club y la de Pablo Bengoechea como director deportivo. Uno de ellos fue la reestructuración de las juveniles

Bengoechea pensó en un candidato para la Tercera División y que se hiciera cargo de la Sub 20 en Copa Liberadores: Marcelo Broli. Ni bien tuvo la oferta en sus manos la aceptó. De esta manera, volvía al club que lo había visto nacer como futbolista y, a su vez, era todo un reto dirigir la formativa de uno de los dos grandes del fútbol uruguayo. En 2022 Broli conseguía su primer título como entrenador: la Copa Libertadores Sub 20 en Ecuador. Fue la primera vez que Peñarol ganó ese certamen.

Foto: Francisco Flores.

Foto: Prensa Uruguay.

La Libertadores Sub 20 despertó el interés de los dirigentes de la AUF en Broli para que pudiera dirigir a la Celeste Sub 20. El 20 de mayo de 2022 fue presentado como nuevo DT ganándole la pulseada a Darío Rodríguez, Diego López y Paolo Montero.

En 2023, Broli dirigió a Uruguay en el Sudamericano Sub 20 en Colombia y cumplió con creces: quedó segundo y clasificó a la Copa del Mundo de la categoría.

Al no haber entrenador en la mayor, en marzo Broli se hizo cargo del cuadro, de forma interina, en los dos amistosos ante Japón (1-1) y Corea del Sur (2-1). Sin embargo, tenía en claro cuál era su gran objetivo para este año: el Mundial Sub 20 en Argentina. Pues no defraudó: logró que la selección uruguaya sumara su primera Copa del Mundo Sub 20.

Foto: Darwin Borrelli.

Marcelo Broli cuenta en su haber con dos títulos como director técnico, que ganó gracias a su estilo bien marcado: el de ser honesto y, principalmente, por tener un gran manejo de grupo. “Al Chelo, sin dudas, le espera una gran carrera como entrenador. Es un tipo recontra preparado y esto recién empieza”, concluyó Porras.