El entrenador de Nacional se decantará en el clásico por una fórmula que le dio resultado durante todo el Torneo Intermedio: Rómulo Otero por un lado y Exequiel Mereles en el otro.
Aunque la estrategia sigue dejando a un lado la posibilidad de jugar con dos extremos puros, en parte, sorprende por otra razón: la inclusión de un jugador que no estuvo convocado al partido previo (Mereles) y el voto de confianza a Otero, que viene siendo duramente cuestionado por la hinchada.
Pese a que todavía no le soltó la mano, la dirigencia ya tiene previsto renegociar la continuidad del venezolano a fin de año, según supo Ovación. Pero esa discusión quedará en segundo plano al menos hasta después del clásico. Lo que sí, es un hecho, se evaluará llegado el momento debido a que percibe uno de los dos salarios más altos del plantel principal y en cancha ha tenido aportes que son contados.
En números, tiene un total de 28 partidos oficiales con la camiseta de Nacional y en lo que va de su ciclo convirtió tres goles (dos frente a Cerro Largo en Melo).
En materia de asistencias, la realidad no es muy distinta: marca cuatro aportes del venezolano, que a sus 32 años sigue integrando las reservas de la selección de su país, aunque desde marzo de 2024 no ha vuelto a ser convocado.
El clásico de mañana puede ser crucial para su futuro. Otero ya falló en el anterior y tampoco se lució en ninguno de los seis partidos que el equipo jugó en la fase de grupos de la Copa Libertadores (apenas jugó como titular en dos).
La oportunidad que le da Peirano no es menor. Dependerá de él aprovecharla y cambiar la percepción que tienen sobre su figura una buena parte de los hinchas.
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