Hace algunos años, la torre de un edificio ubicado sobre la calle Tristán Azambuya, a espaldas de la Tribuna José María Delgado, le permitía a un puñado de vecinos espiar fácilmente los entrenamientos de Nacional, que habitualmente entrenaba en el Gran Parque Central cuando lo dirigía el Cacique Alexander Medina. Achicando un ojo y abriendo el otro, también era posible ver la cancha dividida a la mitad desde un pequeño recoveco de la Scarone.

Sin embargo, desde hace un buen tiempo a esta parte, a partir de que el estadio retomó sus obras, ambas fórmulas dejaron de ser efectivas. La Delgado recibió una reforma que amplió su altura y agregó palcos (hoy consta de seis pisos a los que se accede por escalera o ascensor) mientras que la cabecera -a la que normalmente van los visitantes- fue tapeada en ese hueco y también tuvo modificaciones edilicias.

La noticia no solo condicionó el trabajo periodístico, sino que cambió la lógica laboral de algunos entrenadores, como sucede por estos días con el Chino Álvaro Recoba, que toma especial cautela para que sus planes en relación al clásico del próximo viernes ante Peñarol se mantengan en secreto.

Hoy en día, Nacional se puede dar el gusto de entrenar a puertas cerradas en su estadio, con la tranquilidad de que los “espías” tengan que apelar a algo más que el ingenio para poder sacar conclusiones. De hecho, hubo una orden específica de algunos referentes del plantel para que los futbolistas tengan especial cuidado con la información que entregan, y existió un acatamiento de su parte. “No nos dejan decir nada”, le aclaró uno de los consultados a Ovación con mucha firmeza.

La consulta trasladada a otras fuentes tricolores devino en algunos de los conceptos que ayer deslizó Sebastián Eguren en diálogo con el programa 100% Deporte de la radio Sport 890. Entre otras cuestiones, el director deportivo respondió que al desgarrado Luis Mejía lo estudian “día a día” y no quieren apurar “una decisión que termine siendo negativa” a futuro.

Juan Manuel Ramos/Archivo El Pais

“El gran tema es que el área médica tome una decisión en conjunto con el cuerpo técnico”, sostuvo sobre la posible titularidad. “Es algo complejo porque no es el último partido del año, sino que hay más partidos por delante y no afecta a uno solo”.

Desde Nacional confirmaron esta versión y agregaron que, pese a que cumplirá 15 días de su desgarro la jornada del clásico, será esperado hasta “último momento”.

Por otra parte, según pudo saber Ovación, Recoba descartó de plano usar línea de tres defensores contra Peñarol, como ya había probado -con éxito- en los amistosos de verano. El funcionamiento del último partido ante Progreso no convenció al técnico, que habló sobre esto con el área deportiva y ayer, al parar el equipo, volvió a la línea de cuatro defensas.

Todavía hay dudas del medio hacia adelante, aunque, a regir por los antecedentes, es previsible que juegue Lucas Sanabria acompañado de Francisco Ginella. Resta saber si sorprenderá con un doble “9” o volverá al 4-2-3-1.