Por Pablo Cupese
Hace poco más de un mes la vida le dio a Kevin Méndez un golpe de esos duros de digerir tras el fallecimiento de su abuela. “Era como mi mamá, fue con la que me crié, con la que viví toda mi infancia, la que me educó, la que me inculcó un montón de valores, la que me dio un techo”, afirmó el atacante y también la primera persona en la que pensó tras el inolvidable gol clásico.

Remate cruzado, pelota a la red y lágrimas en los ojos: “En ese momento se me cruzó ella por la cabeza”. Pero Méndez, en diálogo con Ovación, aseguró que no fue lo único en lo que pensó: “Pensé en toda mi familia que es hincha de Peñarol y que estaban ahí en el estadio”.

“Poder compartirlo con mi hijo que estaba en la tribuna es increíble, así como también el sentimiento y el amor que yo le tengo a Peñarol. Es el club de mi infancia, el de corretear cuando tenía 4 o 5 años con la camiseta puesta”, sostuvo.

Y más allá de lo emotivo de la conquista, también pasó un compañero suyo por la cabeza: el “Vasquito” Matías Aguirregaray. Es que al lateral, que no tuvo minutos el sábado, le terminó cumpliendo la promesa de que iba a hacer un gol en el día de su cumpleaños.

“Le mandé un mensaje de mañana, antes del desayuno, de feliz cumpleaños y me dice: ‘negrito regalame un gol’ y ahí le pongo: ‘hecho’ y me dijo que me tomaba la palabra y ahí le dije que si mojaba se lo dedicaba y cuando hice el gol salí derecho para ahí”.

El cumpleaños, y además el triunfo, hicieron que la concentración del sábado fuera una fiesta, sin dejar de lado que esto sigue.

Foto: Juan Manuel Ramos.

De alguna manera, el encuentro fue una especie de revancha para Méndez que ante Liverpool no había tenido minutos y se había quedado con las ganas en un partido donde al aurinegro no le salieron las cosas y perdió, por eso se notó algo sorprendido al ir desde el arranque en el clásico.

“Sinceramente no lo esperaba por lo que había pasado el fin de semana con Liverpool donde no me tocó jugar. No lo imaginaba, pero a principio de semana había tenido una charla con el entrenador en la que me dijo que iba a jugar que me preparara y eso fue una inyección de confianza. A mi me encantan este tipo de partidos, los vivo desde muy chiquito y es el partido que todo jugador quiere jugar, me preparé para el fin de semana y me mentalicé en eso para olvidar el enojo o la frustración de la semana anterior”, sostuvo.

Para Méndez “fue una tarde redonda. Peñarol es el club de mi vida, es donde me formé, ese club donde crecí, en el que soñaba con alguna vez jugar y bueno y ayer fue que fue que cerró todo”.

En relación a los aspectos deportivos del clásico, Méndez analizó: “Estábamos convencidos de que queríamos ir al frente, se dio así, fue un partido redondo en el que hicimos méritos por el triunfo y lo coronamos con una gran tarde”.

Foto: Juan Manuel Ramos.

Parte de lo emotivo de la jornada también estuvo alrededor del marco de público que se hizo presente en el Campeón del Siglo, que agotó las entradas y que aportó su toque clásico desde las tribunas.

Consultado sobre si eso era una presión extra, manifestó: “Jugar en Peñarol es una presión constante. El club lo exige siempre, la gente acompaña en las buenas y en las malas, es una hinchada que es diferente a las demás por lo que transmite, siente y cómo lo vive y en un clasico cuando jugás con toda la gente y con 40 mil personas en la tribuna, sí es una presión extra”.

El atacante duda al definir si este es su mejor momento, pero sí confiesa que el conxtexto lo motiva y es lo que le da más fuerzas para rendir dentro de la cancha con la camiseta de Peñarol.

“Yo siempre digo que lo mejor siempre es lo que estás viviendo y lo que estás pasando. Yo hoy en día estoy en un contexto ideal porque estoy viendo y disfrutando mucho de mi familia, tengo un hijo que lo disfruto todos los días y estoy disfrutando de mis amigos. Estuve muchos años afuera donde quizás no podía disfrutar más a los míos y hoy estoy en el club del que soy hincha, entonces como que el contexto para mí es muy muy favorable. Lo estoy disfrutando muchísimo y y creo que sí que es un momento bueno, en lo personal y también obviamente desde lo deportivo”, concluyó Méndez quien disfrutaba junto a su familia del triunfo clásico.

“Nacho ya nos había comentado a algunos en en el correr de los días que estaba esta posibilidad y ayer después del partido nos comentó que había tomado una decisión. Obviamente nosotros lo apoyamos y le dimos para adelante porque sabemos que pasó situaciones difíciles y que es una oportunidad para él. Nacho se lo merece y se lo merece de verdad porque es un chico divino que pasó un momento jodido que no sabía si iba a volver a jugar y hoy el fútbol le da esta revancha. Tenía un gran presente en Peñarol, pero en lo que él decida nosotros lo vamos a acompañar”, sostuvo.