Juan Pintado tiene 26 años, es de Las Piedras, tiene una hija pequeña de dos años y esta temporada fue uno de los mejores laterales derechos del fútbol uruguayo, aunque él no lo siente tan así, pese a que señala que fue una buena temporada.
Con los gritos y las risas de fondo de su hija, que está jugando con su madre -Dahiana- Pintado habla con Ovación y señala que tiene expectativa por lo que pueda suceder en la próxima temporada, ya que quedó libre de Defensor Sporting y es poco probable que siga en el equipo violeta, donde terminaron cuartos en la Anual.
De una familia de 11 hermanos vive en el barrio del Hipódromo de Las Piedras y le encantan los caballos, aunque por ahora solamente como aficionado y porque tiene amigos que comparten la pasión de ser burreros. “De chico laburé con las caballos de peón, cuando estuvo dos años sin jugar al fútbol. Y tengo tíos que fueron jockey”, señala.
Si bien Pintado finalizó su contrato con Defensor, su ficha sigue perteneciendo a Juventud de Las Piedras. Es por ello que aquel club que lo pretenda contratar deberá negociar con los pedrenses.
Veloz, con buen discernimiento a la hora de finalizar las jugadas y rápidas transiciones, fue destacada la temporada del futbolistas que supo jugar también en Goiás de Brasil y en Godoy Cruz.
“Yo sentí que hice un buen año, jugué bastante, en lo grupal pudimos clasificar a la Libertadores. No me sentí el mejor en mi posición, acá hay muy buenos laterales, como Martirena, que se fue a mitad de año, Milans para mí es muy bueno aunque no jugó mucho en Peñarol, también me gusta Haller de Danubio”, explica. “Sentí que lo hice bien, pero tampoco me sentí el más destacado del año”, dice con la humildad que lo caracteriza.
En total Pintado jugó 37 partidos en la temporada y fueron todos como titular.
“Soy un lateral más de proyección, es algo que me nace, lo entreno mucho. Soy más de arrancar para adelante. Con Marcelo (Méndez) trabajé mucho el tema de los perfiles, es decir, cuando venía un centro del lado contrario, que perfilara el cuerpo y que trate siempre de estar con la marca cerca, que no descuidara a mi jugador en el área, aunque siempre me dio libertades para que me soltara”, puntualiza.
Pintado no sabe qué será de su futuro, porque es de los futbolistas que prefiere no saber nada hasta que haya una oferta concreta, pero Nacional pretende contratarlo y, de hecho, ya ha existido alguna conversación al respecto con los empresarios que manejan su ficha. Ojo, no es el único equipo del medio que lo quiere.
“Me siento bien, con confianza, con ganas. Hace un año atrás soné también para ir a un equipo grande (Peñarol, cuando estaba en Godoy Cruz), y si me lo preguntás ahora, me siento mucho mejor que esa vez que soné”, reflexiona con autocrítica. La misma que tiene para hablar del irregular rendimiento que tuvo contra Nacional en el Gran Parque Central (0-1): “Tuve un partido malo, me jugó en contra la ansiedad y las ganas de que salga todo bien. Yo ya había jugado contra los grandes y había tenido buenos rendimientos, son cosas que a veces pasan”.
“Cuando tengo un partido malo llego a mi casa entregado, no hablo. Me cuesta mucho. Es algo que busco mejorar”, cierra desde su hogar, de la misma forma que empezó la entrevista: con las risas de su pequeña hija.