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entrevista

Juan Castillo: su “desmayo” en el Mundial 2010 y el encontronazo con José Pedro Damiani en Peñarol

El exarquero habló sobre la vez que un actual referente de la selección cantó por él en Peñarol y el pionero proyecto que está por encabezar en el fútbol uruguayo.

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Juan Castillo, exarquero de la selección uruguaya.
Juan Castillo, exarquero de la selección uruguaya.
Foto: Francisco Flores.

Alberto Sobrero
Juan Guillermo Castillo se mantiene físicamente impecable, como si todavía fuese un futbolista profesional. Aunque lamenta que esa etapa se haya terminado y espera encontrar una “nueva sensación” que lo motive. En una entrevista con Ovación el exarquero de la selección uruguaya habló sobre la oportunidad en la que casi se desmaya en el Mundial de 2010, cuando José María Giménez cantó por él en Peñarol y el “encontronazo” que tuvo con José Pedro Damiani.

Castillo es un apasionado por el entrenamiento y las manualidades. Tan es así que construyó un gimnasio en su casa para entrenar “todos los días, salvo el domingo”, explicó el exjugador de Peñarol. “Soy aficionado a la carpintería ya que hice varias cosas en mi casa”, dijo.

Sin embargo, recalcó que nade se compara a lo que fue su época como futbolista y que, en varias oportunidades, sueña por las noches que está adentro de una cancha bajo los tres palos de algún equipo.

“A veces sueño de querer volver a jugar al fútbol ya que fue una parte divina de mi vida. La verdad que me hubiese gustado jugar un poco más. Muchas veces pienso que es un poco injusto porque en otras profesiones se puede seguir ejerciendo hasta los 60 o más años, mientras que la carrera del futbolista es hasta los 35 o los 40 años. No pretendía jugar hasta los 60, pero me hubiese gustado seguir hasta los 50 años”, aseveró.

Castillo manifestó que las razones por las que decidió “colgar los guantes” fueron por un dolor crónico en la espalda y a varios inconvenientes en la rodilla ya que no le permitían entrenarse de la mejor forma.

Selección

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El País

Castillo fue citado por primera vez a la selección uruguaya en 2005 cuando Jorge Fossati era el director técnico de la Celeste. Sin embargo, tuvo mayor participación en el equipo uruguayo tras la llegada de Oscar Tabárez.

Su primer partido en el arco de la Celeste fue en un amistoso ante Sudáfrica el 12 de setiembre de 2007, mientras que su debut oficial se dio el 17 de junio de 2008 en la victoria de Uruguay 6-0 sobre Perú por las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial de Sudáfrica 2010.

Las lesiones, según él, lo llevaron a que perdiera la chance de ser el arquero titular del equipo durante gran parte del proceso Tabárez. A fines de 2008 debió operarse de los ligamentos cruzados de la rodilla y quedó afuera de la selección por un largo tiempo.

Volvió a tener su oportunidad bajo los tres palos de Uruguay en el empate 2-2 ante Venezuela en Puerto Ordaz el 10 de junio de 2009 por la fecha número 14 de las Eliminatorias. Sin embargo, cuando faltan dos partidos para el final el maestro decidió poner a Fernando Muslera, quien no salió más del arco.

Castillo enfatizó que la selección siempre fue su gran prioridad. “Hice muchos esfuerzos por la Celeste y me jugaron en contra en los equipos que estuve afuera del país. Porque a todos los equipos extranjeros que me compraban lo primero que les decía era que ‘si me citaba la selección siempre iba a ir sin importar el partido que fuera’”, puntualizó.

El exarquero explicó que solo los directivos del Deportivo Cali de Colombia se “lo tomaron para bien” su deseo de estar siempre en la selección uruguaya y contó una particular situación que vivió en ese país.

“Me citaron para el amistoso ante Angola en Portugal. En esos días jugaba contra Junior de Barranquilla y en la semana previa comencé a ver las conexiones de los vuelos, y no me daba el tiempo porque tenía que salir de Barranquilla a Bogotá, Madrid y Portugal. Entonces, durante la semana le dije al entrenador, un poco en broma y un poco enserio, que si íbamos ganando 2-0 que me sacara. Pero al final íbamos perdiendo 2-0 y a falta de 15’ me cambió. Salgo corriendo, saludo al golero, me bañé y me fui en una camioneta contratada por el club al aeropuerto para tomarme el avión”, contó con una carcajada.

Mundial

Castillo integró la lista de los 23 jugadores que alcanzaron el histórico cuarto puesto en el Mundial de Sudáfrica 2010. “Fue un momento que nos marcó y tuvimos el privilegio de darle una alegría a la gente”, remarcó.

No obstante, Castillo vivió un momento increíble en esa Copa del Mundo y se dio en los cuartos de final ante Ghana. El encuentro se estaba por terminar y el conjunto africano tuvo un penal en la hora. El encargado de patearlo fue Asamoah Gyan, pero su remate se estrelló en el travesaño. Y Castillo, que estaba en el banco de suplentes, casi se desmaya por toda esa situación.

“Se dio en el final con lo del penal de Gyan. Era un 95% de que estábamos afuera y cuando este muchacho erró el penal salté con una gran euforia, se me aceleró bastante el corazón y caí al piso. Me atendió rápido el cuerpo médico y enseguida me recuperé. Fue una locura”, dijo muy emocionando.

Castillo pudo coronarse campeón de la Copa América de Argentina en 2011 y la última vez que fue citado para formar parte de la delegación uruguaya fue para los dos partidos ante Jordania por el repechaje al Mundial de Brasil 2014.

Peñarol

Juan Castillo. Foto: Archivo El País

Castillo tuvo dos etapas en el mirasol (2006-2007 y 2014). En la primera fue donde más se destacó ya que en el 2006 estuvo cerca de ser campeón Uruguayo tras perder las finales frente a Danubio. En ese entonces fue dirigido por Gregorio Pérez a quien definió como “una gran persona” y que lo ayudó a sobrellevar una particular situación que vivió con José Pedro Damiani, quien era presidente de Peñarol en ese entonces.

“Era viernes, previo a un partido, y me senté afuera de la concentración de Los Aromos. Al rato vino Gregorio a preguntarme qué me pasaba. Le dije que estaba muy enojado porque Peñarol me debía mucha plata y él me contó lo que tenía que hacer: ‘Tomá acá tenés el número de la oficina de Damiani, llamalo y decile que si no te paga, no jugás más’”, comentó.

Tal es así que accedió al consejo de Gregorio. “Lo llamé y le dije que quería que me pagara y Damiani me empezó a ‘bicicletear’. Ahí le conté que si no me pagaba, el próximo fin de semana no jugaba. El sábado tuvimos partido, el domingo libre y el lunes ya me estaba pagando. Todo fue por Gregorio”, comentó.

Tras la salida de Gregorio Pérez, llegó Gustavo Matosas y el equipo no funcionó. Lo único que se rescataba era el buen accionar de Castillo. A raíz de ello los hinchas de Peñarol empezaron a cantar: “Que se vayan todos, que Castillo quede solo”.

El exgolero mirasol recordó ese momento con mucha gracia y, además, rememoró que uno de los referentes de la actual selección uruguaya cantó por él. “Cuando llegué a Danubio en 2013, José María Giménez estaba haciendo sus primera armas y en una concentración me dijo que cantó por mí en esa época de Peñarol”, sostuvo.

Actualidad

Además de entrenar como si fuese un profesional y su gran amor por las manualidades, Castillo trabaja en la escuelita de fútbol del centro deportivo de Enfoque, instituto que pertenece al exfutbolista Andrés Scotti.

Sin embargo, en los últimos días se le concretó una oferta para volver a estar vinculado al fútbol profesional: va a crear el primer departamento de goleros del Uruguay en Albion. “Voy a ser el encargado de encabezar este proyecto y de dirigir a los entrenadores de arqueros del club”, explicó.

Ahora con un nuevo compromiso en lo profesional espera volver a recuperar esa sensación que sentía cuando estaba adentro de un campo de juego, eso que tantas alegría le dio y que espera reencontrar desde afuera de la cancha.

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