Jerarquía Nacional: el plan maestro de Peirano, la jugada que cambió el partido y el papel que jugó el GPC

El tricolor remontó en su casa y ante su gente un encuentro de esos que marcan una temporada y el entrenador tuvo injerencia directa con sus decisiones.

Los jugadores de Nacional celebran el golazo de Juan Cruz de los Santos frente a Liverpool.
Los jugadores de Nacional celebran el golazo de Juan Cruz de los Santos frente a Liverpool.
Foto: Leonardo Mainé.

La lluvia de críticas que caían sobre Pablo Peirano antes de enfrentar a Liverpool se transformaron en un mar de aplausos en un Gran Parque Central que jugó su papel en el resonante triunfo de Nacional por 3 a 1.

Es que muchas de las cosas que se le criticaban al entrenador eran los planteos en encuentros decisivos. El de ayer lo era y el DT salvó el examen con gran nota. Claro está que los jugadores también porque sacaron a relucir jerarquía en momentos determinantes. Y más cuando fue la visita la que se puso en ventaja desnudando una falencia tricolor: las pelotas rastreras y cruzadas al área. Ahí pudo facturar Abel Hernández a los 31’, en la única acción en la que se liberó de la pegajosa marca de Sebastián Coates y Julián Millán, dos pilares.

Ese gol parecía derrumbar la jugada de Peirano, que optó por sumar un volante más y relegar un extremo porque él sabía que de alguna manera debía minimizar el juego de Liverpool.

Pero nada se derrumbó en Nacional, sino que todo lo contrario. A partir de una inmediata reacción, el Bolso comenzó a construir una gran victoria. Siete minutos después de quedar abajo en el marcador, apareció Lodeiro con un centro tan preciso como exquisito para que el Diente López —en duda durante toda la semana— anotara de cabeza el 1-1.

Luciano Boggio celebra el gol del triunfo de Nacional frente a Liverpool en el Gran Parque Central por el Torneo Clausura.
Luciano Boggio celebra el gol del triunfo de Nacional frente a Liverpool en el Gran Parque Central por el Torneo Clausura.
Foto: Leonardo Mainé.

Y ahí la que sí se empezó a derrumbar fue la estantería de un liviano Liverpool que amagó con ser el vertiginoso equipo que había doblegado a Peñarol en el primer tiempo en Belvedere, pero los extremos no superaron a sus rivales en el uno contra uno y a Abel —totalmente neutralizado por Coates y Millán, a quien le dio un codazo que perfectamente le pudo costar la expulsión a los 34'— la pelota no le llegó.

El desgaste todo lo hizo Nacional porque si bien la pelota la tuvo más Liverpool (58% a 42%), la visita no supo qué hacer con ella: la movió de un lado a otro y no lastimó ni por banda ni por el medio. No pudo entrar.

Y el tricolor esperó el momento para golpear la mesa y lo hizo. A los 79’, Kevin Amaro chocó con Ezequiel Forclaz en el área de Nacional y quedó lesionado. Liverpool defendió con uno menos y el albo, con Lodeiro volcado a la izquierda generó la jugada que terminó con Luciano Boggio —la gran figura del partido— vestido de 9 para definir y poner el 2-1. Pero había más: Juan Cruz de los Santos volvió de la lesión, tuvo un vertiginoso ingreso y se despachó con un golazo.

El Gran Parque Central sacó a relucir la jerarquía Nacional. La de los hinchas, que jugaron su papel en un partido decisivo, la de los jugadores para dar vuelta el marcador y la de un DT clave con sus decisiones.

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