Si Pablo Peirano hubiese sido un celular, tal vez muchos le hubiesen dado, como máximo, 2% de batería a su futuro inmediato en Nacional ni bien se apagaron las luces del Estadio Campeón del Siglo tras el clásico del sábado. Pero como los dirigentes eligieron mirar el bosque más allá del árbol, no se dejaron llevar por el empuje de las redes sociales y se apoyaron en la mirada de la secretaría técnica, el ciclo del DT hoy sigue con vida.
El presidente Ricardo Vairo encontró coincidencias entre los jugadores Mauricio Pereyra, Sebastián Coates y Luis Mejía, quienes ven en él la figura de un hombre de confianza, más allá del técnico, y un “motivador nato”. Razones para pedir su cabeza habían, es cierto, pero también sobraban de las otras: 14 de 15 partidos ganados en la Liga AUF Uruguaya y una racha casi perfecta, además de la mancomunión con el plantel.
Pese a los trascendidos, la interna de Nacional fue capaz de formar un caparazón y blindarse hasta “defenderlo a morir”. Así lo trasladaron los tres referentes al momento de hacer la autocrítica en la reunión con los dirigentes. Y así lo sintió el entrenador hasta que, ayer por la mañana, un titular trastocó parte de sus planes.
En tiempos donde la información se decodifica de diferentes formas, una reconstrucción de Ovación generó turbulencias. Por eso, Peirano romperá el silencio esta mañana tras el clásico para dar sus explicaciones y, en parte, aclarar que la frase “hay jugadores que no van más” no salió de su boca, pese a que así lo habían confirmado otras fuentes. “Es una injusticia. Yo jamás expuse ningún nombre. En lo que pone la energía este cuerpo técnico es en tener un vestuario con valores. Los jugadores para nosotros son sagrados”, aclaró a Ovación.
En la cabeza del entrenador hay decenas de razones que lo abrazan a la autocrítica, pero ninguna de ellas entra en nombres propios. Aunque eso sí: en su análisis táctico, seguramente habrá retoques que así como le resultaron para lograr un 89% de efectividad a nivel local, mañana le servirán para tomar nota y evitar errores.
Del mismo modo que lo hizo en Independiente Santa Fe, donde el capitán le agradeció (ya fuera del cargo) durante el festejo de un título, ahora quiere dejar marca en Nacional.
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