"Una de las mejores incorporaciones que vamos a tener a mitad de año es la vuelta de Gonzalo Carneiro”, expresó el presidente de Nacional, Ricardo Vairo, en mayo, cuando se aguardaba por el regreso del delantero de 29 años, tras romperse los cruzados en julio de 2024. A partir de aquella declaración, fecha tras fecha, su regreso se pospuso. Hasta que casi un año después de la lesión, su nombre reapareció en la convocatoria para enfrentar a Miramar Misiones, el pasado 21 de junio en el Estadio Municipal Silvestre Octavio Landoni en Durazno.
Desde ese momento, solo jugó 114 minutos repartidos en cuatro partidos. Y aunque el DT confió en él para mandarlo a la cancha en la final del Intermedio, donde falló su penal, y luego volvió a darle minutos en el clásico de la segunda fecha, aún no se ha visto a un Carneiro en su máximo nivel. A su vez, en las últimas semanas se sembró la incógnita de si su ausencia en las últimas convocatorias -no juega desde el clásico del 9 de agosto- respondía a una lesión en el pie, como defiende Sebastián Eguren, o si existe algo más.
El director técnico de Nacional habló sobre Gonzalo Carneiro, quien volvió a quedar afuera de la convocatoria de cara al partido del fin de semana pasado con River Plate. "Hoy (por el sábado) trabajó con el grupo de forma normal. Son dos semanas que trabajó diferenciado y el lunes Carneiro va a tener una semana más larga", sostuvo.
Por último, dejó en claro el motivo por el que no pudo contar con el delantero surgido de las formativas de Defensor Sporting. "Tuvo una contusión en el dedo y fue una molestia grande. Ahora estos dos días entrenó normal para tener una semana para poder tomar una decisión", expresó.
Desde su llegada en 2023, con renovación de por medio, lleva 44 partidos y 14 goles en 2915 minutos (promedio de 0.32). Pero, ¿este es el mejor Carneiro al que el tricolor puede aspirar? Las lesiones han empañado su carrera desde el inicio.
En la Primera de Defensor Sporting (2015-2017) fue donde mostró su mejor versión: 41 partidos 12 goles y 5 asistencias (1.951’). Sin embargo, su proyección se vio frenada por una pubalgia que lo dejó fuera de 17 partidos, más otros cuatro por traumatismos, totalizando más de 20 ausencias por lesión.
Su llegada al San Pablo (2018-2020) generó expectativa, pero su rendimiento estuvo lejos del ideal: 34 partidos y 2 goles en 1.228’. Problemas físicos -como lesiones de cadera y muslo- sumados a una suspensión por dopaje que lo marginaron durante un año. Aunque fue habilitado en 2020 tras tratamiento psicológico, no logró reasentarse.
Ya en 2022, repuntó en Liverpool, donde firmó una buena campaña: 18 partidos, 5 goles, 2 asistencias en 1.357’, sin registrar lesiones. Esa actuación le valió un pase al Cruz Azul de México (2022-2023), donde jugó 24 partidos y marcó 4 goles en 1.164’, también sin lesiones. Si bien no fue titular indiscutido, tuvo regularidad y aportó en el ataque.
En Nacional, la historia se repite. Hasta la lesión, en 2024 mostró su mejor versión, ganándose al hincha en los clásicos y la Libertadores. A partir de ahí, las lesiones no lo dejaron retomar su nivel.
Su mejor promedio goleador fue en Defensor, con 0.29 goles por partido, seguido muy de cerca por su paso por Liverpool (0.28), donde también registró su mayor promedio de minutos jugados (75 por partido). En Cruz Azul, el promedio bajó a 0,17 goles por partido, mientras que en San Pablo tuvo su etapa más baja con apenas 0.06.
Desde su llegada a Nacional en 2023 se perdió partidos importantes por lesión como la llave de Libertadores ante Boca por fractura de peroné (antes se perdió un juego ante Always Ready por tendinitis). Estas lesiones lo llevaron a estar ausente de agosto a octubre de ese año. Volvió hasta romperse en julio de 2024.
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