El hincha es pasional, quiere que su equipo gane, que no desaproveche oportunidades y pretende resultados inmediatos. Por eso, en parte, se explica su reprobación al rendimiento de Salvador Ichazo de anoche. Pero si uno repasa cuáles eran los comentarios generalizados de los fanáticos respecto a las primeras actuaciones en Nacional de Sergio Rochet, seguramente usted se llevará una sorpresa.

No era un partido fácil para Ichazo: era el primero sabiendo que todos los ojos iban a estar puestos sobre él. Es que horas antes se confirmó la salida de Rochet a Inter. El excapitán de Nacional estuvo ayer en el Estadio Centenario, pero no pudo jugar por disposición de su nueva institución.

Seguramente el partido no fue como Ichazo lo pensaba antes de jugarlo. Falló en la jugada del primer gol anotado por Tomás Verón Lupi al salir a cortar un centro con los puños y dejarle la pelota en los pies al adversario -que no falló- y no transmitió seguridad en ningún momento.

Incluso hubo alguna jugada en la que el guardameta de Nacional estuvo errático con los pies, algo que no es común en él.

Por si fuera poco, aunque no tiene responsabilidad directa, dudó mucho en salir en el córner que desemboca en el gol, el de Gastón Bueno, y terminó decidiendo quedarse bajo los tres palos. Su indecisión es la que lo termina dejándolo expuesto.

Ichazo ya había atajado oficialmente en el 3-0 a River y en 4-0 a Deportivo Maldonado, pero ayer la presión notoriamente fue otra.

Es un buen arquero y hay que darle, al menos, unos partidos más de crédito antes de ser tan tajante a la hora de analizarlo. Está en una edad ideal (31) para demostrar que puede ser perfectamente el arquero titular de Nacional.

En tanto, la gerencia deportiva del Bolso busca otro arquero, pero, en principio, para ser suplente.

Foto: Leo Mainé.