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FIFA vs. UEFA: la batalla por los nuevos torneos

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Discusión. Ceferin e Infantino parecen debatir algo en el palco. La realidad los muestra enfrentados sobre el Mundial de clubes. Foto: AFP.

PODEROSOS EN GUERRA

La Federación creó el Mundial de Clubes pero los europeos se oponen y anuncian una Súper Champions League.

El fútbol está ingresando en una guerra internacional por el calendario global de competencias y los bandos en pugna son las superpotencias: la FIFA, la UEFA, los grandes clubes europeos y las principales ligas. Las primeras batallas declaradas son dos: Europa contra el nuevo Mundial de clubes de la FIFA y las ligas europeas contra el proyecto de Súper Champions League. En el fondo, todos luchan por una sola cosa: el botín de los derechos de televisión.

En este conflicto, el fútbol sudamericano cumple por ahora el papel de simple espectador de las decisiones que se toman en los grandes centros de poder de la pelota, que sin embargo tarde o temprano lo afectarán.

Este año hubo dos grandes anuncios:

1) La FIFA informó desde Miami la creación del Mundial de Clubes, que con 24 equipos cada cuatro años ocuparía desde 2021 el lugar de la Copa Confederaciones. El propio presidente Gianni Infantino se puso la idea al hombro(en forma paralela, la FIFA insiste con ampliar la fase final de la Copa del Mundo a 48 seleccionados, empezando ya en Qatar 2022).

2) La Asociación Europea de Clubes (ECA) aprobó, en una asamblea general realizada en Amsterdam, iniciar las conversaciones para reformar la actual Champions League y dar paso a una Súper Champions a partir de 2024. La iniciativa cuenta en principio con el respaldo de la UEFA.

La UEFA y la ECA, dominada por los grandes clubes, anunciaron de inmediato su oposición al Mundial de clubes, “por la saturación del calendario, por hacerle competencia a la Champions y por la intromisión de la FIFA en el fútbol de clubes”, dijeron.

“Los clubes tienen que entender que sólo por el hecho de que digan que van a participar no significa que lo harán automáticamente. Si esa competición sigue adelante, tendrán que ganarse el derecho a participar a través de las competiciones de la UEFA”, advirtió el titular de la UEFA, el esloveno Aleksander Ceferin.

Hasta ahora no hubo pronunciamiento de la FIFA sobre la Súper Champions.

El conflicto se desarrolla sobre un campo de batalla específico: el almanaque. El año tiene 365 días, salvo que sea bisiesto, con 12 meses y 52 semanas. Y no hay lugar para meter todas las competencias proyectadas.

fines de semana. Si bien hubo desmentidos, medios europeos aseguran que la intención de la ECA es disputar los partidos de la Súper Champions los fines de semana, un territorio hasta ahora reservado a las ligas nacionales desde el origen mismo de los campeonatos. Por algo Javier Tebas, presidente de LaLiga española, fue uno de los primeros en criticar la idea: “LaLiga y las otras grandes ligas de Europa no vamos a dejar de jugar los fines de semana”, sostuvo.

El presidente de la ECA y de la Juventus, Andrea Agnelli, primero afirmó ante la prensa que el tema de jugar sábados y domingos ni siquiera había sido tratado durante el encuentro de Amsterdam, pero después evitó descartar de manera tajante esa posibilidad. No es una simple cuestión de fechas: los partidos de los fines de semana tienen mayor audiencia potencial y por lo tanto “valen” más a la hora de vender los derechos televisivos. Los cálculos hablan de llevar los ingresos de cada equipo a 900 millones de euros por cada edición de la Súper Champions.

Según algunos medios españoles, los grandes clubes europeos tendrían garantizada su presencia en la nueva Champions a través de un “coeficiente histórico”. Entre los beneficiados figurarían, de acuerdo con esa versión, Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Liverpool, Manchester United, Chelsea, Milán, Juventus, Inter, Porto, Benfica e incluso el PSG, pese a que nunca fue campeón, ni subcampeón, del torneo.

Entre los reclamos de los grandes clubes europeos figura la rebaja del total de partidos durante la temporada, a través de la reducción de la cantidad de equipos en cada liga y el recorte de las ventanas reservadas a la actividad de las selecciones nacionales (fechas FIFA). Este punto afectaría a todas las federaciones, pero en particular a las sudamericanas, que disputan una extensa serie clasificatoria para la Copa del Mundo.

rechazo. La UEFA y la ECA quieren mantener a la Champions como el más importante torneo de clubes del mundo y por eso rechazan el nuevo Mundial anunciado por la FIFA. En el fondo, están repitiendo la resistencia a la Copa Intercontinental que los campeones europeos comenzaron a mostrar en la década de 1970.

Las grandes organizaciones del fútbol pretenden asegurarse suculentas ventas de derechos de televisión, justo en un momento en que hay indicios de estancamiento en este rubro. Por ejemplo, la Premier League recibirá por el período 2019-2022 una suma 10% inferior a la que pagaban las cadenas Sky y BT por el anterior contrato. Cuando comenzó a hablarse del Mundial de clubes se manejaba una cifra de 25.000 millones de euros, que luego pasaron a ser 12.000 por las tres primeras ediciones. Pero todavía no hay nada firmado.

Champions League. La joya que los europeos defienden. Foto: Efe.
Champions League. La joya que los europeos defienden. Foto: Efe.

La UEFA, además, enfrenta su propio conflicto: la latente amenaza de los grandes clubes de apartarse de la organización para armar, bajo su responsabilidad, una superliga europea. La revista alemana Der Spiegel publicó hace poco un intercambio de mails entre esos clubes explorando esa posibilidad. No es una situación nueva: hace 25 años, esa postura de los equipos poderosos obligó a transformar la Copa de Campeones en la Champions League, con más partidos y más plazas para los principales instituciones de cada país.

Claro que estas reformas requerirán atender la situación de los clubes de poder económico medio y chico, tal vez mediante la ampliación de la Europa League o la creación de una tercera copa continental.

nfl. Uno de los sueños de Agnelli y sus socios en la ECA es superar a la NFL (la liga de fútbol americano de Estados Unidos), que genera más dinero que la Champions pese a que su audiencia global es menor. Pero los observadores señalan que existen muchas diferencias entre los dos deportes que explican esa situación. Por ejemplo: mientras el fútbol americano profesional es un producto prácticamente exclusivo de la NFL, hay muchos otros torneos de fútbol aparte de la Champions.

El fútbol americano es un deporte colmado de tiempos muertos. Cada momento de acción dura unos segundos y después se vuelve a parar, lo cual es ideal para que la televisión meta sus tandas de avisos. Cortar los partidos de fútbol para pasar publicidad resulta impensable por ahora.

Además, mientras el fútbol de hoy y en particular la Champions tienden a convertirse en un escenario cuyos títulos están reservados a un puñado de grandes clubes de España, Inglaterra, Alemania, Italia y Francia, la NFL está estructurada para buscar la paridad: el reparto de los ingresos, la elección de nuevos jugadores y el techo salarial están establecidos para que los equipos que hoy pierden tengan más oportunidades de ganar mañana.

El futuro: ¿Se seguirán los partidos como hoy?

Más allá de los proyectos de nuevos torneos a partir de 2021 o 2024, una gran interrogante se abre sobre el futuro de las transmisiones de fútbol tal como se realizan hoy, a la vista de los cambios culturales que están produciendo las nuevas tecnologías de comunicación y en especial las redes sociales. “Somos la última generación que ve partidos enteros”, dijo el exfutbolista argentino Pablo Aimar hace un par de años.

Los millennials, acostumbrado a múltiples ofertas audiovisuales, se concentran por momentos cada vez más breves. Y llegará el día en que los 90 minutos de un partido les parecerán interminables.

La pasión por el fútbol se mantiene, los jóvenes se informan y opinan sobre los partidos, miran los goles, pero el seguimiento general del deporte comienza a cambiar.

Además, según un reciente estudio internacional la audiencia de los eSports entre usuarios de Internet de entre 18 y 25 años está aumentando de manera exponencial. Y muchos prefieren ver competiciones de eSports a través de Internet antes que deportes convencionales.

Nadie sabe cuánto afectará todo esto a las emisiones deportivas tradicionales.

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