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En Europa hasta los muy ricos lloran por la crisis de la pandemia

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Camp Nou
Alejandro García

FÚTBOL INTERNACIONAL

Barcelona tiene una deuda poderosa mientras en Francia los clubes arriesgan la bancarrota porque no encuentran quién les compre los derechos de televisión

"Leí sobre las deudas del Barcelona y casi me atraganto”, declaró Karl Heinz Rummenigge, el excrack y hoy director general del Bayern Munich. La situación del club calatán es grave, pero no es la única en el fútbol europeo, golpeado por la crisis económica derivada de la pandemia después de haber ingresado en una espiral de gastos cada vez mayores.

El principal dirigente de la Asociación de Clubes Europeos y presidente de la Juventus, Andrea Agnelli, afirmó a fines de enero que el fútbol del viejo continente enfrenta pérdidas por el covid-19 mucho mayores que lo previsto, de hasta 10.300 millones de dólares, sin que se vislumbre el regreso de los hinchas a los estadios esta temporada.

Agnelli consideró que las estimaciones difundidas por esos días por la consultora Deloitte, sobre pérdidas de ingresos de más de 2.000 millones de euros antes del cierre de la temporada actual para los 20 clubes más grandes de Europa, había “subestimado” el impacto de una temporada completa sin hinchas en los estadios

El mayor ejemplo de la crisis es Barcelona, cuyos desastrosos resultados deportivos de la temporada pasada funcionaron como un velo que se corrió y dejó ver números alarmantes: un pasivo de 1.173 millones de euros y una deuda a corto plazo de 773 millones. Por ejemplo, se le deben 196 millones a otros clubes por pases de futbolistas y tiene que pagar 226 millones a bancos antes del 30 de junio. Y, sobre todo, debe buscar alguna solución para retener a Lionel Messi, hoy con un pie y medio fuera del club.

El diario madrileño El Mundo, al revelar el sueldo de Messi, afirmó que ese contrato provocó la ruina del Barcelona, pero la historia es distinta. El club hizo malas inversiones en jugadores cuyos rendimientos nunca justificaron los montos pagados, a lo que se sumó por supuesto la caída de casi todos los ingresos debido a la pandemia. Para un equipo que es una atracción turística de la ciudad de Barcelona, las restricciones de movimiento de público derivadas del coronavirus han sido particularmente perjudiciales.

El club blaugrana enfrenta perspectivas oscuras: aunque la pandemia terminara pronto, el público volviera a los estadios y la situación alcanzara una normalidad parecida a la anterior, la posibilidad cierta de que Messi se vaya es un lastre para los planes de reactivación. Ya se sabe que si el argentino cuesta mucho dinero, genera todavía más.

La situación de su gran rival, Real Madrid, es apenas un poco más aliviada. Según la asamblea de socios realizada hace pocos días, al cierre de la temporada 2019-2020 el club merengue tenía una deuda bruta de 901 millones de euros y una deuda neta de 355 millones. Esas cifras no incluyen los gastos por las ambiciosas obras de reforma del estadio Santiago Bernabéu, que ascienden a varios cientos de millones.

El alivio viene del hecho de que la deuda a corto plazo del Real es de 203 millones, lejos de los 773 del Barca. De cualquier manera, es poco probable que al término de la actual Liga se realicen contrataciones de jugadores de cartel, algo que era tradición en el club.

FRANCIA. El fútbol francés atraviesa graves dificultades después de que el grupo español Mediapro rompiera el acuerdo por los derechos de la Ligue 1 hasta 2024 por 800 millones de euros anuales por el 80% de los partidos, cifra fabulosa que ponía al campeonato galo solo segundo de la Premier inglesa en este rubro. La realidad fue diferente: la firma abonó 100 millones y después dejó de pagar 172 millones en octubre y 152 en diciembre. Argumentando problemas derivados de la pandemia, Mediapro intentó renegociar el acuerdo, pero los clubes se negaron.

La Liga de Fútbol de Francia (LFP) salió apurada a buscar un nuevo emisor. La idea era tener al reemplazante de Mediapro el lunes pasado, pero las ofertas de Amazon, Discovery y DAZN fracasaron al no llegar a las cifras mínimas exigidas. Canal Plus y beIN Sports, que compartían los derechos del contrato anterior, no se presentaron a la licitación. Ahora, la LFP está estudiando un nuevo enfoque para la venta de sus derechos.

La situación puso a varios clubes al borde de la quiebra. Algunos de ellos, incluso el poderoso PSG, se acogieron a una especie de seguro de paro parcial para sus funcionarios y despidieron a otros, mientras hubo rebajas salariales para muchos futbolistas.

El martes, la LFP pidió una reunión urgente con los ministerios de Economía y de Educación y Deportes, buscando un plan de apoyo que revierta la grave situación. Los clubes estiman en 1.000 millones de euros las pérdidas en conjunto. El gobierno francés ya había puesto 100 millones a fines del año pasado, pero resultaron insuficientes. 

POLÉMICOS PRÉSTAMOS.Una decisión oficial provocó escándalo en el ambiente futbolístico británico: el Banco de Inglaterra otorgó al Arsenal y el Tottenham, dos de los clubes más ricos del país, más de 300 millones de euros en ayudas, siguiendo un programa oficial de financiación de empresas en dificultades ante la crisis derivada de la pandemia.

A mediados de enero, Arsenal recibió el equivalente a 135 millones de euros en concepto de esta ayuda. Tottenham había obtenido 197 millones el año pasado. En ambos casos, los intereses son muy bajos.

Además de las críticas por ese desembolso a favor de dos clubes de gran poder económico, en vez de apoyar otro tipo de empresas, desde el fútbol hubo otras voces de protesta, pues clubes más modestos no pueden acceder a este tipo de ayudas, pensadas para “grandes compañías que hacen una contribución material a la actividad económica en el Reino Unido”.

“Estas ayudas del Gobierno adulteran la competición”, dijo el presidente de un club de la Premier al Financial Times. Para sobrevivir, estos equipos deben recurrir a préstamos de la banca privada, con intereses mucho mayores.

CRISIS

Hasta el millonario PSG está en problemas

Ni siquiera los potentados como el PSG escapan a los problemas. Según un informe de la consultora KPMG, el PSG es el campeón europeo que “peor parado ha salido de las consecuencias económicas que la pandemia”, en comparación con Real Madrid, Bayern, Liverpool, Juventus y Oporto. El club parisino cerró el ejercicio 2019-20 con un déficit de 125,8 millones de euros.

La temprana suspensión de la Ligue 1 francesa cuando estalló la pandemia llevó al PSG a enfrentar una caída de 15% en los ingresos operativos. La obligación de jugar a puertas cerradas le costó dejar de ingresar 24 millones por venta de entradas. Y se había acordado un aumento del 10% en el salario de sus futbolistas, que no pudo cumplir.

Por supuesto, el club está respaldado por los petrodólares cataríes, aunque las normas de la UEFA sobre fair play financiero impiden una inyección financiera grande.

El plan de contratar a Lionel Messi se mantiene, pero para poder cerrar las cuentas es posible que PSG deba transferir a alguno de sus principales jugadores. Además, los contratos de Neymar y Mbappé vencen en junio de 2022 y ya se está negociando con ellos.

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