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Los errores arbitrales que provocaron escándalos y llevaron a la invención del VAR

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Gol de Inglaterra
AP

HISTORIAS MUNDIALES

Hubo muchos fallos garrafales pero aquí se resumen diez, ordenados de "graves" a "muy graves"

Está visto que ni siquiera el VAR elimina los errores arbitrales, pero la FIFA insiste en aplicar la tecnología a las decisiones de los exhombres de negro. Y para Qatar 2022 no solamente estará este sistema sino además la detección semiautomática del offside. De cualquier manera, vale la pena repasar en la historia de la Copa del Mundo diez errores tan flagrantes, tan escandalosos, cada uno peor que el anterior, que no hubieran escapado al ojo del VAR.

1) Una de tiempos lejanos, cuando no existía la televisión. Los españoles se quejaron que les robaron el desempate de la semifinal de 1934, ante Italia en Italia. Ganaron los azzurri con un polémico gol de Giuseppe Meazza y a España le anularon dos goles sin aparente razón.

2) El croata Josip Simunic alcanzó un récord mundial ante Australia por la Copa 2006: recibió tres tarjetas amarillas y una roja, gracias a la distracción del árbitro inglés Graham Poll. Simunic debió haber sido expulsado en el minuto 90, al recibir su segunda amonestación, pero Poll no lo tenía anotado. Un ratito después le mostró la tercera amarilla y entonces sí vino la roja.

3) De Corea- Japón 2002, un torneo plagado de desaciertos arbitrales: en la semifinal el turco Alpay Ozalan derribó a Luizao fuera del área, pero el surcoreano Kim Young-joo cobró penal y además lo expulsó. Rivaldo lo convirtió y así Brasil avanzó hacia la final..

4) Esta fue increíble. Jugaban Francia-Kuwait en España 82. Los europeos marcaron un gol, pero el hermano del emir de Kuwait entró en la cancha exigiendo la anulación. Y el árbitro soviético Miroslav Stupar le hizo caso. Igual Francia ganó 4-1.

5) Este error recayó sobre dos uruguayos. Jugaban Alemania e Inglaterra por los octavos de final de Sudáfrica 2010. Ganaban los germanos 2-1, cuando el inglés Frank Lampard remató desde el borde del área, la pelota dio en el travesaño, picó dentro del arco al menos 30 centímetros y rebotó hacia la cancha. El asistente Mauricio Espinosa no marcó que había entrado y el árbitro Jorge Larrionda  hizo seguir el juego. Alemania terminaría imponiéndose 4-1; para los dos jueces uruguayos fue el fin del Mundial.

6) Se jugaban los instantes finales de Italia-España por los cuartos de final de Estados Unidos 1994, cuando el defensa italiano Mauro Tassoti le propinó un codazo a Luis Enrique en el área. El árbitro húngaro Sándor Puhl no marcó penal ni expulsó al italiano, pese a que el español sangraba profusamente, pues le habían roto el tabique nasal. De haber sancionado el penal, los españoles podrían haber empatado. Perdieron…

7) Seguramente es el gol ilícito más famoso de la historia de los mundiales. En un ataque argentino frente a Inglaterra, por los cuartos de final de México 1986, la pelota rebotó hacia el área inglesa. Diego Maradona saltó, metió su puño y dejó al arquero Peter Shilton con las manos vacías. Ni el árbitro tunecino Ali Bennaceur ni el línea búlgaro, Bogdan Dochev se dieron cuenta. Fue “la mano de Dios”, justificó el Diez.

8) Una serie de escandalosos fallos arbitrales favorecieron a Corea del Sur en su camino a las semifinales de la Copa 2002, que lo tuvo como anfitrión junto a Japón. Por los octavos frente a Italia, el ecuatoriano Byron Moreno interrumpió por offside una jugada legítima de los azzurri que finalizó en gol (Tommasi empujó la pelota dentro del arco y no estaba adelantado) y expulsó a Francesco Totti por interpretar que había fingido su caída en el área. En el encuentro siguiente, el egipcio Gamal Al-Ghandour le negó dos goles válidos a España e interrumpió situaciones claras de gol. Además, no sancionó un claro adelantamiento del arquero coreano en el remate de Joaquín en la definición por penales.

9) Un error muy grueso y posiblemente decisivo fue el del árbitro holandés Corver en la semifinal de España 1982 entre Alemania y Francia. El arquero germano Schumacher salió de su arco con una patada voladora sobre el galo Battiston, le bajó dos dientes, le rompió una vértebra y le causó conmoción cerebral. El juez no cobró nada, cuando era penal y expulsión. Estaban entonces 1-1, fueron al alargue, empataron 3-3 y los alemanes ganaron por penales, con importante aporte de Schumacher.

10) Entre las decisiones polémicas, ninguna fue tan gravitante como el gol concedido al inglés Geoffrey Hurst en la final de 1966: valió nada menos que el título mundial. Se jugaba el tiempo suplementario entre Inglaterra y Alemania en Wembley cuando Hurst remató, la pelota dio en el travesaño, rebotó en el piso y un alemán la despejó al corner. El árbitro suizo Gottfried Dienst consultó a su asistente, el soviético Tofiq Bakhramov, y este le indicó que la pelota había entrado. Ninguna filmación probó que eso hubiera ocurrido. Estaban 2-2 y ese fue el tercer gol inglés. Al rato Hurst hizo otro que también debió anularse: había hinchas festejando por anticipado dentro de la cancha. En este caso hay videos que lo muestran claramente.
 

casos

Cuando el perjudicado fue Uruguay

Se hizo famoso entre los hinchas uruguayos de hace medio siglo el penal que el árbitro inglés Finney no sancionó en los cuartos de final del Mundial 1966, cuando el defensa alemán Schnellinger despejó con la mano un cabezazo de Rocha que entraba por el ángulo con el partido 0 a 0.
Fue una incidencia muy rápida y en el video, sin la calidad de imagen del presente, no se puede ver si fue mano o cabeza. Se aprecia en cambio que los jugadores uruguayos lo reclamaron de inmediato. Al tiempo llegó una foto de la revista alemana Stern donde la mano del defensa germano está sobre la pelota.
Antes también se había pedido gol en un tiro de Cortés que al parecer picó adentro pero la terna lo desestimó.
Los avances de la televisión permitieron comprobar con mayor claridad cómo algunas decisiones de los árbitros perjudicaron a los celestes en Sudáfrica 2010. La incidencia del penal de Suárez ante Ghana no solo llegó por una falta de Fucile a un ghanés que no existió (el uruguayo estaba lejos de su rival) sino que hubo posición adelantada dos veces antes que Luis salvara el gol con sus manos.
En la semifinal contra Holanda, el primer gol de los naranjas nació de una grosera plancha de Van Bommel sobre Gargano que el árbitro uzbeco Ravshan Irmatov ignoró. El mediocampista neerlandés tuvo carta libre para pegar ese día. Además, el segundo gol de Holanda debió anularse porque Van Persie, adelantado, obstruía la visión de Muslera ante el remate de Sneijder. Un offside fino, pero que el VAR hubiera denunciado.

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