El dolor en la rodilla era tan grande que Ernesto “Teto” Goñi arrancó a pensar, más que nunca, en el retiro. Sin embargo, tenía una duda que todo el tiempo le recorría la mente: ¿a qué dedicarse tras colgar los botines? En marzo de 2021 se anotó en un curso de asesoría deportiva en Argentina que le “abrió la mente” y se dio cuenta de que le “gustaba acompañar a los futbolistas en una función que no existe en Uruguay”. Tal es así que en agosto de ese año lo terminó y a fines de 2021 decidió poner punto final a su carrera en Liverpool. A raíz de ello, se juntó con el presidente negriazul, José Luis Palma, y le presentó el proyecto que actualmente lidera en el club con muchas sensaciones gratificantes que van más allá de lo futbolístico. “Los jugadores saben que todo lo que hago es por su bien. Tal vez le doy un abrazo a un chico y es el único abrazo que recibió en el día o le saco una sonrisa y es la única sonrisa que tuvo en la jornada”, le confesó Goñi a Ovación.
Hace 18 meses que el exfutbolista de Nacional es el asesor deportivo institucional de todas las formativas de Liverpool. Bajo esta línea, trabaja con alrededor de 200 juveniles junto a un equipo multidisciplinario compuesto por la educadora Silvana Camiño, el psicólogo Sebastián Veloso, la nutricionista Noelia Ramírez y los entrenadores desde la Séptima hasta la Tercera División.
Su rol en las divisiones formativas de Liverpool
Además de la asesoría deportiva, Goñi tiene un cargo de coordinador de formativas que le da “cierta jerarquía para que los jugadores sientan que están hablando con alguien importante dentro de la estructura deportiva del club”.
El Teto recalcó, en más de una oportunidad, que en su función como asesor no toma resoluciones deportivas. “Eso contribuye a que a los futbolistas se sientan cómodos y así me puedan comentar algunas cosas porque no los voy a sacar del equipo, ya que no voy a ir con ‘el chisme’ al entrenador”, explicó el exlateral izquierdo.
Goñi sostuvo que los directores técnicos lo usan como un “nexo para evitar conflictos con los jugadores”.
Asimismo, aseveró que en su carrera le pasó de precisar de alguien con quién poder hablar sobre diversos temas. “Que me dijera cómo actuar ante ciertas cuestiones, que me explicara que los procesos no son lineales, entre otros ítems”, indicó.
“Resoluciones contractuales de los futbolistas, decisiones deportivas, la alimentación y que puedan conversar con alguien que no los esté juzgando. Es decir, ser empático”, añadió sobre su rol en Liverpool.
Su día a día en Liverpool
Ernesto Goñi llega a las 8:00 horas al Complejo La República de Liverpool. Estaciona su vehículo y se dirige a una de las oficinas para reunirse con los técnicos de las formativas para determinar la planificación de la jornada.
“Al tener tantas categorías, lleva a que muchas veces no pueda atender lo planificado y quede algo para atrás. Pero cuando tengo tiempo planifico talleres que atiendan situaciones actuales. Por ejemplo: lo que ocurrió con Dani Alves (fue acusado de haber violado a una mujer de 23 años). Tal es así que realicé uno sobre abuso sexual para todas las divisiones”, dijo.
Al tratarse de jugadores que van desde los 13 a los 21 años, Goñi puntualizó que necesita estar en las redes sociales para comunicarse con ellos. Son varios los mensajes que le llegan por día de futbolistas diciéndoles los problemas que tienen, las situaciones que pasan o los aspectos positivos por los que están transitando. Incluso, hay varios jugadores que dejaron Liverpool y le escriben para contarle cómo están o para que el Teto les brinde un consejo.
Goñi también expuso que está en las redes para ver qué hacen los jugadores de las formativas para luego aconsejarlos. “Les sugiero que no hagan determinados posteos, que no realicen un vivo en Instagram a la 1:30 de la madrugada, que no suban fotos de que están comiendo ciertos alimentos. En pocas palabras, que cuiden su imagen”, afirmó.
El asesor deportivo de Liverpool no solo ha recibido mensajes por parte de futbolistas, sino que muchas veces le escribieron los padres de los jugadores.
“Teniendo tantos jugadores es muy complejo poder atender la realidad de todos. Es por ello que los padres me comentan, porque tienen mi número, sobre lo que le está pasando a su hijo. De esta forma, dialogo con el jugador y veo si puedo hablar con el entrenador para que le dé una respuesta de lo que necesita. Y muchas veces, este proceso destrabó varias situaciones”, explicó con mucho entusiasmo.
Las situaciones gratificantes que le tocó vivir por su trabajo
A lo largo de estos 18 meses de trabajo en Liverpool pasó por varios momentos en los que Goñi los definió como “muy gratificantes” y que estuvieron lejos de que tal futbolista le pegara mejor a la pelota o que fuera más aplicado en cierto aspecto táctico, sino que tuvieron que ver con la “humanización del deportista”.
Un día, el juvenil Naim Cáceres llegó al Complejo de la República y habló con Goñi sobre un tema que lo aquejaba y es que no se sentía a gusto jugando al fútbol. El asesor deportivo charló con el futbolista junto a la educadora Silvana Camiño para que pensara bien si esa era su resolución final. Tras varias conversaciones, Goñi y Camiño lo ayudaron a Cáceres a “armar su currículum”. “Hoy Naim está trabajando, estudiando Nutrición en la Universidad y entendió que la vida tiene otro montón de cosas diversas. Incluso tengo una relación de amistad con él y cuando salva un examen o le pasa algo lindo nos manda un mensaje a mí y a Silvana”, expresó con una sonrisa.
Goñi invitó a Cáceres para que fuera a un taller y diera su testimonio frente a los juveniles de Liverpool.
“Se da dentro de la humanización del deportista y creo que es un granito de arena para que no se vaya con bronca del fútbol y entienda que ese trayecto le sirvió y aprendió un montón de cosas, y esas herramientas las puede utilizar en otros ámbitos”, contó.
A su vez, recibió mensajes de varios representantes de futbolistas que elogiaron sus talleres y que les gustaría poder participar en ellos.
A su vez, recordó otras situaciones emocionantes. “Un chico decidió irse y el padre me dijo que me iba a extrañar más a mí que al club, jugadores que pasaron por momentos duros por el fallecimiento de un familiar y venían a verme. Mi trabajo es difícil de cuantificar porque no es medible, porque los resultados de si un jugador mete un gol, la saca el golero o si el equipo gana no se le puede atribuir a mi trabajo o al equipo, pero surgen muchas cosas gratificantes”, señaló.
Goñi evidenció que es importante acompañar a los futbolistas ya que “nadie los prepara para pasar a valer US$ 10 millones” u otras situaciones. Eso si, aseguró que los que cumplan este rol deben “estar preparados”.