TORNEO APERTURA

Brian Ocampo fue uno de los jugadores quellegó en la madrugada de este domingo, junto a Camilo Cándido y Sergio Rochet, para poder jugar el clásico y demostrar su potencial dentro de la cancha. Con pocas horas de sueño y las emociones que genera el haber perdido una Copa América y tener que armar las valijas para volver cuanto antes a Uruguay, Ocampo
-que solo participó de 25 minutos del debut Celeste ante Argentina- hizo escala en el vestuario del Gran Parque Central y cuando entró a la cancha siguió volando.

Ya en el segundo tiempo, cuando parecía que Peñarol era más e inquietaba, Mathías Laborda cambió de frente para el delantero, que recibió sobre el vértice del área y abrió el marcador a los 71 minutos del encuentro. Juan Acosta lo quiso marcar y se paró bien, pero ante un rival más rápido que él debió reaccionar antes y no dejarlo pensar. Ocampo le amagó, lo eludió y definió cruzado por abajo de Kevin Dawson.

Fue un tanto que le costó caro a Peñarol porque allí aumentó el nerviosismo y la obligación de convertir un gol que nunca llegó. El delantero suma siete tantos con la camiseta tricolor, pero este fue distinto. Fue en un día que Brian Ocampo y Nacional recordarán siempre, pero no solo por ganarle a Peñarol ni por todo lo que implicó regresar a Uruguay, sino porque el delantero anotó el primer gol tricolor ante el conjunto mirasol en el Parque Central después de 92 años sin que los aurinegros visitaran el histórico escenario del albo.

Fue el autor del gol que tranquilizó a Nacional porque llegaba a una ventaja de dos en el marcador. A los 84’ Camilo Cándido recuperó la pelota, eludió a Carlos Rodríguez y convirtió su primer gol y número 17 de Nacional en el Torneo Apertura. A falta de seis minutos del final, el partido quedó casi cerrado y el tricolor se llevó la victoria con los recién llegados.

Llegó en la madrugada, pero eso no le impidió tener claridad. Tapó dos jugadas peligrosas: el tiro libre de Cepellini a los 7’ y un disparo de Torres a los 74’.

Ingresó muy bien a los 20’ por Neves, que fue amonestado a los 16’ y casi repite tarjeta. Su debut en un clásico fue sólido y dio seguridad.

No jugó desde el principio por decisión de Larriera, pero entró y le cambió la cara a Peñarol. Metió pelotas en el área y sacó muchas faltas.

Jugó parejo todo el partido y cortó el trayecto de dos pelotas que podrían haber sido candidatas a gol en Nacional. Además, marcó muy bien a Bergessio.